+Su esposo e hijos fueron testigos
+Se dirigían al DF a pasar la semana santa
Policiaca
Juan Carlos Jiménez Benavidez - 2016-03-21
Vecina de la ciudad de Martínez de la Torre y quien había sido policía municipal en el mismo municipio fue ultima tras recibir varios impactos de bala por un sujeto desconocido que portaba un pasamontañas, el cual al cometer su artero crimen se dio a la fuga entre las hurtas para escapar de la acción de la justicia.
Los hechos se registraron minutos antes de las nueve de la mañana del domingo a un costado de la carretera Tlapacoyan – Teziutlán, a la altura del kilómetro 25, en el lugar conocido como El Arco.
Situación que fue informada a la policía municipal de Jalacingo y Tlapacoyan, por lo que ambas corporaciones se trasladaron hasta el lugar donde encontraron una sangrienta escena, donde yacía sobre el suelo una mujer con un fuerte sangrado en la cabeza.
Siendo solicitada a petición de los familiares una ambulancia de Cruz Roja para poder prestarle los primeros auxilios siendo demasiado tarde, debido a que ya no presentaba signos vitales.
Por lo que los uniformados se entrevistaron con Roberto Vicente Salazar de 55 años, con domicilio en calle Río Actopan número 209, de la colonia San José de la Unión de Martínez de la Torre, de ocupación profesor de la primara Ávila Camacho.
Quien señalo que se pararon en el lugar de los hechos porque se le iba calentando su camioneta siendo una Frontier marca Nissan color gris placas XW-48-394 de Veracruz.
Cuando les salió una persona desconocida diciendo era un asalto, quien bajo a su esposa de la camioneta disparándole a la altura de la cabeza y echándose a correr con rumbo desconocido.
Dejándola tirada a un costado de la carretera, a quien en vida respondía al nombre de Claudia Lezama Sánchez de 33 años originara de México, quien fuera ex policía y ahora ama de casa, quien tenía el mismo domicilio.
Por lo que fue necesaria la presencia del personal de la policía ministerial de Jalacingo y servicios periciales para hacer el levantamiento de los indicios siendo cuatro cascajos calibre .380, un cartucho útil del mismo calibre y dos ojivas.
Posteriormente el cuerpo que presentaba una aparente lesión provocada por arma de fuego sobre el costado izquierdo de la cabeza, fue levantado y trasladado al semefo de Altotonga para que le fuera practicada la necropsia de rigor.