Peña Nieto y Javier Duarte: La crónica de una muerte política sumamente celebrada…

+ CLAROSCUROS, por José Luis Ortega Vidal

Zona Sur

José Luis Ortega Vidal - 2016-06-07

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En una entrega previa de Claroscuros –la del viernes 3/sábado 4 de junio- di a conocer la próxima visita de Enrique Peña Nieto a Nanchital para inaugurar la planta Etileno XXI, propiedad del consorcio Braskem-Idesa.
El texto combina un acercamiento a la historia de la más importante planta productora de polietileno en el país con un breve contexto político, a partir de las elecciones del 5 de junio.
Escribí el subtítulo:

“Peña Nieto y su visita al sur, la Petroquímica y la Política:
el futuro de Javier Duarte en un hilo…”

Retomo el cierre de aquel texto:

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Cuando Peña Nieto venga a inaugurar Braskem Idesa, habrá gobernador electo y podría ser su amigo Héctor Yunes Landa, quien ofrecería un panorama positivo para el Presidente.
Al mismo tiempo, existe la posibilidad de que el tema de la sucesión se haya resuelto a favor de la oposición: con Miguel Angel Yunes Linares o Cuitláhuac García Jiménez.
Javier Duarte De Ochoa junto al Presidente de la República recibirá abrazos o rechazos: dependiendo de lo que pase el domingo 5 de junio; es decir mañana.
Por lo pronto, corren las invitaciones para el evento de Peña Nieto en el sur de Veracruz: el miércoles 22 de junio a las 11:00 horas; una cita clave para el futuro de México y de Veracruz en particular por los miles de millones en juego y especialmente por las visiones de lo que debe ser nuestro país que están en disputa.

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Como narra un corrido que escuchaba en mi niñez, interpretado por la sinaloense Chayito Valdéz: “aquí se acabaron dudas, ganó el Saino de Agua Prieta y perdió el Moro de Cumbas”, a propósito de una carrera de caballos…
En Veracruz casi concluye la carrera por la gubernatura y el 22 de junio próximo, cuando el Presidente Peña Nieto se tope con el gobernador Javier Duarte de Ochoa en el evento de Braskem-Idesa estará ante un perdedor.
Peña Nieto tendrá frente así al hombre que políticamente le falló y lo ha colocado en el riesgo de que el PRI, su partido, pierda los comicios del 2018.
Claro está, si Peña Nieto entrega la banda presidencial a un representante de la oposición se deberá a múltiples factores no sólo a los errores de Javier Duarte y en una de esas el PRI retiene el poder otro sexenio.
Lo cierto es que Javier Duarte no recibirá abrazos y apapachos de Peña Nieto en su visita al sur dentro de 15 días.
Tampoco habrá reclamos.
Bastará con un trato frío del Presidente para entender lo que sigue:
Miguel Angel Yunes Linares ha reiterado a la prensa internacional (entrevista al diario El País, de España, la madrugada de ayer, lunes 6 de junio) su compromiso de dar seguimiento a las denuncias federales y estatales contra el actual gobernador.
Las denuncias en la PGR podrían ser detenidas si Enrique Peña Nieto decide proteger a Duarte, a pesar de su derrota electoral, además de haber sido y ser el peor gobernador en la historia Veracruz.
Esta condición de Javier nos ubica ante panorama devastador:

• Un endeudamiento sin precedentes: 50 mil millones de pesos reconocidos oficialmente y versiones de que tal cifra podría ubicarse en un 60 ó 100% más…
• La complicidad del crimen organizado con los cuerpos policiacos estales y las desapariciones forzadas, fosas clandestinas por doquier, crímenes de ciudadanos en general y de periodistas en particular a lo largo de cinco años y seis meses…
• Un sexenio sangriento donde los secuestros, extorsiones, pago de piso son tema cotidiano y la impunidad reina junto a la duda: ¿Quién me defiende si todos: policías y delincuentes forman una sola mafia?
• La corrupción insaciable y grotesca de un grupúsculo de jóvenes pseudo políticos cuya transformación en multimillonarios nos ha llevado a la condición de un Estado Fallido…

La otra opción es que Peña Nieto no meta las manos por Duarte y las denuncias federales caminen hasta sus últimas consecuencias.
Ahora bien, hay denuncias estatales que duermen el sueño de los justos en el escritorio del Fiscal Luis Angel Bravo.
Y estas denuncias sí podrían avanzar sin problema alguno una vez que Miguel Angel Yunes corra al funcionario impuesto para un periodo de 9 años.
El tema pasará por un Congreso Local donde Yunes Linares no tendrá mayoría pero ahí veremos sus habilidades de negociación para obtener los objetivos que lo comprometen con los veracruzanos.

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Cuando Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, gobernador independiente de Nuevo León, visitó a Peña Nieto y le expuso su deseo de actuar legalmente contra el corrupto de su antecesor Rodrigo Medina, la respuesta presidencial fue que si Medina la debía la pagara.

Se tardó 9 meses pero:

“El gobierno de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, anunció hoy el embargo precautorio de propiedades del exmandatario priista Rodrigo Medina, a quien se le encontró como uno de los responsables de una red de ilícitos contra el erario, con un daño patrimonial por 3 mil 600 millones de pesos.
Aunque no fueron mencionados por su nombre en la investigación, una fuente cercana al caso señaló que también son procesados, por actos de corrupción cuando eran funcionarios en la pasada administración, los alcaldes priistas en funciones Heriberto Treviño, de Benito Juárez, y Miguel Ángel Lozano, de Pesquería.”
http://www.proceso.com.mx/…/embarga-bronco-bienes-a-exgober…

Lo mismo, pues, podría ocurrir con Javier Duarte: un Miguel Angel Yunes hablando con el Presidente y un Peña Nieto dando luz verde a las denuncias en manos de la PGR.

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Hay mucho coraje ciudadano contra Javier Duarte por la destrucción de Veracruz que se le acredita a él así como a su padrino Fidel Herrera Beltrán.
También hay mucho coraje ciudadano contra Enrique Peña Nieto por el desastre económico y de inseguridad en que vive México.
De ahí la derrota histórica del PRI en Veracruz, que conocerá a un gobernador electo bajo siglas distintas a las tricolores.
De ahí, asimismo, que de 14 elecciones llevadas a cabo el pasado 5 de junio, el PRI haya perdido 7 gubernaturas, los comicios de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México y el relevo de alcaldes y Congreso en Baja California Norte; es decir 9 fracasos contra 5 triunfos.
De ahí que este panorama acerque el escenario de un PRI derrotado en el 2018.

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Enrique Peña Nieto y Javier Duarte de Ochoa tienen mucho qué reclamarse mutuamente.
La diferencia es que Peña Nieto es el Presidente y a Duarte de Ochoa le quedan poco menos de 6 meses como un gobernador que huele políticamente a muerto y si se aplica la Ley terminaría en la cárcel y devolviendo al menos una parte de la riqueza que nos robó.

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Cosas veredes, Cid: será entrañable el encuentro de un Presidente y un Gobernador derrotados, programada para fecha cercana.
Sin duda, es la crónica de una muerte política sumamente celebrada…

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