Club Caballo Blanco

Renato P. Vázquez Chagoya

ARRIEROS SOMOS

2018-12-11

Hace como cinco años, cuando descubrí face book, encontré unas imágenes y una pregunta de la Licenciada Mayte Monraga, que deseaba saber sobre la existencia de un Club llamado Caballo Blanco en Minatitlán, Ver.

Antecedentes

Había oído de otros clubes sociales en el siglo siglo XX en nuestro solar veracruzano, pero ignoraba que hubiese existido uno con el nombre de Caballo Blanco.

Me intrigó. Anduve indagando, pero nadie daba razón de tal grupo social.

Averigüe, por ejemplo, que en el primer tercio del siglo XX, que en el mítico estadio de Wembley, en Inglaterra, en el marco de su inauguración y de la Exposición Imperial Británica de 1924, en un juego de fútbol entre los equipos de Boston Wanderers y el West Ham United, sucedió un incidente que merece ser narrado:

-“El 28 de abril de ese 1924, una verdadera muchedumbre se acercaba al Wembley. Las puertas del estadio se abrieron a medio día, tres horas antes de la patada inicial. Rápidamente el aforo de 125 mil espectadores se vio colmado, pero la afluencia de público no cesaba y comenzaron a colapsar los accesos.

-“La policía intervino formando un cerco para impedir el ingreso, pero duró poco, la multitud desbordó las barreras y se abrió paso hacia las gradas, obligando a los que ya se encontraban allí a invadir el campo de juego. El partido estuvo a punto de suspenderse, los jugadores del Boston no podían alcanzar la zona de vestuarios y el caos era total.

-“La inminente llegada al estadio del rey de Inglaterra, Jorge V, encargado de entregar el trofeo, obligó a la policía a recurrir a su división de montados para tratar de dispersar a la gente del terreno de juego”.

El incidente que inmortalizó ese juego, fue la presencia de un imponente caballo blanco, montado por el policía George Scorey, quien ante la invasión del terreno y habiéndose retrasado 55 minutos el inicio del juego, hizo que el equino trotara frente a los aficionados para replegarlos hacia la línea del campo y delimitar la zona de juego y así empezar el partido.

Se calcula que a este juego asistieron 200 mil espectadores, que ocuparon hasta las líneas de cal, a la vera del campo de juego. Ganó el Boston 2 a 0, con un gol a los dos minutos de David Jack y otro muy controvertido en el que los jugadores de West Ham protestaron porque el público devolvió una pelota que se iba afuera y el escocés Jack Smith, silbando bajito, siguió con la jugada y selló el marcador”.

Eso fue en Inglaterra, pero ¿en Minatitlán?

La información

Y como dicen que preguntando se llega a Roma, insistí entre mis conocidos, hasta que encontré a mis amigos Daniel y Paula Barradas Chacón, que contactaron a su tia María de los Ángeles Chacón San José , mejor conocida como “La güera Chacón”, quien radica en la capital de la república, que al fin pudo hacernos luz sobre el famoso Club Caballo Blanco.

Y para contárles la historia, tengo que hacer “un poco de historia”.

La Intervención Francesa inició el 7 de enero de 1862, con la llegada de las tropas francesas al puerto de Veracruz. La misma terminó el 19 de junio de 1867, cuando fueron fusilados Maximiliano de Hapsburgo, Miramón y Mejía, en el Cerro de las Campas, en Querétaro, Querétaro.

Cuando los conservadores instauraron el imperio francés en nuestro país, llegarían a las costas veracruzanas y específicamente a Veracruz, Maximiliano y Carlota, a bordo de la fragata Novara, un 28 de mayo de 1864.

Aquí nos comenta María de los Ángeles:

-Desde luego, que al iniciar el Imperio Francés, Maximiliano y Carlota necesitaban de su corte real. Entre las damas que integraron el séquito de Carlota llegaría Matilde Sounier, que por su belleza causaría furor entre la intelectualidad mexicana.

-Salvador Díaz Mirón quedó prendado de la joven Matilde, a la que compuso varios poemas. Para muestra dos de ellos cortos y uno más largo:

A MATILDE:

Cuando la noche tienda su manto
Y al cielo cubra negro capuz
Allá en el éter nos reuniremos
A par mirando la misma luz

Así dijimos cuando partiste
Cuando el destino nos separó
Después yo supe que no cumpliste
La misma estrella me lo contó.

