Don Fernando gobernó sólo dos años

Comenté ayer sobre el senador José Francisco Yunes Zorrilla, luego de que se aprobó la gubernatura de dos años: “Lo que se sabe es que en su cuartel hay la instrucción de seguir adelante, con el mismo ritmo con el que se venía trabajando hasta antes de que se aprobara la Reforma y con el mismo interés por lograr la candidatura para 2016”.
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En 2010-2011, Bélgica estuvo un año y medio sin gobierno –del 26 de abril de 2010 al 6 de diciembre de 2011– y no pasó nada. Fueron en total 589 días sin un gobierno electo. Mientras los políticos del norte (de habla flamenca) y los del sur (francófanos) peleaban, un gobierno temporal se hacía cargo de la conducción.
Por aquellas fechas conocí a Cedric, un joven belga que me dio clases de francés en la Alianza Francesa de Xalapa donde nos hicimos amigos y siempre comentamos la situación de su país (él se casó luego con una joven cordobesa y se regresó a Bruselas) y lo sorprendente que era que la vida pública en aquel país europeo transcurriera con normalidad.
Incluso hubo quienes como el profesor de política en la Universidad Libre de Bruselas, Herman Marthijs, opinaron que la crisis había llevado beneficios: “Un gobierno sin poder no puede imponer nuevos impuestos” y que no había tantos gastos en el gobierno, por lo que incluso había ahorro en las finanzas públicas. Mientras, los gobiernos estatales siguieron trabajando con normalidad.
Sobre este asunto me escribió Mario Fernández Sánchez, académico, el pasado 12 de diciembre, cuando se dio a conocer la iniciativa de la gubernatura de dos años: “Quisiera externarle dos reflexiones acerca de este asunto del periodo de dos años para la gubernatura, que seguramente dará tela para muchos trajes editoriales en los próximos días” (entonces no se aprobaba todavía).
Primero comentaba un error de los reporteros que escribieron “lasciva” en lugar de “lesiva” sobre lo que había dicho el senador Pepe Yunes que era la iniciativa, en su conferencia de prensa. “Lo segundo es más de fondo: Tal vez usted recuerda que durante 2010/11 Bélgica estuvo sin gobierno durante año y medio y nada sucedió; el país siguió su marcha económica como si nada.
A veces nuestros políticos pierden de vista el hecho de que ellos no son más que un elemento dentro de un grande y complejo sistema (y no el más importante elemento). Usted seguirá en su quehacer, yo en el mío y la inmensa mayoría de las personas que dependemos de nuestro trabajo diario para sobrevivir no cambiaremos un ápice lo que hacemos por el hecho de que un gobernante tenga una perspectiva de dos años o de seis.
A la mejor descubriremos con sorpresa que es mejor, más transparente y espontáneo.”
De todos modos, no puede dejar de considerarse que aquel es un país de primer mundo, democrático y con una sociedad altamente desarrollada y con un alto nivel de vida.
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Ante tanta polémica, en realidad pocos recuerdan que en Veracruz ya tuvimos un gobierno de sólo dos años, si bien había sido elegido para un periodo de seis: el de don Fernando Gutiérrez Barrios, en 1987-88.
Ciertamente, las circunstancias eran otras. En realidad, don Fernando, con quien trabajé en su campaña y en el inicio de su gobierno, utilizó la gubernatura como plataforma para buscar la “grande”, la Presidencia de la República, e iba en camino de lograrlo hasta que lo descarrilló el presidente Carlos Salinas de Gortari.
Renunció para irse como Secretario de Gobernación en el gobierno salinista, pero estaba cobrando tanta fuerza política (era experimentadísimo) que Salinas tuvo que renunciarlo para que no lo rebasara. Pero don Fernando, en tanto estuvo los dos años en el gobierno estatal, hizo política, mucha política y trascendió hasta llegar a Bucareli (de obra material significativa sólo puso la primera piedra de lo que hoy es el Centro de Especialidades Médicas y puso en prisión al cacique y pistolero Cirilo Vázquez Lagunes pacificando entonces el sur del estado), y con su actuación mantuvo la unidad y la paz social en el estado.
