¡Coches en vez de despensas!
Arturo Reyes Isidoro
Prosa Aprisa
2017-08-15
Son las cosas que uno no se acaba de explicar.
Una nota de Noemí Valdez en Notiver registró que la noche del viernes pasado el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez y el secretario de Educación de Veracruz Enrique Pérez Rodríguez ofrecieron regalar coches a maestros del Sindicato Estatal de Trabajadores al Servicio de la Educación (SETSE).
Ello ocurrió cuando el titular del Ejecutivo asistió al Estadio Xalapeño como invitado por el 55 aniversario de ese sindicato magisterial, propiedad de la maestra Acela Servín Murrieta, sindicato identificado con el PRI.
La joven reportera reportó que las unidades las ofrecieron para que fueran rifadas entre los setsistas, lo que, claro, desató los aplausos y las porras de los beneficiados.
Los maestros no sólo del SETSE sino de todos los sindicatos magisteriales se merecen eso y más, pero, ¿es este el mejor momento para ponerse dadivosos cuando las finanzas estatales, dicho por el propio gobernante, sufren la peor crisis de su historia y miles de veracruzanos enfrentan graves problemas por falta de ingresos, ya sea porque el propio gobierno despidió a sus jefes de familia o porque en general no encuentran empleo porque no se han generado fuentes de trabajo?
No hay más detalles del regalo y no se sabe si cada uno dio un solo coche o si fueron más, de qué marca, modelo y precio y si los pagaron con recursos públicos o de su bolsillo. Incluso si esto último hubiera sido el caso y hubiera manera fehaciente de probarlo, allá ellos con su dinero, pero no deja de ser ofensivo tanto alarde de pudientes cuando miles de familias veracruzanas se debaten en la urgente necesidad económica agravada por el despido que se hizo de miles de trabajadores al llegar la actual administración.
Por lo mismo, creo que los veracruzanos merecerían una explicación de dónde salió el dinero y si entonces si sí hay, porque se abre una interrogante y la duda queda.
¿Cómo se explica tal generosidad?
Trato de explicarme el por qué de esta decisión y no le quiero dar muchas vueltas al asunto, no he querido dárselas y recurro a la explicación que me parece más lógica: que como lo han apuntado ya varios compañeros columnistas, los llamados Yunes azules iniciaron ya la campaña por la gubernatura, que el gobernador pretende para su hijo.
¿Qué los precipitó? ¿Por qué ponerse a regalar coches al viejo estilo del PRI, como lo hicieron Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa con recursos de los veracruzanos precisamente una noche después de que el huracán “Franklin” había azotado parte del territorio estatal y dejado severas afectaciones y miles de dañados, que sufrirán las consecuencias quién sabe por cuánto tiempo más?
Me atrevo a pensar que porque los puso nerviosos o les preocupó que el PRI haya quitado candados para enfilar como su candidato presidencial a José Antonio Meade, lo que afianzaría la candidatura al Gobierno del Estado del senador José Francisco Yunes Zorrilla, un político serio, honesto, congruente e institucional, que tiene buena aceptación ciudadana y que de ser nominado sería altamente competitivo y les daría dura batalla hasta el grado de poder recobrar la gubernatura para su partido.
Sin duda, la guerra electoral ya comenzó. Dinero sí hay, ya se ve, pero será para invertirlo en un proyecto electoral. Los Yunes en el poder han abierto las hostilidades electorales que culminarán en 2018. Están en todo su derecho y la cuestión no está en el qué sino en el cómo, porque se supone que se debe predicar con el ejemplo y la congruencia por parte de un gobierno que anunció en su inicio con bombo y platillo que dada la situación que prevalece en el Estado haría de la austeridad su signo de distinción.
Habrá que ver si su forma, copiada de la vieja escuela del PRI, regalando coches en vez de despensas, les da resultado, cuando los ciudadanos ya están muy mosqueados luego de las dádivas de Fidel y Duarte que terminaron en un desastre para Veracruz. Pero cada quien su propia forma de matar las pulgas.