A MATILDE:

Detenerme, cuajar vana congoja
La cabeza no manda al corazón
Prohíbe al aquilón que alce la hoja
No a la hoja que ceda al aquilón

Cuando el torrente por las cauces
Haya de pronto un dique que le dice atrás
Podrá saltar a desquiciar la valla
Pero ponerse a desandar ¡jamás!

¿Por qué te adoro y a tus pies me arrastro?
¿Por qué se empañan en volverse así?
La aguja al Norte el heliotropo al astro
La llama al cielo y mi esperanza a ti.

MATILDE

¡Si yo tuviera aliento como el águila
que se remonta a la región azul,
me elevaría a la mansión espléndida
donde se sienta el Padre de la luz!

Y postrado a sus pies como los ángeles
que bendicen su altísima bondad,
le pidiera la música del céfiro
y el murmullo pacífico del mar;
le pidiera la voz dulce y monótona
del viento en la desierta soledad,
y el gemido del aura melancólica
cuando calma la ronca tempestad.

Y le pidiera más: la voz magnífica
y el arpa melodiosa de David;
y mucho más: la inspiración profética,
¡y todo, todo, por cantarte a ti!

Sí, por cantarte a ti, beldad seráfica,
por cantarte, dulcísima mujer,
aunque dejaras mi plegaria trémula
en alas de la brisa perecer.

Cuando tus ojos de paloma tímida
se humedecen al tacto del dolor,
y se desprende de ellos una lágrima
que pasa y moja tu mejilla cándida,
¡me pareces un ángel del Señor!

Y cuando miro tu cabello undívago
de tus blancas espaldas en redor,
cayendo como leve manto de ébano
y sombreando tu semblante lánguido,
¡me pareces un ángel del Señor!

Cuando te veo que la frente humillas
balbuceando una mística oración,
y empapadas en llanto tus mejillas,
¡me pareces un ángel de rodillas
demandando con lágrimas perdón!

¿Lloras? ¿Acaso entre tu pecho gime
tu leal e inocente corazón,
o algún recuerdo de dolor le oprime?
¡Llora, sí, que llorando eres sublime,
y aún eres más sublime en la oración!

-Salvador Díaz Mirón llamaba a Matilde “mi primera novia”. ¿Qué sucedió entre ellos? Se ignora. Aunque sí sabemos que mi bisabuela Matilde casó con Aurelio Royo.

-Dicen que doña Matilde era muy bella y que mi abuelita Altagracia había salido menos agraciada pues la comparaban con su mamá, admirada por muchos poetas que escribieron poemas y se quisieron casar con ella.

Bien. ¿Qué tiene que ver estos antecedentes con nuestro enigma del Club del Caballo Blanco?

Mucho, porque María de los Ángeles Chacón San José, quien nos regala esta información, es bisnieta de la bellísima Matilde Sounier y de alguna manera el Imperio Francés de Maximiliano y Carlota, tiene conexión con esta historia.

Minatitlán fue invadido por los franceses comandados por Stoeclin el 17 de julio de 1863y desocupado el 24 de marzo de 1864. Entre esas fechas -18 de octubre de 1863- se da la batalla heroica de Totoapan del Cantón de Minatitlán (ahora territorio municipal de Cosoleacaque), donde las fuerzas armadas mexicanas derrotan al considerado mejor ejército del mundo.

Diría el General Alejandro García, sobre la desocupación militar francesa de la región sur de Veracruz, que: “VERACRUZ MANTIENE SU ESPÍRITU PATRIÓTICO. LA COSTA DEL SOTAVENTO NO SE RINDE. ES LA PRIMERA REGIÓN QUE DISFRUTA DE LA EMANCIPACIÓN DEL YUGO EXTRANJERO”.

Ya en nuestra historia

Nos comenta María de los Ángeles:

-En donde están las oficinas de la Sección No. 10 del STPRM, antes existió una edificación que empezó a construir el 4 de febrero de 1867, su dueño y comerciante Don Daniel Price se la vendió a don Ricardo Leetch y éste a la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, S. A. de C. V. Ambos personajes eran exportadores de madera y ricos comerciantes avecindados en Minatitlán. La fecha de inicio de la construcción de la “Casa Amarilla”, consta en un documento encontrado en una de las columnas del edificio demolido. Se desconoce en poder de quién está.

-Esa construcción que en sus últimos días llevó el nombre de “Casa Amarilla”, ubicada en la esquina de Iturbide y Zamora del centro de la ciudad, fue demolida entre y febrero y marzo de 1963, para dar paso al actual edificio de la Sección 10 del STPRM.

