Cuando todo estaba planeado para hacer fiesta, cuando todo era felicidad, cuando las botellas de champán estaban listas para abrirse y festejar con todo el triunfo de la farsa de farsas llamada revocación de mandato, aun pasando por encima de la Ley, violándola a diestra y siniestra, desde el Presidente hasta el más humilde de los funcionarios de la 4T, cuando las cosas pensaban que les podían salir y a Don López Obrador entregarle excelente cuentas, viene la chinitas gente conservadora, FIFI, neoliberales y los malditos del INE y descomponen todo, se la lleva la fregada a la mentada consulta de revocación del Presi y su flota. La razón pues muy fácil, salieron los del INE a decir que la famosa consulta de revocación de mandato tuvo un total aproximado de entre 17 y 18.2% de participación ciudadana, es decir, algo así como 17 o 18 millones de votantes, entre acarreados y voluntarios, verdaderamente un fracaso rotundo, ya que ellos esperaban superar los 20 millones de votos, cosa que no sucedió. Lejos muy lejos se quedaron de sus 30 millones que al día de hoy solo son sueños guajiros.
Ni el acarreo, ni el dinero público destinado a pagar publicidad, eventos, sobornos para ir a votar, ni las amenazas a los trabajadores de gobierno de los tres niveles gubernamentales, ni las constantes violaciones a la Ley Electoral del Presidente y de todo su gabinete, nada de eso sirvió para cumplir con la meta establecida, y lo peor del caso es que muchos están festejando como lo hizo Cuitláhuac García Jiménez, quien antes que nadie y para no recibir un regaño por su enorme falla en la operación acarreo de votos, sale a decir que un millón cien ciudadanos votaron en la revocación aquí en Veracruz de un padrón de más de 5 millones, y ese millón del que habla aún está por verse hasta que se den los números oficiales por parte del INE. ¿Entonces que carajos festeja?
Así pues, con esta farsa de ejercicio democrático, se consolida el rechazo casi generalizado al Presidente y su movimiento, que a decir verdad todos los días sigue cayendo de la gracia de la ciudadanía, y de muchos de sus camaradas de partido, pero también hay que decirlo, de todo esto el único culpable es el propio Andrés Manuel, bien dicen, el peor enemigo de López Obrador es el mismo. Lo sucedido el día de hoy, no es más que la muestra de un México cansado de las mentiras de un personaje que odia decir la verdad, que señala como culpables a todos, menos a lo que ellos hacen o dejan de hacer, que tiene divido al país, que se confronta con todos hasta con su sombra, alguien que a estas alturas ya se ve cansado, mermado de salud física y mental, envejecido, con un país incendiado y para colmo sin ningún plan de contingencia para salvarlo.
¿Qué sucederá con Andrés una vez que acabe su pobre e insípida Presidencia de la Republica?, ¿Para donde se ira?, sigo pensando que es muy probable que le espere el destierro, el exilio, la humillación y el desprecio de los mexicanos, al menos de la inmensa mayoría, su tumba y su destino se lo está formando él mismo, nada más. Así que, es mejor que empiece a pensar que será de su figura desfigurada, el tiempo se le acaba y al final le aplicaran la frase aquella que dice: Viva el Rey, muera el Rey”, de eso pueden estar seguros. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com