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Se trata de un pequeño cubo hecho de cemento.
Se armó un debate sobre su refuerzo de alambrón o varilla.
Resultó varilla…
Bien.
Está roto desde su base y por ello nació una discusión: un auto lo habría golpeado…al parecer.
Todo lo anterior no tendría la menor importancia.
Ocurre, sin embargo, que el pequeño cubo -no mide más de medio metro de altura- forma parte de una obra de remodelación en el parque Juárez de Acayucan.
Se mejoraron las banquetas que rodean la iglesia de San Martín Obispo en la misma área y un pasillo aledaño a la calle Nicolás Bravo, junto al palacio municipal.
Dicha obra fue programada por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, la SEDATU.
Se inició y concluyó en el segundo semestre del 2022.
Un par de meses antes de concluir el año se entregó el trabajo y la población ha recuperado su tránsito cotidiano por el céntrico parque.
Manuel Huerta Ladrón de Guevara, delegado de Bienestar en Veracruz, supervisó la remodelación del espacio en cuestión y durante una de sus visitas explicó a reporteros que se trataba de una lista de veinte obras impulsadas por SEDATU en municipios como Córdoba, San Andrés Tuxtla, Oluta, Sayula, Cosoleacaque, Acayucan, entre otros, con el propósito de mejorar las condiciones de vialidad, esparcimiento y convivencia urbana, así como de entretenimiento y de conectividad en colonias y espacios deportivos…
El caso específico del parque acayuqueño implicó una inversión superior a los 22 millones de pesos, informó el funcionario federal y aspirante a la candidatura de MORENA a la gubernatura de Veracruz.
A punto de concluir el 2022 y tras el inicio del 2023, la caída incidental de un cubo de cemento integrado a la remodelación del parque Juárez ha desatado inquietud entre algunos acayuqueños vía redes sociales.
¿22 millones de pesos -serían 22.5- invertidos en la remodelación de un parque arrojan un pedazo de cemento apoyado en dos varillas, roto, a unas semanas de entregada la obra?
Los detalles sobre un cubo dañado -fueron colocados más de cuarenta cubos sobre las cuatro calles que rodean el área remodelada- son rebasados en importancia por el costo del proyecto.
El parque de Acayucan fue durante décadas el más bello del sur de Veracruz.
No se requería destruirlo y colocar uno nuevo en su lugar.
No se le remodeló; en sentido estricto fue derrumbado, desaparecido junto
con su historia y en su lugar fue construida una obra de muy bajo nivel estético y de un precio evidentemente elevado.
El sobrecosto de esta obra evidencia actos de corrupción.
Se requiere una auditoría de parte de las instancias federales respectivas para investigar cómo pudieron gastarse 22.5 millones de pesos en una obra que consistió en retirar bancas y piso de cemento, quitar árboles, colocar drenaje nuevo, colocar unas docenas de tubos con lámparas y. sobre una terraza debidamente plana edificada más de medio siglo atrás, colocar pequeños ladrillos o adoquines sobre bases de arena y pequeñas capas de material para darles unidad.
¿22.5 millones de pesos para eso?
La clave está en denunciar este hecho; debe realizarse una auditoría; la SEDATU debe explicar por qué destruyó un parque y autorizó un pago millonario tan innecesario como alejado de toda realidad presupuestal apegada a derecho.
Muy poco acero -varillas- cuya presencia elevaría el costo…
Muy poco cemento -a cambio se emplearon miles de rectángulos sobrepuestos sobre una base arenosa y con poco material para unir- cuya presencia habría elevado el costo…
Se derribaron árboles, se respetó la presencia de algunos y se colocaron plantas de ornato que -por cierto- no son nativas de la localidad.
Haber remodelado el parque en lugar de destruirlo- no hubiese llegado al cinco por ciento del dinero gastado…
¿Alguien ganó millones mediante un sobrecosto multimillonario?
Hay indicios de que así ocurrió.
El delegado Manuel Huerta Ladrón de Guevara debe revisar y en su caso promover auditorias en el resto de las obras impulsadas en parques, colonias y áreas deportivas en más de media docena de municipios veracruzanos del sur y centro.
Es un proyecto federal, por lo tanto el diputado del distrito XVII, Valentín Reyes López, está obligado a tomar parte de esta queja y deslinde de responsabilidades.
Denunciar, si obtienen pruebas, a quienes hubiesen incurrido en corrupción, como hay indicativos…
Sabemos que don Valentín no trabaja por el distrito donde fue reelecto, con cabecera en Cosamaloapan y la inclusión del municipio de Acayucan.
Acude, eso sí, a eventos de su colega Sergio Gutiérrez Luna…
Toma parte de los videos de promoción para la candidatura al gobierno estatal que promueven el legislador minatitleco y su equipo y luego sonríe mientras extiende sus cuatro dedos de la mano derecha invitando a la población a darles más votos para la 4T.
He aquí una oportunidad para trabajar, don Valentín…
Habría de disminuir su imagen de cínico.