-El comercio de Minatitlán y sus alrededores era próspero. Negociaban madera de caoba, encino y pino. También se comercializaban aves, ocelotes, tigrillos, víboras, etc.

María de los Ángeles establece comunicación con otros minatitlecos para ampliar la información y de Javier Rodríguez Jara nos regala estos comentarios:

-“Mi querida Güera, la Casa Amarilla ubicada en la esquina de Iturbide y Zamora donde se edificó el edificio de la Sección 10 del STPRM fue sede en la planta baja la Agencia de Ventas de Pemex y en la planta alta el hotel de solteros para los funcionarios de la empresa. A un costado donde se edificó el Cine Auditorio era el patio de la Casa Amarilla donde se hallaba una bodega y una bomba de gasolina que despachaban el combustible a los autos y la venta de petróleo y diésel. Más adelante estaba la casa del tío Adolfo Rocha de dos pisos donde vivía en la planta alta y abajo tu tío Manuel fundó La Opinión en 1934, el 9 de agosto. Con relación al club no recuerdo nada salvo el bar Caballo Blanco bajo el Hotel del Trópico hace años.

Continúa Javier Rodríguez Jara:

-“No perteneciendo a los petroleros, alojaba mexicanos y extranjeros. En ese entonces (1900), era zona maderera hasta que en 1906 Don Samuel Pearson e hijo obtienen la Compañía Mexicana de Petróleo “El Águila” y empiezan a venir los extranjeros y así más o menos nació la Refinería de Minatitlán, pero todavía ni tú abuelito nacía y ya existía la Casa Amarilla que era de madera.

¿El Club Caballo Blanco en las colonias petroleras?

Recurrí a quienes dejaron constancia de sus vivencias aquí en Minatitlán y encontré testimonios de Don Anatolio Ramos Ramírez y de Franz Bloom, el primero nativo de Minatitlán y el segundo originario de Dinamarca, quien vino a trabajar a la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, S. A. de C. V.

Don Anatolio Ramos Ramírez, autodidacta, político y cronista, en sus colaboraciones en los periódicos de la región y recopilados en un libro llamado “Viñetas del Pasado”, editado en 1988, deja este tipo de reseña:

-“El asentamiento humano que los ingleses denominaban “North Gate” y que nuestra gente llamaba “Portada Norte”, era una colonia extranjera en la que convivían solamente cuatro o cinco mexicanos. Ocupaba un perímetro irregular de la cima de la loma de la Refinería de “El Águila”, a ambos lados de la vía del ferrocarril, a la entrada de la factoría.

-“La parte central de esa parte se usaba para que de tarde en tarde anduvieran en ella de paseo, jinetes grandes y chicos, en hermosos caballos propiedad de la empresa”.

Debo aclarar que la colonia “North Gate” o “Portada Norte”, los que nacimos a mitad del siglo XX, la conocimos como colonia “Primero de Mayo”.

Aunque es importante el hecho de que una de las distracciones en la colonia Portada Norte o North Gate era la cabalgata “de tarde en tarde”, eso no marcó la existencia de algún club hípico con el nombre de “Caballo Blanco”.

El danés Frans Blom, en las cartas que remite a Dinamarca a su señora madre, incluidas en un libro llamado “En el lugar de los grandes bosques”, editado en septiembre de 1993 por el Instituto Chiapaneco de Cultura, menciona:

-“…Para operar la refinería trajeron especialistas de todo el mundo, por lo que convivieron en Minatitlán.… rusos, rumanos, holandeses, franceses y gentes de las más remotas extrañas colonias inglesas… Tal concurrencia origino la necesidad de vivienda”

Viniendo de Coatzacoalcos, Frans Blom relata que desembarcó el 27 de octubre de 1919 en los muelles de la refinería propiedad de la Compañía Mexicana de Petróleo “El Águila”, S. A. de C. V., y después de hacer algunos trámites fue llevado a su dormitorio:

– “Cruzamos la refinería entre los grandes edificios de la fábrica -Las oficinas de la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila,, S. A. de C. V., originalmente estaban ubicadas en la orilla del río-, pasamos por un establecimiento de calderas, tanques y montones de tambos y estaciones de bombeo. De nuevo otra vez por la selva, en quince minutos llegué a Tacoma (Tacoteno), donde me recibieron en la estación y me llevaron a mi dirección. El pueblo consiste en dos grandes filas de casas de ladrillos rojos, que tienen techos de tejas…”.

