#ArrierosSomos: PEMEX, A CONTRA CORRIENTE

+ Columna del C.P. Renato P. Vázquez Chagoya, director del Semanario Sotavento

Zona Sur

Renato P. Vázquez Chagoya - 2015-12-21

Arrieros somos.- Renato P. Vázquez Chagoya


Cuando el mundo va en una dirección, los mexicanos vamos en sentido contrario.

Lo anterior es una constante que repetimos en cada momento y en cada sexenio.

Lázaro Cárdenas expropió el petróleo para evitar los abusos laborales de las compañías extranjeras, que perjudicaban grandemente a la población y principalmente a sus trabajadores.
Hay que recordar que los inversionistas extranjeros desde el tiempo de Porfirio Díaz se apropiaron de las riquezas de nuestro subsuelo y del mismo suelo, gracias a los privilegios que les fueron otorgados.

Todavía en el sur estamos resintiendo las secuelas de las herencias de los que acapararon terrenos y que parece interminable el pleito y la confusión sobre los mismos, que son motivo de denuncias y confrontaciones judiciales y hasta físicas.

Los propósitos del general Cárdenas del Río se vieron plasmados en la frase casi inmortal que identificaba a la paraestatal: Pemex al servicio de la Patria.

Lema que fue guardado con celo y pundonor por las administraciones petroleras que siguieron a la expropiación hasta que nos alcanzó la abundancia que no “supimos administrar” tal como nos lo anunció el expresidente José López Portillo.

Y ciertamente no “lo supimos administrar”, porque se empezó con el derroche y el saqueo de lo más noble de nuestra Patria.

Ha habido desde licenciados en Economía, abogados, contadores públicos y otro tipo de profesionistas en la dirección de Petróleos Mexicanos, que como no conocían la complejidad de la industria ni su importancia como motor del país, la manejaron a su antojo y con irresponsabilidad.

Todavía hasta el sexenio pasado, el gobierno federal repartió como si fuera los Reyes Magos el “excedente petrolero” a los estados y municipios del país, para aplicarlos a obras y servicios públicos.

Huelga decir, que todos esos recursos, excesivamente acumulados, es dinero perdido o malgastado… se esfumó.

Todavía se recuerda que el ingeniero Jorge Díaz Serrano, siendo director de Petróleos Mexicanos sugirió a López Portillo “castigar” el precio del crudo con el propósito de ganar mercados consumidores, sugerencia que le costó la libertad, siendo encarcelado. El tiempo le dio la razón al Ingeniero Serrano Díaz.

A más de 25 años, la caída en el precio del petróleo golpea la supervivencia de la industria petrolera y la viabilidad económica del país.

Modificado el régimen tributario de Pemex en su época de mayor crisis, se le separa de su mayor “succionador”, el gobierno federal, y se le concede “autonomía”, cuando es ahora que se requiere que se le inyecte y se le fortalezca con recursos para aprovechar óptimamente los recursos del subsuelo.

Total que las malas decisiones y los excesos están acabando con la industria petrolera en nuestro país.

Y los efectos de estas situaciones no alarman a nuestros funcionarios federales, que están empeñados en “subastar” las reservas federales para salvar la cotización del peso en los mercados mundiales, debemos preguntarnos ¿por qué no emplear esas reservas para salvar a Pemex y a sus trabajadores?

Vender lo que ya no va a retornar nos empobrece, pero si le meten dinero a Pemex para mantener, rehabilitar y modernizar las instalaciones, así para la construcción de nuevas instalaciones petroleras y sus derivados, se producirá riqueza para el país, que aliviará el desempleo, aumentará la productividad y creará prosperidad, que tanto necesitamos y, que además, produciría la fortaleza económica que nuestra moneda necesita.

Sin embargo, las decisiones que se toman a nivel cupular de nuestro país, es en detrimento y perjuicio de los mismos mexicanos.