Y como lo hacían Fidel y Duarte para ganarse la simpatía de los docentes, el mandatario estatal ofreció también que el retroactivo del incremento salarial que corresponde a los meses de enero a junio de este año se pagará este martes 15 y que, además, este mismo 30 de agosto los maestros recibirán el 50 por ciento de la Compensación Única Nacional.
Pero no paró ahí. Anunció que rescatará el Instituto de Pensiones del Estado (IPE), ya que mientras que el Congreso aprobó apenas 750 millones de pesos de subsidio para el IPE, su gobierno entregará este año más de 2 mil millones de pesos para subsidiar a esta institución. Aunque no dio fecha precisa.
Por los maestros del SETSE y por los pensionados y jubilados, qué bueno. ¿Por los veracruzanos en general también? Otra pregunta obligada: ¿Todos los demás sindicatos magisteriales, cuando cumplan aniversario, también recibirán coches para que los rifen entre sus integrantes? Con una más: ¿Las autoridades electorales tomarán nota y aunque no se ha iniciado formalmente el proceso electoral lo tomarán como un acto adelantado de campaña?
Será una contienda muy pareja
La que viene o se ha iniciado ya será una contienda electoral muy pareja y la gubernatura, hasta que no se recuente el último voto, no estará segura para nadie.
Miguel Ángel Yunes Márquez, por el PAN, tendrá todo el apoyo de su apá, esto es, del Gobierno del Estado, lo que es una ventaja, aunque tiene la desventaja de que no ha recorrido el Estado como sus adversarios ni ha tenido el contacto con la gente de toda la geografía estatal, y se le conoce más por sus excesos verbales, por sus ofensas lo mismo contra Andrés Manuel López Obrador, a quien el pasado 22 de mayo durante un mitin en Xalapa no bajó de “viejo guango”, que contra el exgobernador Flavino Ríos Alvarado y el exsecretario de Finanzas Antonio Gómez Pelegrín a quienes en transmisión en vivo por Periscope increpó en forma intolerante y no los bajó de “cobardes” cuando intentaban dialogar con un grupo de alcaldes en la Casa Veracruz en noviembre del año pasado.
Cuitláhuac García Jiménez aglutinará en torno suyo mucho descontento popular, mucha inconformidad, pobreza y desesperanza ciudadana, con los ingredientes de que apenas el año pasado recorrió ya el camino y esta vez irá acompañado en las boletas por Andrés Manuel López Obrador, que será candidato presidencial; y José Francisco Yunes Zorrilla, si resulta nominado candidato por el PRI, podría traer el respaldo del candidato presidencial si éste resulta ser José Antonio Meade, pero también del Gobierno Federal, del gobierno del Estado de México y de poderosos sindicatos como el de los petroleros, de los burocrátas, de los ferrocarrileros, etcétera.
Casi están perfilados los que serán los principales candidatos y conforme se acerque el fin de año los veracruzanos estarán más atentos a ellos, calificándolos o descalificándolos. Ganará el que más empate con el ciudadano.
Buen detalle
Estuvo bien que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares haya acudido ayer a inaugurar el ciclo escolar en la Universidad Veracruzana (UV) su casa de estudios, de cuya Facultad de Derecho egresó, pero que además haya reiterado su apoyo a la UV para que administre sus recursos.
Javier Duarte de Ochoa tal vez porque no era egresado de nuestra universidad se alejó de ella además de que la dañó severamente en su presupuesto, y en los últimos años no acudió ni a la inauguración de cursos ni a los informes de la rectora Sara Ladrón de Guevara.
Dentro del ámbito de sus respectivas parcelas de responsabilidad, por el bien de toda la comunidad universitaria, es bueno que tanto la rectora como el gobernador mantengan la mejor relación. En general eso beneficia a todo Veracruz.
Para la rectora fue una fecha importante porque está por concluir su periodo para el que fue designada la primera mujer que llega al rectorado. Se ha registrado para buscar la reelección. Pudo haber sido el de ayer el último inicio de ciclo escolar que encabezó, pero también el último de su primer periodo y dentro de un año podría estar en el mismo lugar pero ya en el inicio de su segunda etapa como máxima autoridad universitaria.