Ya para el 16 de noviembre de 1919, Frans Blom consignaría:

-“…Tacoteno está habitado por gente de todo el mundo, rusos (yo vivo cerca de un viejo ruso robusto, que toma su botella de habanero cada día, nunca toma hasta quedar borracho, sólo para entonarse, el día que no pueda conseguir alcohol estará listo para el manicomio, pobrecito, ya tiene 21 años aquí, de modo que puedo entenderlo), rumanos, holandeses, franceses y gentes de las más remotas y extrañas colonias inglesas, jóvenes mandados directamente desde Londres, vestidos a la moda, que escriben a máquina y patean a los niños”.

El danés analizó el carácter de la gente que vive en el “Pueblo de Tacoteno”:

-“La mayor parte de la gente es un poco rara, cada quien a su propia manera, pero esto no me extraña, porque gente que ha vivido la mitad de su vida en un lugar tan remoto se vuelve excéntrica. Si los dejas vivir en paz, es fácil convivir con ellos. Como te indiqué, hay muchos tipos de deportes que practican, yo he jugado todos: tenis, fútbol y gimnasia. Dos o tres veces por semana monto a caballo y los domingos voy de caza. Sin estos deportes y sin libros estaría muy aburrido o me haría un borracho, ni la primera ni la segunda opción me atraen”.

Describe Blom sus ocupaciones:

-“Somos acá cuatro o cinco jóvenes, que cazan, montan y juegan tenis todo el tiempo; nos consideran un poco locos, los más indolentes de la colonia, pero prefiero esto que sentarme en un club a culpar al gobierno mexicano, criticar a los altos políticos y discutir los proyectos de paz, y eso, desde un campamento de la selva. Campamento no es realmente su nombre, TODO ES GRANDIOSO ACÁ, hay enormes habitaciones, un club, un gran gimnasio, un restaurante y un cine, pero eso no nos ayuda mucho.

-“Es un pequeño imperio extraño, rodeado de grandes bosques y pantanos; tiene su ferrocarril propio, telégrafos, su planta de luz, fábrica de hielo, sistema de agua potable y correos que se ocupa de los mensajes de toda el área, una gran tienda donde puedes comprar de todo, ropa, muebles, alimentos, tabaco, herramientas, etcétera”, diría hablando de Minatitlán.

-“Pasamos las noches en el campo –relata Frans Blom–, el lunes jugamos a las cartas, el martes tenemos clases de español, el miércoles vamos al cine, el jueves hacemos gimnasia, el viernes bailamos, catorce pobres muchachas inglesas, más o menos atractivas, son sacudidas por 50 caballeros, quienes bailan con ellas hasta dejarlas medio muertas de cansadas y a la vez felices, los sábados y domingos vamos a fiestas pequeñas, invitados por una u otra familia. Este es el plan general, pero no estamos obligados a seguirlo”.

“Una vez empezamos a jugar polo a las doce de la noche bajo la luz de la luna, durante el juego hubieron golpes fuertes en las cabezas QUE LA LOCURA SE FUE A SU CASA”.

El Historiador Martín Aguilar señala que la construcción de ambas colonias se hizo en la década de 1910 a 1920 y que alguien le señaló que el “Pueblo de Tacoteno se inauguró en 1916 y el de North Gate, en 1911. O sea, que la colonia “North Gate” era más antigua que la actual colonia “18 de Marzo”.

¿Y el Club del Caballo Blanco?

María de los Ángeles Chacón San José, nos aclara esa incógnita:

-El Club Caballo blanco nació en la Casa Amarilla o casa de solteros de la Compañía Mexicana de Petróleos El Águila, S. A. de C. v., y eran solteros ingleses sus fundadores; cuyas sesiones principales consistían en jugar pokar o ajedrez; practicando la cacería o la pesca, durante los aburridos fines de semana en un pueblito perdido en una selva mexicana, tan lejos de Inglaterra: Minatitlán.

-Con el tiempo, los solteros extranjeros se casaron o regresaron a sus países de origen y tenemos que entender que fue a consecuencia de la Expropiación Petrolera de 1938 y… de pronto, los solteros ya fueron mexicanos, quienes siguieron la tradición.

-La membresía se perdía al contraer matrimonio y parte de los ritos de despedida eran los regalos de plata de los que se ha comentado ya.