No hace falta un Lázaro Cárdenas, hacen falta mexicanos que tengan vergüenza, honestidad, preparación y amor a la Patria, para enderezar la nave.

Pésimo servicio médico en Pemex

Todos los días, a todas horas, se oyen los lamentos de trabajadores activos y jubilados, de que el servicio médico que Pemex les proporciona es malo, deficiente y omiso.

Y cuando el mundo se encamina a que la mayoría de las necesidades se resuelvan vía medios electrónicos –digamos Internet– en Pemex las cosas son al revés.

Hace pocos años, los derechohabientes del servicio médico de Pemex, a través de las computadoras podían solicitar una cita médica sin acudir a las instalaciones de las clínicas u hospitales.

Es más, en las mismas instalaciones de las clínicas y hospitales de Pemex, existieron y todavía existen unos módulos a modo de burla, donde los trabajadores y sus beneficiarios podían solicitar el servicio médico mediante citas. Esos módulos ya no funcionan.

Esas facilidades fueron desapareciendo.

Como están desapareciendo las “citas de control” con los especialistas que muchos trabajadores, jubilados y sus familiares necesitan, como en el caso de hipertensos, diabéticos y otro tipo de pacientes.

Es tal el desorden u omisión que existe en el servicio médico de Pemex, que las citas tienen que ser tramitadas en las instalaciones. Eso sí, tiene usted que ir a tramitarlas asistiendo en las madrugadas para “hacer cola”, exponiéndose a la situación de inseguridad que prevalece en nuestro país.

Y, ¡oh sorpresa!, cuando es atendido le informan que citas para este mes con el especialista ya están agotadas, a pesar de que sea usted paciente “de control”, y que, si tienen suerte le va a tocar ser atendido dentro de dos o tres meses.

Y si lo anterior es mala, el surtimiento de medicamentos es peor.
Si usted para mantener en condiciones adecuadas su salud, está sujeto al consumo de medicamentos de manera constante y permanente, lo que está ocurriendo en las farmacias de Pemex es peor.

Hay pacientes que no reciben los medicamentos porque no hay existencia y no reciben equivalentes o similares. Y grave es, además, de que ya Pemex no subroga su adquisición en las farmacias locales.
Pemex ¿quiere acabar con los jubilados como está acabando con los activos mediante liquidaciones y jubilaciones?
Lo malo, es que en México no tenemos al capitán América, ni a Superman, ni a los Cuatro Fantásticos, ni a Superchica.

¡Vaya, ni siquiera tenemos Donald Trump!
¡”Trumpada” que nos va a dar!

Con nuestros mejores deseos

Ya en esta semana celebraremos la Natividad del Señor y la semana siguiente estaremos expresando nuestros mejores deseos para lo que viviremos en el año 2016.

Ya se iniciaron las posadas y se recibe a los familiares que residen en otros lugares de la república e incluso en el extranjero. Se producen también las reuniones familiares que engrandecen los afectos y la unión.

Que todos sean bienvenidos y que su presencia traiga aires de renovación, esperanza, unión y prosperidad.

Para los que vivieron momentos de desesperanza, tristeza y agobio por la pérdida de algún familiar, que en el entendimiento hayan encontrado la resignación, manteniendo vivo el recuerdo de ellos, que mucho aportaron a nuestras vidas.

Para los que sufrieron tropiezos económicos, recordar que los ciclos de la vida también los contempla y que la mejor manera de superarlos es seguir esforzándose para superarlos. Hay que recordar que los tropiezos son parte de las enseñanzas para hacer mejor nuestras actividades.

Para los que sufren de alguna enfermedad, nuestra solidaridad y rogar porque alcance el alivio y el remedio y si ello no es posible, aprender a vivir con esas limitaciones.
Y a los que les ha ido bien, que le siga yendo mejor.

Y a todos nuestros amigos y lectores, nuestros mejores deseos de que conserven su salud, que vengan tiempos mejores y que la felicidad siempre les acompañe.
Y, desde luego, ¡salud!

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