El capricho de Morena que costará caro

Bernardo Gutiérrez Parra

Desde El Café

2021-05-03

El 7 de abril del 2005 el Pleno de la Cámara de Diputados erigido en Jurado de Procedencia, aprobó con 360 votos a favor, 127 en contra y 2 abstenciones, el desafuero del entonces jefe de gobierno del DF Andrés Manuel López Obrador.
¿Cuáles fueron los antecedentes?

El 11 de marzo de 2001, el propietario de un terreno llamado El Encino expropiado por la entonces jefa de gobierno Rosario Robles en noviembre del 2000, demandó al Distrito Federal por expropiación incorrecta y promovió un amparo que le fue concedido hasta que el asunto se aclarara en definitiva.

Según el querellante, López Obrador desobedeció esta orden varias veces. Bajo código criminal, esto es un delito menor que amerita un apercibimiento y acaso una multa. Pero de ahí se agarró el Presidente Vicente Fox para promover el desafuero porque el tabasqueño crecía, crecía y crecía como aspirante a la presidencia en 2006.

Uno de los que bajó el pulgar para mandarlo al cadalso, fue el priista de 56 años Gustavo Moreno Ramos (hoy un anciano venerable de 72) que reía socarrón mientras 359 de sus compañeros principalmente del PRI y el PAN votaban también a favor del desafuero.

López Obrador era para Gustavo punto menos que un delincuente violador de la ley. Si como paradoja el tabasqueño la viola ahora cada vez que se le pega su gana, en aquel entonces no actuó de mala fe, pero como la consigna era tundirlo, se ensañaron con él al grado que estuvo a punto de ir a la cárcel.

Y la vida siguió su curso.

Mientras López Obrador comenzó un periplo que lo llevaría años más tarde a la presidencia, Gustavo Moreno Ramos siguió sacándole jugo a la dirigencia de la sección 32 del SNTE, a la delegación del ISSSTE y brincó al partido Nueva Alianza del que fue diputado local.

También se hizo amigo de Javier Duarte que lo nombró sub secretario de Agricultura y un buen día amaneció más moreno que la piel de Salgado Macedonio. Ya como miembro de ese partido pasó por la coordinación de becas Benito Juárez, donde su actividad más sobresaliente fue correr al personal en plena pandemia.

Al tipo no le ha ido mal… nada mal. Aunque si la justicia fuera pareja una investigación a sus haberes demostraría que no empatan, ni por equivocación, con su sueldo devengado como funcionario
público y ex dirigente magisterial.
Pero como militante que es de Morena se purificó en automático.

Mañana martes comenzará su campaña como candidato de ese partido a la diputación local en el distrito de Misantla y esto tiene desquiciados a los morenos de aquella zona que nomás no lo quieren como su legislador.

“Lo que están cometiendo las dirigencias nacional y estatal de Morena junto con el gobernador Cuitláhuac García, es un atropello al distrito de Misantla y un capricho que va a costar caro. No me explico cómo, si a Gustavo le ofrecieron la candidatura hace tres años y la despreció, insistan en volvérsela a dar” me dijo un furioso morenista de ese distrito.

El descontento de la militancia junto con el nombre de Gustavo Moreno Ramos, llegaron a la mañanera el pasado viernes cuando una reportera cuestionó al Presidente López Obrador sobre la calidad moral de este sujeto.

La periodista le recordó que en 2005 Gustavo fue uno de los que le dieron la puñalada por la espalda y también lo enteró que los morenos de la región están lo que le sigue a furiosos porque le están otorgando la candidatura que no quiso aceptar hace tres años.

López Obrador contestó que el pueblo de Veracruz es muy avispado y no se deja chorear. “El veracruzano es muy despierto, si el candidato es malísimo, se van a dar cuenta”, sentenció.
El asunto es que ya todo mundo sabe que ese tipo es impresentable como aspirante a legislador pero tanto Morena como el gobernador insisten en sostenerlo. Mientras los Morenos tienen la certeza de que con Gustavo como candidato, es casi seguro que se vaya por el caño la consolidación de la 4T en aquella región.


El gran reto de la reconciliación nacional
El mayor reto que tenemos en este momento de adversidad, sin lugar a dudas, es lograr la reconciliación nacional y dejar atrás la siembra de odio y rencor que nos divide e impide presentar un frente común a los retos de salud pública, la crisis económica y por supuesto al flagelo de la inseguridad, dijo Américo Zúñiga Martínez.

El candidato de la coalición “Va por México” a la diputación federal por Xalapa Urbano, indicó que en materia de salud hoy estamos en la lógica de la emergencia sanitaria, pero se debe trazar una ruta de prevención desde el fomento a una vida saludable mediante el deporte y la alimentación, al tiempo que debe resolverse el abasto de medicamentos para el sector salud del país.
Sobre su preocupación por la crisis económica comentó. “En ese sentido, estamos proponiendo impulsar paquetes fiscales de apoyos e incentivos a las micro, pequeñas y medianas empresas y el respaldo a emprendedores, para lograr dinamizar la economía y levantarnos del peor derrumbe económico del México contemporáneo”.

Consideró que hoy Xalapa vive una postración económica que se debe de atender, pero también en materia de seguridad se deben impulsar políticas de recuperación del espacio público, con actividades de convivencia y activación social, desde lo familiar. Pero también diseñar un protocolo nacional de tolerancia cero, para erradicar delitos menores e impulsar la cultura de la legalidad.
Américo agregó que es fundamental detener la destrucción de la vida institucional, recuperar la división de poderes, evitar el imperialismo desde Palacio Nacional y proteger la democracia.
Y como siempre que tiene oportunidad, reiteró su apoyo a los jóvenes. Esta vez lo hizo en el evento intercolegial de baile 2021 donde dijo que serán los jóvenes, los que saquen adelante a Veracruz y al país.
bernardogup@hotmail.com