Hace nueve días chocaron en Twitter la secretaría de Energía, Rocío Nahle, y el ex presidente Felipe Calderón por un comentario que el ex mandatario panista hizo en esa red social por un texto que el columnista Mario Maldonado, de El Universal, publicó acerca del sobrecosto de la refinería de Dos Bocas y los presuntos negocios de la familia de la titular de la Sener.
“Y eso que no hablan de la empresa del compadre de la Secretaria @rocionahle, Arturo Quintanilla Hayek, cuya empresa ‘Huerta Madre’ ha recibido contratos por miles de millones de pesos en Dos Bocas. Habían de bordar esta información en el pañuelito sagrado”, escribió Calderón Hinojosa.
La aspirante de Morena a la gubernatura de Veracruz le contestó al ex mandatario de Acción Nacional: “Para su conocimiento el Sr. Quintanilla no es dueño ni socio de la empresa que usted menciona. Ya entregué en el Senado al representante de su partido (PAN) el acta constitutiva de Huerta Madre. Ni familiares ni amigos están en el proyecto ¡esa refinería que yo SI pude hacer!”, en alusión a la llamada Refinería Bicentenario que en 2009, tres años antes de que concluyera su administración, Calderón empezó a construir en Atitalaquia, estado de Hidalgo, de la que sólo levantó, con un costo superior a los 620 millones de dólares, la barda perimetral que rodean las 700 hectáreas donde se había proyectado edificar dicho complejo petroquímico que pretendía producir 250 mil barriles de gasolina al día y que crearía 32 mil empleos directos e indirectos.
Los tuiteros que reaccionaron a esta publicación dudaron, en su mayoría, del deslinde de Nahle de su compadre Quintanilla Hayek, hijo del fallecido ingeniero Jaime Quintanilla Garza, fundador de la empresa Gravas del Sureste, S.A. de C.V. dedicada principalmente a la extracción, clasificación y comercialización de materiales de canto rodado con altos contenidos de sílice.
Un cibernauta inclusive publicó el 5 de febrero pasado el contrato que hace un año el Gobierno de México le otorgó por 305 millones 533 mil 006 pesos con 47 centavos a esta empresa de Quintanilla Hayek para “reforzamiento de muelles en el Puerto Comercial de Salina Cruz, Oaxaca.”
La vigencia de este millonario contrato, difundido por un usuario de Twitter el 5 de febrero pasado, abarca del 27 de diciembre de 2021 al 26 de diciembre próximo.
Pero hace cuatro años, todavía como senadora por Veracruz, Nahle gestionó el proyecto de un relleno sanitario en el sur de la entidad para sustituir el tiradero a cielo abierto de Las Matas, donde se arrojan diariamente cientos de toneladas de desechos sólidos de los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.
¿Y quién era el beneficiario de esta mega obra de saneamiento ambiental? Acertó: el compadre Quintanilla, en uno de cuyos terrenos donde su empresa Gravas del Sureste, S.A. de C.V. extraía material se planeaba construir, pero fue rechazado tajantemente por los habitantes del municipio de Chinameca, quienes enardecidos llegaron al extremo de retener al gobernador Cuitláhuac García en una asamblea popular celebrada en enero de 2019, condicionándolo a que lo dejarían retornar a Xalapa hasta que se comprometiera públicamente a que el relleno sanitario no se instalaría ahí.
En esa ocasión, el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, quien días antes había presumido en un video que ya contaban con la aprobación de las autoridades municipales y de la población para iniciar esta magna obra, tuvo que escapar trepándose en la parte trasera de una camioneta pick-up.
Ayer, a casi dos años de que concluya la administración morenista de García Jiménez, el titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Juan Carlos Contreras Bautista, declaró que hasta finales de 2023 podría quedar completamente remediado el tiradero de Las Matas, cumpliendo con las normas ambientales para la disposición adecuada de los residuos sólidos urbanos.
Habrá que ver.