2 de octubre no se olvida, y Joaquín de León Aguirre tampoco.
En las cuatro décadas en que apareció impreso, el semanario Punto y Aparte de Froylán Flores Cancela nunca pudo sacar a tiempo la noticia de quién había ganado el Premio Nobel, y es que la Academia sueca siempre ha dado a conocer el elegido más o menos al mediodía de México cada primer jueves de octubre, y ese día de la semana es cuando salía muy temprano el periódico.
Nunca se dio el caso, aunque a Froylán no le faltaron ganas de retrasar por una vez la salida del PyA para que pudiera llevar como nota principal el nombre del ganador, como cuando lo recibió Gabriel García Márquez en 1982, u Octavio Paz en 1990, o Mario Vargas Llosa en 2010. También, el periodista icónico alguna vez se lo propuso cuando el jueves cayó en 5 de octubre, que era la fecha de su cumpleaños. Pero es que Froy siempre fue muy respetuoso de las normas y de las formas.
Bueno, aparte la anécdota del maestro, el próximo jueves desde Estocolmo saldrá la nota desde el edificio de Börshuset, sede de la Academia en la ciudad vieja de Estocolmo, que anunciará al ganador de este año. El escritor laureado recibirá el Premio de 965 mil euros (10 millones de coronas suecas) y una medalla de oro el próximo 10 de diciembre de manos de los reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia (nacida en Alemania, hija de madre brasileña, por cierto, y que habla un perfecto castellano) en el Palacio de los Conciertos de la capital sueca.
Como sucedió durante muchos años con los argentinos Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, ahora los fanáticos de la literatura han seguido esperando ya por varios años que se otorgue por fin el Premio al japonés Haruki Murakami, que se lo merece por sus novelas cargadas de ironía y muy en la influencia del mundo occidental, por lo que en su país son vistas con un cierto resquemor tradicionalista.
No me lo va usted a creer, pero hay casas de apuestas que venden boletos de esta lotería literaria, y este año la que lleva los momios más a su favor es la china Can Xue, seguida de Murakami y los gringos Don DeLillo y Joyce Carol Oates.
Otros nombres que aparecen recurrentemente cada año son el de la autora canadiense Margaret Atwood -muy activa participante de Amnistía Internacional-; el británico Salman Rushdie, condenado por los musulmanes; el francés Michel Houellebecq, que difícilmente lo obtendrá este año porque el pasado lo ganó su compatriota Annie Ernaux; un sorprendente poeta rumano, Mircea C?rt?rescu, y el novelista portugués António Lobo Antunes.
Y claro, puede ganarlo nuestra Elena Poniatowska, que se lo merece con creces y sería un justo reconocimiento a las grandes escritoras que ha dado México al mundo, empezando por Sor Juana Inés de la Cruz.
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