NO HAY GUERRILLA CONFIRMADA, PERO…

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Pablo Jair Ortega

Columna sin nombre

2016-01-05

Hablábamos de que la región de Zongolica es un caldo de cultivo histórico para movilizaciones y hasta precursora de guerrilla, como ocurrió con la fundación del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).

Fundado por las hermanas Arenas Agis, originarias de Orizaba, mencionamos que el antecedente más cercano a dicha guerrilla (que hoy mantiene un perfil muy bajo y sólo vía comunicados) es el TINAM, CROISZ y el OINSZ, entre otros grupos de defensa de los indígenas que crecieron en la región.

El aliciente: la situación de miseria y desigualdad que hasta hoy permanece.

A lo anterior habría que añadirle casos como el de la anciana Ernestina Ascencio, en febrero de 2007, quien fue violada presuntamente por elementos del Ejército Mexicano, los cuales estuvieron a punto de ser linchados de no haber intervenido el entonces gobernador Fidel Herrera para negociar con los inconformes.

Hoy existe un anuncio público sobre lo que podrían ser futuras protestas provenientes desde el mero corazón de la sierra, por un conflicto con una financiera conocida como “Caja Zongolica”, quien luego de haber prestado dinero a sus cuentahabientes y al no recibir pago alguno, ahora vendió su deuda a bufetes jurídicos que están presionando a los indígenas y pidiéndoles comparecer en juzgados de Orizaba y Córdoba.

En la misma denuncia, señalan que existen cobros de intereses muy altos a una población extremadamente marginada.

Esto ejemplifica lo que podemos decir sobre las injusticias en una zona de pobreza extrema, y aunque la supuesta aparición de una nueva guerrilla suena más a falsedad, en esa región sólo basta tantito para originar una verdadera inconformidad organizada.