SIN BOMBO NI PLATILLO, EL “BLINDAJE MINATITLÁN”
Columna sin nombre
Pablo Jair Ortega
www.columnasinnombre.com
pablojairortegadiaz@gmail.com
11 de SEPTIEMBRE de 2014
Pablo Jair Ortega
Columna sin nombre
2014-09-11
El gobernador Javier Duarte de Ochoa anunció en días pasados un operativo especial para Minatitlán, al fin incluido como una ciudad que merece especial atención por su importancia industrial, poblacional y estratégica, y no como parte de un operativo concentrado en Coatzacoalcos.
Minatitlán históricamente siempre ha sido relegado y no es para menos: es una ciudad que se quedó rezagada y perdió esa pujanza que llegó a tener en los 70 y 80, cuando “administraba” la “abundancia” lopezportillista. Fue la ciudad en el sur donde a la par de PEMEX, creció como polo industrial, creándose infraestructura como el aeropuerto que hoy es regional para la zona sur de Veracruz.
Otra de las infraestructuras fueron las escuelas de todos los niveles en Minatitlán, que por muchos años fue centro educativo regional: la primera en tener facultades de la Universidad Veracruzana, una escuela Normal, el Instituto Tecnológico, así como muchas institutos educativos de todos los niveles, privados y públicos, lo que no existía en otros municipios sureños.
Incluso, turísticamente, Minatitlán formaba parte de un rally que caravanas de familias estadounidenses hacían todos los años. Su parada con casas rodantes y camionetas era en terrenos de lo que hoy son los campos EDIMAC, escuela de fútbol infantil. Fue también el primero en tener centros nocturnos de calidad, cabarets a donde llegaba variedad traída desde el extranjero o de la capital del país.
Minatitlán fue también durante mucho tiempo Puerto de Altura, a donde llegaban a desembarcar buques provenientes de todas partes del mundo. Sobra decir de la importancia de la refinería “Lázaro Cárdenas del Río”, que es el principal centro laboral de la región.
Sería muy extenso hablar de la importancia de Minatitlán. Basta con que se dedique uno a los libros y se sabrá el papel relevante que tiene en la historia de Veracruz. Lo que nos ocupa es lo que se ha perdido.
El puerto de Coatzacoalcos tuvo su mayor desarrollo en los 80 y 90. En 20 años, pasó a convertirse en uno de los puertos más importantes del mundo por su trasiego marítimo de productos derivados del petróleo, entre otros hidrocarburos. Al mismo tiempo, comenzó una ola de obras de mejora para la ciudad, que poco a poco le dieron otra vida al antiguo Puerto México.
Odiamos las comparaciones, pero siempre ha habido una rivalidad histórica entre Mina y Coatza, pues mientras el primero fue capital de la zona sur de Veracruz, el segundo tuvo un impulso sin precedente que rebasó por completo a Minatitlán. Sus gobiernos municipales fueron clave para tal progreso y para tal rezago.
Alguna vez en plática de café, se comentaba que el secreto fue precisamente la diferencia entre los políticos que encabezaron a ambos municipios. En Coatzacoalcos, empresarios como Juan Osorio López fueron los que presidieron el ayuntamiento porteño, mientras que Minatitlán se fue subyugando al poder del sindicato petrolero a través de la Sección 10, una de las más poderosas de la república. Los petroleros de Coatza fueron relegados a su propio feudo: Nanchital.
No hace mucho se comentaba en redes una anécdota sobre la corta visión que había en Minatitlán e influyó para el retraso que hoy se mantiene: la avenida Justo Sierra, la más importante de la ciudad, estuvo a punto de no ser construida como está ahorita con 4 carriles, porque las autoridades municipales de ese tiempo veían innecesario una avenida “tan grande”.
La realidad es que la corta visión y corrupción de los gobernantes municipales acrecentó el rezago histórico de Minatitlán, a la par que Coatzacoalcos aprovechó su mejor ubicación geográfica, oportunidades de desarrollo y gobiernos mejor estructurados (que tampoco se salvaron de la corrupción, pero al menos se ve un esfuerzo por mejorar a su ciudad).
Esto ha obligado a que anuncios de operativos, reuniones regionales empresariales, etc., nunca se hagan en Minatitlán, y específicamente en el tema de seguridad, ni siquiera toman en cuenta la petrolera ciudad (pese a ser sede de zona militar): Coatzacoalcos es la que concentra toda la atención y los recursos.
Quizás esa ha sido la falla en el tema de seguridad para Minatitlán. Anunciar operativos especiales en Coatzacoalcos, desdeñando a las poblaciones aledañas, es despreciar a una cantidad considerable de habitantes que tienen sus propias costumbres, sus propios hábitos y que viven en lugares que ni siquiera son contemplados, como el caso de la zona rural de Minatitlán, en la mal llamada isla de Capoacán, escondite perfecto para malandrines.
Tampoco se esperaba la comparsa que regularmente hace la Secretaría de Seguridad Pública: la realidad es que ante la urgencia de la inseguridad en Minatitlán, los habitantes lo que menos quieren es circo como regularmente ocurre cuando se hacen este tipo de anuncios. Entendemos que la solución es aplicarse ya y dejar de lado el impacto mediático.
Y la población de Minatitlán también debe poner de su parte si es que quiere crecer y salir del hoyo en que se encuentra. En el tema de seguridad, por lo menos, mostrar las ganas de salir de ese rezago que hoy los está carcomiendo.
EPÍLOGO
El “Teacher” Rodolfo Casanova, periodista de la vieja guardia y amplia experiencia en Comunicación Social, renunció desde la semana pasada a su cargo como jefe de Prensa de PEMEX en la zona sur de Veracruz, por lo que se dedicará a otros proyectos. Su lugar lo toma el también experimentado Alfonso Villalobos, ex corresponsal de Televisa Veracruz.