-Al desaparecer la Casa Amarilla, al dispersarse a los solteros mexicanos en las casas ad hoc en la Primero de Mayo y en la 18 de Marzo, se extinguió la cofradía.

Ya entramos en materia

María de los Ángeles comenta a sus sobrinos Paula y Daniel:

-“El Club Caballo Blanco era un club de solteros que vivían en la Casa Amarilla, que era de madera, regularmente funcionarios de Petróleos Mexicanos. Después esos personajes se casaban con las de Mina, como en mis tiempos, pero no había todavía un hotel para solteros. En mis tiempos se hospedaba en el Hotel del Trópico o en el Oasis. Éste estaba frente al parque por el rumbo de la Parroquia de San Pedro Apóstol. Después Pemex construyó el Hotel de Solteros, primero en la Colonia Primero de Mayo, donde estuvo una construcción conocida como la “120” y luego en la actual Colonia Petrolera.

-Algunos de esos personajes solteros, de los que me acuerdo, y espero te sirvan, vivieron en la Casa Amarilla y pertenecieron al Club del Caballo Blanco, fueron:

Porfirio Pineda (López),
Pantaleón (Mateu) Bencomo,
Juan López Parra,
El Guero Wood (Manuel Wood Aguirre),
Francisco Sagahón,
Dr. José Benito Salinas,
Los hermanos Cevallos, uno de ellos fue Alonso, pero del otro no me acuerdo. (NR. Debió haber sido Víctor Miguel),
Señor Leetch,
Ing. Javier Contreras,
Ing. Rafael Garcés,
Ángel Chacón Royo,
Cutberto Azuara,
Fermín Maza Parra, y
Tiburcio Ramos.

-Y algunos más, cuyos nombres no recuerdo.

-Eran muy pocos los que tenían profesión. Algunos eran ingenieros y otros doctores, más los del lugar como en el caso de tu abuelito Ángel y la mayoría de los Chacón que aprendieron de los ingleses y holandeses.

La conexión: Imperio Francés y Minatitlán

María de los Ángeles Chacón San José nos ilustra sobre su ascendencia.

-Matilde Sounier casó con Aurelio Royo, como ya vimos. Entre su descendencia está Altagracia (Altita), que se casó con José Chacón. Altagracia es la madre de don Ángel Chacón Royo. Ángel se casó con María Antonia San José Rocha.

-La descendencia de Ángel y María Antonia somos: Ángel Mauricio (+), Teresita del Niño Jesús (+), María de los Ángeles y Rosa Chacón San José (+).

-Más o menos para que te des una idea –señala María de los Ángeles a sus sobrinos Paula y Daniel- yo tuve rastros del Club Caballo Blanco por el regalo que les dieron a mis papás en 1944 cuando se casaron y donde despedían del club a mi papá. Y también por qué mi papá hablaba muchos de los ingleses entre ellos Mrs. Pearson y algunos más que él conoció J. Ryder, J.W Burns. Yo creo que con esos trabajó hasta la expropiación.

-Mi abuelo… -dice a Paula y a Daniel-, tu bisabuelo José Chacón participó en la Revolución Mexicana, en las batallas de 1914 contra los Carrancistas. Era tan intrépido que mii abuelita siempre lo alentaba. Le decía “Arriba Chacón”, pasándole las cananas y el rifle, mandándolo por delante. Tenía fama de muy valiente. Naturalmente, murió muy joven.

Conclusión

Finalmente, pensé que el Club Caballo blanco, pudo haber tenido su origen en alguna disciplina deportiva. ¿Un club de intelectuales? ¿Un club hípico? ¿Algún club de ajedrez? ¿Espías en las guerras mundiales? Nada de eso hallé.

Las fotografías de la charola y del jarrón que acompañan esta reseña fueron proporcionadas por María de los Ángeles Chacón San José, a través de sus sobrinos Paula y Daniel Barradas Chacón, que fueron obsequiados por el Club Caballo Blanco a María Antonia San José y Ángel Chacón Royo, el día de su boda, para despedir a éste de su real soltería y como miembro del club.

Las fotografías del anillo me las proporcionó gentilmente la Lic. Mayte Monraga, que seguramente usaban los miembros del club, mientras permanecían solteros.

A todos les agradezco sus finas atenciones.

¡Ah!, se me olvidaba.

El Club Caballo Blanco era una cofradía en torno al gusto por una famosa marca de wiski, de moda, de principios del siglo XX: “White Horse”.