Morena, ganar Tatahuicapan y perder Coatzacoalcos
Un posible error de cálculo
6 de enero, nuevas formas
Luis Alberto Romero
Hora Cero
2017-01-09
A propósito de los hechos registrados en el sur de la entidad, donde un grupo de ejidatarios y pobladores del municipio de Tatahuicapan decidieron cerrar las válvulas de la presa Yuribia, como medida de presión para que el nuevo gobierno del estado siga entregándoles 2.5 millones de pesos a cambio de no dejar sin agua a los habitantes de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, nos comentan que quienes estarían detrás de dicho movimiento son las cabezas del Movimiento de Regeneración Nacional en dicha región, de manera concreta Lino González Bautista, Eloy González Cruz, a quien identifican como delegado estatal de Morena, y la diputada local María del Rocío Pérez Pérez, representante del distrito de Cosoleacaque ante la Legislatura del Estado.
Finalmente, el conflicto quedó resuelto este domingo; sin embargo, antes de ello, el gobernador Miguel Ángel Yunes, en conferencia de prensa, había informado que la diputada por Morena participó en las reuniones preparatorias para apoderarse de la presa, a pesar de la afectación a 500 mil veracruzanos de la zona sur de la entidad.
Fuentes confiables del sur de la entidad nos platican que desde Palacio de Gobierno intentaron persuadir a los representantes de Morena y particularmente a la diputada Rocío Pérez para entablar diálogo y evitar que se perjudicara a la población de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.
Nos dicen, incluso, que la legisladora negó que las reuniones en las que tenía planeado participar, en la víspera del fin de año, tuvieran como finalidad incitar a los bloqueos y al cierre de las válvulas de la presa.
Sin embargo, sobre ese punto trascendió que la gente de Morena sí tuvo una participación importante en los hechos.
De igual manera, ha circulado la versión de que una de las personas que encabeza el movimiento de los ejidatarios de Tatahuicapan tiene pendiente una orden de aprehensión, misma que podría hacerse efectiva en cualquier momento.
En el sur de la entidad ha trascendido que son dos los intereses en juego: primero, el económico, que persiguen las cabezas del movimiento; es decir, los dos millones y medio de pesos mensuales a cambio de no afectar a la instalación hidráulica y, por tanto, al suministro del líquido a la población de Coatzacoalcos. Y segundo, el político, que es donde entran los dirigentes de Morena, que buscan ganar el ayuntamiento de Tatahuicapan en las elecciones municipales del presente año.
Un posible error de cálculo
Tatahuicapan de Juárez es gobernado por el perredista Filogonio Hernández Bautista; se trata de un municipio que colinda con Mecayapan, Soteapan y Pajapan; tiene poco más de 15 mil habitantes, pero casi 9 de cada diez son pobres.
Más de la mitad de la población de Tatahuicapan sobrevive en condición de pobreza extrema, lo cual resulta paradójico porque en efectivo, el gobierno de Javier Duarte entregó a los dirigentes del movimiento de ejidatarios más de 60 millones de pesos en un periodo de casi dos años. Si esos recursos se hubieran aplicado en proyectos productivos de beneficio comunitario, el avance en la lucha contra la pobreza extrema municipal sería diferente y el número de personas en condición paupérrima sería mucho menor que el vergonzoso 51.6 por ciento que registra el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval.
Por otro lado, de confirmarse la participación de Morena en apoyo a quienes bloquearon la presa Yuribia y cerraron sus válvulas, podríamos estar ante un grave error de cálculo del partido que tiene como dirigente nacional a Andrés Manuel López Obrador, dado que los puntos que ganará en Tatahuicapan son los que perderá en tres municipios, Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, que juntos representan una población cercana a los 500 mil habitantes; es decir, 33 veces más que lo que tiene Tatahuicapan.
6 de enero, nuevas formas
A diferencia de años anteriores, donde la hegemonía priista en el estado hacía de la cita del 6 de enero en Veracruz, el ritual más esperado de inicio de año, esta edición se vivió con otro estilo. Nuevas formas que son de fondo, hubo menos rollo y más acuerdos, menos simulación y más estrategia.
Lo cierto es que fue destacada la presencia del alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, quien acompañó al titular de la Secretaría de Agricultura del gobierno federal, José Calzada Rovirosa; al presidente de la Confederación Nacional Campesina, Manuel Cota Jiménez; y al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, en la conmemoración del 102 aniversario de la promulgación de la Ley Agraria de 1915, que se realizó en el World Trade Center de Boca del Río. Por la tarde, el alcalde xalapeño también caminó con el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares por las calles del centro de la capital.
Esto es algo que pocos políticos veracruzanos son capaces de hacer, incluso, muchos ni se atreven. El perfil político de Zúñiga Martínez, sí lo permite. @luisromero85