Dos años pueden ser pocos, o suficientes, o muchos, según quien administre y la intención con la que llegue al poder. Acaso por eso la reacción inmediata de los Yunes panistas, Miguel Ángel y Fernando, quienes si bien no estuvieron de acuerdo con la iniciativa y luego reforma legal, dijeron que de todos modos contenderían.
Acaso Javier Duarte tiene razón cuando dice que al homologar las elecciones presidenciales con la de gobernador, el gobernador saliente puede aspirar a la presidencia, o al menos, opino yo, si hace un buen gobierno, puede posicionarse para ser llamado a una secretaría de Estado con el presidente entrante, por qué no, porque estará concluyendo su mandato y no alterará la vida política y pública del estado. Todo es cuestión de que se sepa aprovechar la oportunidad.
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Viéndolo como un enfrentamiento entre el gobernador Javier Duarte de Ochoa y los senadores priistas Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla (finalmente se trata de políticos, y los políticos siempre se disputarán el poder, que de eso se trata ahora) y sabiendo aprovechar las circunstancias, no se debe olvidar aquel tratado de Plutarco, “Cómo sacar provecho de los enemigos” contenido en Moralia (Obras morales).
Plutarco ocupó cargos políticos y viajó mucho por Grecia y estuvo mucho tiempo en Roma, y en sus tratados aborda, en forma de consejo y amonestación, los diversos problemas con los que se enfrenta el hombre, sus vicios, sus pasiones, sus debilidades, etc. “Cómo sacar provecho de los enemigos” comienza con una carta al político romano Cornelio “Pulcher”.
Ahí dice Plutarco que es posible encontrar un país sin animales salvajes, “pero un Estado que no padezca envidia, celo o rivalidad, pasiones que son las más capaces de engendrar la enemistad, hasta ahora no ha existido” (eso lo dijo en el siglo II después de Cristo, y por lo que se ve, nada ha cambiado hasta la fecha).
Aquel filósofo griego aconsejaba entonces oír a Jenofonte, quien decía que era propio de un hombre inteligente sacar provecho, incluso, de los enemigos, y recordaba que hay animales fuertes de estómago y sanos que si comen culebras y escorpiones los digieren y transforman a través de la fuerza y el calor de su aliento. Por eso decía que los prudentes pueden usar convenientemente incluso las enemistades.
Habría que leer ese hermoso tratado, pero resumo diciendo que aconseja que la única forma de vengarse del enemigo es siendo mejor que él: “Siendo tú mismo bueno y honrado”.
¿Es que acaso no lo podrían hacer y lograr los aspirantes y senadores y marcar ante el ciudadano una gran diferencia con quienes ahora están en el poder pero ya pronto se van?
Decía yo al inicio que lo que se sabe es que el senador Pepe Yunes ordenó a su equipo seguir trabajando con el mismo ritmo con el que lo han venido haciendo y con el mismo interés por lograr la candidatura en 2016. No sé si ha leído a Plutarco, pero acaso se dispone a sacar provecho de la circunstancia adversa (porque aspiraba a un periodo sexenal), en no verla como un obstáculo sino como una oportunidad. Acaso luego podría aspirar a la “grande” o a una secretaría de Estado si llega a ser candidato, gana y cumple un buen papel.
Pero todo indica que el senador Héctor Yunes Landa se propone lo mismo. 2015 será un año con una intensa actividad política, qué duda cabe.
Lector, mañana es un día sagrado. Te dejo descansar. He estado viajando por Cuba y luego por los Estados Unidos desde donde he estado escribiendo. Pásala bien con tu familia. A mí me da resultado: imitemos a Cristo y perdonemos, reconciliémonos, dejemos atrás odios, rencores, resentimientos, por mucho daño que nos hayan hecho, porque entonces nos envenenamos el alma y el corazón y vivimos para los otros y no para nosotros. Inténtalo, practícalo. Te aseguro, hace bien, se siente uno bien.