Pepe Yunes, prudencia no es igual que cobardía

Al igual que Héctor Yunes Landa, el también senador priista José Francisco Yunes Zorrilla adelantó que buscará contender el próximo año por la gubernatura del estado.
A pesar del adverso resultado en las elecciones municipales del pasado domingo, cuando su partido sólo alcanzó el triunfo en 36 de los 212 ayuntamientos en disputa, el de Perote dice que el entorno político no es tan desfavorable.
Igual que su homólogo priista, Pepe Yunes ha centrado su discurso en la crítica contra la actual administración estatal; como Héctor, también asume que el escenario nacional, la contienda por la sucesión presidencial, jugará un papel determinante en Veracruz en 2018, cuando los veracruzanos votarán por 5 representantes populares: diputados locales y federales, senadores, gobernador y presidente de la República.
Las diferencias entre uno y otro, probablemente, son de forma y de fondo; son, también, un asunto de percepción. Por un lado, el trabajo de gestión de Yunes Zorrilla ha permitido una cuantiosa inversión federal en prácticamente todas las regiones de la entidad, situación que significa uno de sus principales activos políticos; por el otro, a diferencia de Yunes Landa, a Pepe se le ha criticado el estilo mesurado hasta el exceso, acaso la tibieza con que se desempeña.
Alejado de la estridencia y del escándalo, A José Francisco Yunes se le observa como un político cauto, lo que resulta curioso en un tiempo en que parece valorarse más a quien polariza y se inclina por la confrontación.
Dicho de otra manera, hoy parece que el electorado no vota por un político mesurado, sino por quien más es proclive al escándalo, sin importar quién tiene razón y argumentos. Por eso llama la atención que Yunes Zorrilla se mantenga en la misma línea discursiva que le ha caracterizado desde hace dos décadas.
Cuestionado sobre ese punto, el senador señala que los actores políticos que podrían considerarse sus adversarios comenzarán a fortalecer la percepción sobre esa supuesta tibieza que tanto le han criticado, con la finalidad de desgastar su imagen; sin embargo, aclara: no hay tal, que no se confunda la prudencia y la mesura con la cobardía; lo que ha ocurrido, apunta, es que no permite que se utilice su nombre para participar en campañas para denostar a la oposición, como en su momento lo intentaron desde el gobierno del estado.
Me pueden señalar por prudente, afirma Yunes Zorrilla, pero no por deshonesto.
En política, dice, se ha valorado más a quien escandaliza, incluso a quien insulta, que a quien presenta ideas, trabajo y argumentos… pero ese modelo se agotará tarde o temprano, lo que abrirá la puerta a políticos de sus características. Esa, precisamente, es la apuesta del senador, quien confirmó lo que ya se sabía de antemano: que buscará la candidatura del PRI al gobierno del Estado; que trabaja para organizar a sus simpatizantes; que intensificará su presencia en las diferentes regiones de Veracruz; y que el llamado pacto de los 8 años (dos para Héctor Yunes y seis para él) obedeció a una coyuntura política que ha quedado en el pasado, tras la derrota de 2016.
En pocas palabras, ambos senadores tienen claro que los dos buscan la misma posición en el mismo tiempo. Así las cosas, lo más probable es que de entre ellos salga el próximo candidato del tricolor para buscar suceder a Miguel Ángel Yunes Linares.


Desesperación de panistas y priistas en San Andrés Tuxtla
En San Andrés Tuxtla, la falta de oficio político y la desesperación de algunos actores políticos parece que les nubla el razonamiento y no miden las consecuencias de sus actos.
El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares se refirió a la importancia del ejercicio democrático y reconoció que el resultado del pasado proceso electoral en ese municipio favorecía al candidato independiente; sin embargo, los propios correligionarios del mandatario estatal, al igual que un grupo de priistas, pretenden desacreditar el resultado.
Manuel Rosendo hace su berrinche y se niega a aceptar que su soberbia fue causa, en parte, de la derrota del tricolor; por otro lado, Rafael Fararoni, candidato del PAN-PRD, es incapaz de aceptar un resultado tan claro como contundente, pues la diferencia fue de más del 5 puntos porcentuales.
Convocar a marchas y manifestaciones de protesta, a pesar de no presentar argumentos sólidos; protestar ante el OPLE; y otros actos que revelan desesperación e inmadurez, no son más que recursos fuera de lugar que pueden provocar la radicalización de la sociedad.
En Los Tuxtlas son preocupantes los conflictos en Santiago y Catemaco, mismos que hoy debe resolver el gobierno de Miguel Ángel Yunes; por si eso fuera poco, en San Andrés Tuxtla priistas y panistas pretenden generar más problemas, a pesar de que el voto ciudadano no les favoreció el pasado domingo.


La judicialización del proceso
Una vez pasada la jornada electoral del domingo 4 de junio, el Organismo Público Local Electoral trabaja en la siguiente etapa del proceso.
Conforme al Código Electoral para el Estado de Veracruz, este miércoles 7 vence el plazo para que lo Consejos efectúen el cómputo de la elección; en tanto que el 13 del presente es la fecha límite para la promoción de recursos de inconformidad sobre dicho cómputo, por parte de partidos y candidatos, con lo que inicia la predecible judicialización de la elección. De entrada, se anticipa el recuento de votos en aquellos municipios donde la diferencia entre primero y segundo lugar es igual o menor a un punto porcentual.


Xalapa, inicia el último semestre de la administración
Superado el tiempo electoral, el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, ha vuelto a la agenda pública. Ayer entregó la pavimentación con concreto hidráulico en la calle Popocatépetl de la colonia Moctezuma, obra que beneficia a más de dos mil personas y que fue construida con el auspicio de la colaboración conjunta entre vecinos, empresarios y gobierno municipal.
El trabajo del ayuntamiento de Xalapa no se detuvo en las pasadas campañas.
Por otro lado, en los próximos días el protagonismo del gobierno de Zúñiga Martínez se intensificará por el volumen de obras que se entregarán a la población y por las que se iniciará, especialmente en el primer cuadro de la ciudad, un importante cambio en el Centro Histórico.
El objetivo de la administración xalapeña es colocar a esta capital a la altura de las mejores ciudades del país. Los siguientes seis meses, últimos de la presente administración, serán muy dinámicos. @luisromero85