Prefacio.
Es una práctica común en el gobierno: cuando un funcionario (de nivel medio para arriba) se ve envuelto en algún escándalo que escala a los medios de comunicación, si esa persona tiene los padrinos adecuados es enviada a otro sitio, lejano a su adscripción original, con la esperanza de que “el tema se enfríe”. * Ese fue el objetivo del delegado para Programas Sociales en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, cuando decidió mover a una de sus más allegadas colaboradoras, Alejandra Rivera Arroyo, desde su posición en Perote a Boca del Río donde -por cierto- tiene muy buenas conexiones en el ámbito político. * En este mismo espacio, en marzo del 2019, se publicó: “Entre el 2015 y 2016 se ostentaba como “coordinadora de enlace legislativo y vinculación ciudadana del Senado de la República Zona Centro” y representaba al entonces senador veracruzano José Yunes Zorrilla. Al año siguiente cambió el color de su vestimenta, y pasó del rojo al azul, pues participó activamente en la campaña electoral de Miguel Ángel Yunes Linares en su Distrito (Perote) y recibió como premio a su esfuerzo, la Dirección del plantel de Icatver”. * También detallé en aquella ocasión: “Motivada por la recompensa recibida, con el mismo entusiasmo trabajó en el 2018 para conseguir que la ‘monarquía Yunes’ se perpetuara con el primogénito, Miguel Ángel Yunes Márquez, con quien la une (dicho por ella) una estrecha amistad”. * Y siguió mostrando su virtuosismo para brincar a mejores opciones: “Su vocación de servicio no se vio opacada por la derrota del bisoño candidato panista. Trocó una vez más el tono de su vestimenta, y cambió del azul “rey” al guinda, el color de ‘los morenos’. Cuentan quienes la conocen que para conseguir esta hazaña de trapecismo político, la entusiasta joven recurrió a su cercanía con el operador de los programas asistenciales del Gobierno Federal en Veracruz, el cuestionado ‘superdelegado’, Manuel Huerta Ladrón de Guevara”. * La lección que no aprendió Manuel Huerta, fue que quien se mete en problemas una vez, lo volverá a hacer si no se aplican los correctivos adecuados. * Sucede que empleados de la Secretaría de Bienestar en la región de Veracruz-Boca del Río denunciaron que son acosados por la nueva coordinadora regional, Alejandra Rivera Arroyo. * Los actos de acoso, advierten, se han dado con especial saña contra aquellos que no pudieron -o no quisieron- acudir a la marcha a la que convocó (“de manera voluntaria”) el presidente López Obrador. La sutileza de esta “servidora pública”, nunca ha sido su fuerte. * Ahora habrá que ver en dónde la esconde su jefe, Manuel Huerta, pues en estas instancias no le conviene verse envuelto en un nuevo escándalo.
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Tiene razón el gobernador Cuitláhuac García cuando expresa: “¿Cómo creen que vamos a olvidar tanta transa? Año con año se los vamos a recordar, hasta que se haya pagado el ultimo peso de esa deuda ominosa”.
Y tiene razón, pues mientras su administración siga sin mover un solo dedo, siga gobernando desde el discurso de la mentira, desde el escudo de “los de antes”, desde la falsa premisa de que quien nos gobierna “es honesto”, aunque sea un inepto; mientras esa sea su tarjeta de presentación, tendremos que seguir pensando en aquellos tiempos, cuando nos robaban -eso es cierto- pero también gobernaban. Hoy roban -igual o más que antes- y no hacen nada.
También acierta el mandatario estatal cuando advierte:
“De antemano les digo, no se puede borrar la historia, el pasado explica en mucho el presente y sólo quienes quieren regresar a ese ominoso pasado piden que lo olvidemos. ¿Cómo olvidar que nos endeudaron por más de 30 años por más de 44 mil millones de pesos ante los bancos, si en el presente -mes con mes- hay que pagar intereses que suman más de 4 mil millones de pesos al año, sin contar todos los adeudos y pasivos que nos delegaron?”.
En efecto, ese pasado de excesos, de abusos y de dispendio, provocó que el ciudadano votara enojado, que decidiera castigar en las urnas a los partidos que llevaron al gobierno a esos pillos, sin ponerse a pensar que en el castigo recibían su penitencia. Huyendo de Guatemala, cayeron en Guate-peor.
Una vez más fue el legislador priista Marlon Ramírez Marín quien le recordó al gobernador Cuitláhuac García -durante su comparecencia para hacer la glosa del cuarto informe de gobierno-: “como los veo me vi, como me ven se verán”.
Y le explicó al gobernador elementos fundamentales de la política en México:
“Se castiga a los partidos políticos con el voto. Cuando la sociedad considera que no se está cumpliendo con los estándares que se prometen, tiene la responsabilidad esta sociedad de retirar el apoyo popular a sus gobernantes”.
Y le habló de su propia experiencia:
“Somos un partido (el PRI) que a lo largo de los años entendimos la evolución política que nos correspondió. Así como hoy veo un partido mayoritario, hegemónico, grandote, veo a muchos que en otras ocasiones nos acompañaban a nosotros en el gobierno: igual aplaudían, señor gobernador”.
Cuitláhuac García está ya en el último tercio de su gestión como gobernador, y piensa que sigue siendo válido echarles la culpa a “los de antes” de sus propias ineficiencias.
Se lo dijeron muy claro este miércoles y decidió responder con descalificaciones, antes que admitir sus propias falencias: hoy somos más los pobres en Veracruz, hoy hay más desempleo, hoy hay más corrupción, hoy hay más inseguridad… hoy hay menos gobierno.
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Epílogo.
Otro atinado comentario del gobernador: “Hay algunos hechos lamentables todavía, pero no se puede negar que Veracruz es cada vez más seguro”. * Acaso le quitaría el término “alguno”, pues en realidad son muchos los “hechos lamentables”, más que en gobiernos anteriores. * ¿Veracruz es “cada vez más seguro”? Eso, sin duda. Hoy es más seguro que te asalten, que te secuestren, que te “desaparezcan”, y peor aún si eres mujer, o eres periodista. * Justo en este Veracruz “más seguro”, los pobladores de la comunidad “Cerro Gordo” (aquí, muy cerca de Xalapa, en el municipio de Emiliano Zapata) decidieron que ellos no querían sufrir otro de esos “hechos lamentables” y por su cuenta, sin el apoyo de la policía o de las fuerzas armadas, se fueron contra una banda de asaltantes que pretendían saquear una vivienda. * ¿El saldo? Un presunto delincuente fallecido, otra persona reportada “grave” y un gran alboroto. ¿De verdad pensará el gobernador que el “eficiente desempeño” de sus cuerpos policiacos es lo que provoca estas reacciones de la sociedad? * Ya sucedió en Nuevo León y aquí se lo anticipé. Ahora es en Tamaulipas. En ese estado se volvió a aplicar el uso obligatorio del cubrebocas en espacios cerrados, debido a una nueva ola de contagios de Covid-19, que ahora se ha mezclado con casos de influenza. * El secretario de Salud de Tamaulipas, Vicente Joel Hernández Navarro, informó que se reforzarán las medidas de prevención en hospitales, centros educativos, guarderías y espacios cerrados con conglomeraciones. * El decreto entrará en vigor a partir del 16 de diciembre, por lo que, desde esa fecha, además del uso de cubrebocas en espacios cerrados se implementarán otras medidas, como el lavado de manos, el uso de gel antibacterial y el aislamiento de personas sospechosas a Covid-19. * ¿Y acá? ¿Cuándo?
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