Asesina, asesina.....fueron palabras que retumbaron en el recinto del congreso del Estado, cuando Isabel Morales Aguirre, mejor conocida como "la potra" acusaba de corrupta a la ex alcaldesa Guadalupe Porras David, quien fuera propuesta para presidir como Magistrada la Sala Especializada en Combate a la Corrupción.
Un verdadero sainete se armó en el Congreso del Estado, bochornoso espectáculo, que ha traspasado las fronteras nacionales a través de las redes sociales, figurando Veracruz como un estado de autoridades corruptas en todos los niveles, de impunidad, de valemadrismo en busca del poder.
Lamentablemente, en ésta ocasión fueron mujeres la que protagonizaron el espectáculo de asesina y corrupta en Veracruz.
Dos mujeres que hace años, juntas, cuando eran amigas iniciaron un proyecto en busca del poder y para pedir espacios dentro de la política para las mujeres.
Isabel Morales Aguirre, "la potra" y Guadalupe Porras David "lupilla" se abrazaban en público, se besaban y gritaban, exigían, reclamaban y luchaban por los cargos públicos.
Intereses malsanos se interpusieron entre ambas. La ambición y las diferencias de pensamiento, políticas, ideológicas y hasta de padrinazgo, ganó terreno, hasta que se convirtieron en las peores enemigas.
Isabel quiere destrozar a Guadalupe.
Guadalupe quiere destrozar a Isabel.
Las dos, son verdaderamente un peligro en todos los terrenos. Con poder político y económico, más.
A tal grado, que las acusaciones mutuas han llegado a las instancias legales, pero ambas, protegidas por el mismo sistema que las hizo, no han sido sancionadas.
Sin embargo, el odio las ha llevado a una lucha encarnizada entre ambas, arrastrando a sus hijos en la lucha, exhibiéndose públicamente de muchas acciones negativas y vergonzosas que han hecho para preservar el poder.
La última muestra, el escándalo en el Congreso del Estado.
Hasta cuando los veracruzanos, los Minatitlecos y la sociedad tendrá que soportarlas sin que reciban una verdadera sanción de acuerdo a la ley, porque las dos, han cometido graves faltas y hasta delitos.
Lo que pasa, es que son parte del sistema.
Tienen padrinos poderosos que las protegen y a las que sirven.
Pero basta, ya es necesario poner un alto.
Y que las autoridades actúen de acuerdo a la ley. Hasta la próxima, primero dios.