+Los organizadores, con esfuerzos y tocando puertas, logran la realización
Zona Sur
Luis A. Chávez - 2018-05-31
Nos hacen la cordial invitación y no podemos sustraernos a la gentileza conocida e inmerecida deferencia que de manera regular nos hacen para participar en Letras; algo de nuestro quehacer de escritura ha trascendido y, la verdad, nos alegra: aquel que escribe tiene licencias para mentir (sus personajes, no el autor) mientras otros que levantan el brazo y juran, socavan a la sociedad a mansalva. Nosotros no, de manera muy modesta algo hemos hecho -mintiendo verdaderamente- ya en cuentos o algún intento de novela, como Perder el Paraíso que, aquí en la Biblioteca Viriato Da Silveira, presentó el licenciado Miguel Ángel Cruz Bencomo.
Ahora, acabamos de llegar de la ciudad de Córdoba porque fuimos invitados a participar con nuestros trabajos y así, entre el nutrido grupo de asistentes de diferentes partes de nuestra república, a pesar de que las condiciones ya no son tan favorables tanto en economía como en seguridad, somos pocos los que entendemos de esta pasión y acudimos para reunirnos alrededor de una perenne, muy antigua hoguera de hermandad porque nos asiste ese derecho de querer saber un poco más.
En lo personal disfruto mucho estas reuniones, por un lado. Por otro lamento que nuestra adversa suerte -26 y 27 de mayo, sábado y domingo, no era quincena- se supedita, con mucha pena lo digo porque jamás he sido ni seré mercenario de la Cultura, hacemos el viaje a trompicones, a tumbos es decir…escasos de…recursos. Dios proveerá, dicen. Y Córdoba fue para nosotros, con estas contingencias ya dichas, un halago, una fiesta de amistad, encuentro y conocer estilos de otros creadores. El intercambio de libros, cuadernillos y obras en distintos géneros, escuchar las voces, saludar a estos artistas, convivir con ellos es una fortuna que, en lo personal valoro, atesoro mucho.
Los organizadores, con esfuerzos y tocando puertas, logran la realización porque, lo he dicho, gracias a Dios que ni en Córdoba, ni en Tuxtepec, tienen refinería ya que, de tenerla, estoy seguro les sería imposible realizar estos Encuentros. Atenciones, recibimiento y transcurso del evento, nuestra participación donde se nombra a “Minatitlán Veracruz” es grande y regresamos a casa satisfechos, aunque no del todo: en la Feria del Libro que había en el parque, vimos algunos títulos que, desafortunadamente, no pudimos comprar pues en nuestros bolsillos sólo había una pequeña cantidad que, una gentil dama, tuvo a bien darnos en préstamo y, el Cuentacuentos, no pudo adquirir algunos libros, otro día será.
¡Muchas gracias, Córdoba!