#ArrierosSomos: GRACIAS, ADIÓS... DEJA DE CIRCULAR SEMANARIO SOTAVENTO

Hace 19 años, en julio de 1997, salió a la luz el primer número de Semanario Sotavento. En ese tiempo, los editores regionales y muchos periodistas nos pronosticaron escasos tres mes de permanencia en el mercado.

Afortunadamente se equivocaron.

Sobrevivimos gracias al empeño de nuestros colaboradores, que ahora brillan en el firmamento periodístico regional, a quienes siempre les extenderemos nuestro aprecio y reconocimiento.

Nuestro agradecimiento al personal de distribución y a los irremplazables voceadores, así como al personal administrativo.

Como también reconoceremos y apreciaremos a nuestros anunciantes, que anduvieron cerca de nuestros pasos y que fueron un aliciente para nuestras actividades y para nuestro desempeño.

Agradecimiento permanente a nuestros lectores, que vieron en nuestras páginas temas y asuntos de interés personal y general.

A la competencia también hay que agradecerle, porque sin ellos no se hubieran podido marcar las diferencias y las preferencias.

Nuestra permanencia nos permitió dos etapas como Semanario y una etapa como Diario. Como semanario desde el 28 de julio de 1997 al 20 de enero de 2001 (tres años). Como Diario del 21 de enero de 2001 a septiembre de 2013 (13 años) y los últimos tres años como Semanario.

El ejercicio periodístico permitió a Sotavento -sin pretensión de tenerlas- primicias regionales y un lugar destacado en la información. Fuimos, también sin quererlo, un referente regional.

Tuvimos con el Sotavento la satisfacción y el orgullo de haber “plantado” en Minatitlán uno de los tres periódicos diarios que han existido en nuestro pueblo: Diario la Opinión, Diario de Minatitlán y Sotavento Diario.

Tuvimos siempre el objetivo de brindar a nuestros lectores información objetiva y oportuna y tocará a ellos calificar si cumplimos con nuestros propósitos.

Intentamos en todo tiempo y en todo espacio, no ofender ni agredir a persona alguna y si no lo logramos, ofrecemos nuestras disculpas por los agravios.

Nos enorgullece haber sido parte de la vida económica y social de nuestra región, porque tuvimos esa aceptación.

A todos los que simpatizaron y prefirieron a Sotavento le estaremos permanentemente agradecidos.

Adiós

Las razones por las que dejaremos de aparecer del mercado de publicaciones es muy simple: “ajuste económico”. Sonaría feo que dijéramos que es por falta de dinero, y nosotros siguiendo las teorías políticas y económicas, diremos como el gobierno “ajuste económico”.

Nos entristece dejar este esfuerzo y este propósito, pero las circunstancias económicas nos obligan a hacer una pausa para “tomar aire” y ver si en el futuro reanudamos el paso.

Nos sirve de consuelo –“mal de muchos… consuelo de tontos” – que no somos los únicos. Varios países en el mundo están dejando de funcionar. En nuestro país los “ajustes económicos” alcanzan a la federación, a los estados y a la mayoría de los ayuntamientos, aunque algunos presidentes municipales anden con una mano adelante y otra atrás diciendo que sus ayuntamientos son “financieramente solventes” y traen a las vueltas a sus acreedores y proveedores y que, incluso no les paguen.

En el ámbito empresarial también se sufre esta estrechez económica y hasta un gigante de la construcción como lo es ICA está sufriendo las consecuencias de erráticas y erróneas políticas económicas que adoptaron infinidad de instituciones públicas y privadas.

Desde luego, que todos fuimos partícipes de esas prácticas económicas y algo falló para que ahora suframos las consecuencias.

Debemos admitir que como todos, nos equivocamos.

De momento desaparecen nuestras publicaciones, pero en lo personal seguiré escribiendo sobre diversos tópicos y abundantemente de la historia regional, que mucho hay que decir todavía.
Desde siempre, nuestra mano permanece extendida hacia ustedes.

Lamentable

La propuesta que hizo el gobernador para incorporar a Guadalupe J. Porras David a la magistratura anti corrupción desató protestas airadas de muchos sectores, preferentemente de Minatitlán.

La propuesta de Lupe Porras no es la más adecuada para el propósito de combatir a la corrupción, pero si algo hay que calificar positivamente de la señora es que siempre se ha conducido de manera audaz y ha conseguido sus propósitos.

De que no goce de buenos antecedentes personales, ya es otra cuestión.

Desde que fue secretaria académica de la Universidad Veracruzanos campus Minatitlán ya “destacaba” por su ineficiencia, aunque sus estudios universitarios fueron calificados de brillantes, disputando con Miguel Ángel Yunes Linares los primeros lugares de aprovechamiento en la facultad de Leyes.

Después como delegada de Tránsito, en un paso meteórico, también salió con bajas calificaciones por su mal desempeño. Lo mismo ocurrió como agente del Ministerio Público al grado de que existe por ahí en los archivos de esa instancia varias denuncias por mal desempeño público.

Cuando alcanzó la función de diputada local, no alcanzó calificación aprobatoria y el mínimo de calificación lo obtuvo como presidente municipal de Minatitlán.

Cómo calificar su administración sí dejó un ayuntamiento endeudado, si realizó atropellos y abuso de autoridad que las siguientes administraciones sufren las consecuencias de sus excesos. Dejó sueldos y prestaciones sin pagar, a tal grado que infinidad de empleados pasaron la Navidad y el año nuevo de su último año como edil, en loa calle, frente al palacio municipal, esperando su retribución justa, que nunca llegó.

Como dirigente de la CNOP no se sabe de algún logro importante que haya realizado y lo que sí destacó es su renuencia a entregar el cargo, encerrándose en las oficinas de esa agrupación política para evitar el relevo.

Lamentable que para hacer llegar su posicionamiento el ayuntamiento de Minatitlán haya comisionado a Isabel Morales Aguirre, quien convirtió al auditorio de la Legislatura del Estado en una escena placera, con perdón de las plazas. El descalificar no incluía insultos ni los arrebatos que hemos visto y que sucedieron con la mensajera del ayuntamiento minatitleco.

Lamentable porque Isabel no era el mensajero adecuado por su rivalidad personal con la Porras y lamentable todavía el tono airado que se empleó. No era el de un representante de un ayuntamiento.

Ahora, los mal intencionados aseguran que la protesta del ayuntamiento minatitleco no fue tanto para abonar a la idoneidad o no de los probables magistrados, sino por el temor de que si Lupe Porras forme parte de esa sala, los actuales ediles estarían temerosos de que ésta tome revancha si llegasen a cometer alguna falta por mínima que sea, regresando la intención de las denuncias que la actual administración municipal presentó en su contra.

O sea, que el miedo no anda en burro.