“Cuando México intentó invadir Guatemala…”
Por Francisco Vargas Perales
CON DERECHO A RÉPLICA
2020-01-21
El mexicano siempre ha tenido el espíritu patriótico muy acendrado y también ha tenido la ocasión de demostrarlo, no sólo durante la Guerra de Independencia y la Revolución de 1910, también sacó la casta durante la Segunda Guerra Mundial, en donde aguiluchos mexicanos participaron con el Escuadrón 201 junto a pilotos de los Estados Unidos, donde entraron a combate en las islas Filipinas destruyendo fortalezas niponas. Como se recordará, entre estos pilotos estaba el teniente piloto aviador tuxpeño Fausto Vega Santander, que resultó muerto en una acción de guerra.
Recuerdo que era yo un chamaco, cuando escuche comentar a personas de esta población, en el mes de diciembre de 1958, que aviones del gobierno guatemalteco habían ametrallado a cinco barcos pesqueros mexicanos que pasaron a pescar en aguas de Guatemala. En esta acción habían sido hundidos dos de los cinco barcos y habían sido muertos tres marineros mexicanos y catorce resultaron heridos. Los barcos restantes fueron capturados por lanchas patrullas de la marina de esa nación.
El descontento a esta acción, que se tomó como una ofensa para México, se dejó escuchar entre la población de este país, sobre todo en esta costa de Veracruz. Los adultos estaban atentos en este puerto a los noticieros radiofónicos de las estaciones XEFW de Tampico y XEW de la ciudad de México, que eran las señales radiofónicas que llegaban a esta región con más potencia, en aquel entonces no había televisores en esta ciudad y si se trataba de estar enterado de las noticias a nivel nacional e internacional había que escuchar los noticieros que estas estaciones radiofónicas transmitían muy temprano del día y a las 8 de la noche.
Ya había salido de su mandato gubernamental Don Adolfo Ruíz Cortines, Presidente de la República que durante su gobierno había apoyado a la pesca del país con su “marcha al mar”. Tenía escasamente tres meses de que Don Adolfo López Mateos había tomado posesión del gobierno de México cuando sucedió este hecho. Los pescadores mexicanos fueron hechos prisioneros, los heridos fueron llevados a una prisión militar; todos fueron tratados como prisioneros de guerra. El gobierno de Guatemala emprendió un juicio reclamando multas de los infractores para poder devolver los barcos y liberar a los detenidos.
El primero de enero de 1959, el embajador mexicano en Guatemala protestó el ataque a los barcos mexicanos y pidió la liberación de los pescadores y sus embarcaciones, aclarando que no se trataba de barcos de guerra y se tenía que indemnizar a los afectados por los daños causados en este ataque injustificado. Esto obligó al pueblo de México a romper relaciones con Guatemala, el presidente de la república Guatemalteca era el dictador Miguel Ydígoras Fuentes. Según se comentaba, Ydígoras planeaba una invasión a México. La Secretaría de la Defensa Nacional y la Fuerza Aérea Mexicana se preparaban también para en caso de tener que entablar combates con soldados de aquella nación. México contaba con suficientes barcos de guerra que había comprado a los Estados Unidos, así como aviones y armamento.
El pueblo mexicano estaba dispuesto a lavar la afrenta, que así consideraban que había cometido el ejército guatemalteco, el Servicio Militar Nacional se había instituido el 19 de agosto de 1940, los mexicanos que cumplieron con este servicio sabían que de enfrentarse las dos naciones vecinas serían llamados a encuadrarse a la reserva del ejército y comentaban que lo harían con gusto. A los T28 del Escuadrón 201 les fue ordenado hacer vuelos de patrullaje a lo largo de la frontera de Guatemala y practicar vuelos rasantes sobre las tropas guatemaltecas con el fin de hacerlos disuadir de cualquier acción.
Notas periodísticas de la época daban cuenta que en la ciudad de México hubo una manifestación de 500 mil personas en apoyo al presidente Adolfo López Mateos, también hay quién desmiente tal versión. Se comentó en su momento que el plan de México era conquistar Guatemala en dos meses. Escuadrones de combate mexicanos estaban listos para atacar la base aérea militar de la Aurora en la ciudad de Guatemala. A esto el gobierno de México le llamó “Operación Gaviota”. Cuando ya todo estaba listo para la defensa del país y el ataque a la vecina nación, todo se resolvió por la vía diplomática.
Aquí lo escrito por el doctor Samuel Banda, un conocedor del tema: “Guatemala lamentó haber tenido que usar la violencia contra los barcos pesqueros. México lamentó que los pescadores mexicanos entraran a territorio guatemalteco sin el conocimiento del gobierno mexicano y aseguró que dichas actividades no continuarían y que iba a restringir esa conducta por medio de Guardacostas de la Armada de México. Guatemala aceptó indemnizar a los pescadores heridos y a las familias de aquellos muertos, así mismo aceptó negociar las reparaciones de los barcos y se reservó el derecho de prevenir la pesca ilícita en sus litorales. Ambos gobiernos aceptaron desarrollar un convenio para prevenir dificultades similares y aceptar la mediación de la Corte Internacional de Justicia si fuera necesario en el futuro”.