¿Se cae el argumento?
Arturo Reyes Isidoro
Prosa Aprisa
2015-05-20
El 13 de marzo pasado, a raíz de un desayuno en la casa del licenciado Carlos Brito Gómez publiqué –“El gobernador, ayer, larga jornada”–: “Cómo había advertido que iba yo tomando puntualmente nota de todo lo que decía, delante de todos me pidió entonces que apuntara una frase: ‘Soy un demócrata, creo en la alternancia, pero que le pase a otro pendejo’, para justificar por qué había promovido la gubernatura de dos años: porque veía el riesgo de que por diversas circunstancias la oposición pudiera ganar en 2016”.
En esa fecha, Javier Duarte de Ochoa nos dijo a un grupo de columnistas y a sus entonces más cercanos colaboradores que lo acompañaban que con una gubernatura de dos años se desalentaría y se evitaría la alianza opositora PAN-PRD en 2016 que pondría en riesgo la permanencia de su partido en el poder.
El pasado lunes 11 de mayo, el director editorial del diario Excelsior, Pascal Beltrán del Río (reportero formado bajo la sombra de Julio Scherer), publicó en su columna diaria de lunes a viernes que sabe “de buenas fuentes” que el PAN y el PRD, esto es, las dirigencias nacionales (no el PRD rojo de Veracruz) están en conversaciones para presentar candidatos comunes en varias de las elecciones de gobernador que tendrán lugar el año entrante, entre ellas la de Veracruz, y que “suena” Miguel Ángel Yunes Linares para encabezarla.
Pascal reforzó lo que había publicado el 30 de abril de que ambos partidos de oposición avanzan hacia la conformación de gobiernos de coalición en los estados del país con miras a constituir uno de carácter federal en 2018, con base en la Reforma Política promulgada hace dos años.
La información que se tiene en el altiplano es que Miguel Ángel sin necesidad de esa coalición y sin hacer todavía campaña está casi a la par de la preferencia ciudadana que los senadores del PRI y también aspirantes a la gubernatura José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, de los que saldrá, no hay otros más, el candidato tricolor, ya sea uno como candidato de Los Pinos o el otro como candidato de la Casa Veracruz.
Si esto estuviera ocurriendo, esto es, si se estuviera conformando esta coalición, entonces se caería estrepitosamente el argumento que sustentó la gubernatura de dos años, la que es irreversible pese a las versiones de que estaría por considerarse dar marcha atrás para proponer una de cinco años.
Pero entonces hasta ahí habría llegado la oportunidad que se dio para que se manejara el proceso con sabor local, por lo que el centro estaría por entrar al relevo de esa responsabilidad, sea cual sea el resultado el próximo 7 de junio, lo que implicaría también la reconfirmación de que será el Presidente, nadie más, el que diga la última palabra sobre quién relevará a Javier Duarte, última palabra consecuencia de la primera que presuntamente ya habría dado el inquilino de Los Pinos.
En el altiplano contemplan ya, por lo mismo, el relevo de la dirigencia estatal tricolor antes de que termine el año, igual, sea cual sea el resultado de las elecciones intermedias, que Alfredo Ferrari Saavedra está haciendo un buen trabajo, pero, ahora sí, le ha tocado bailar no con la más fea sino con la más horrible, pues además de que no tiene gasolina, combustible necesario para el éxito de cualquier tarea política partidista, carga como dirigente tricolor con la mala imagen del Gobierno del Estado y, peor, con la de algunos candidatos bastante cuestionados, impresentables. La que llegue será la dirigencia que manejará el proceso sucesorio, pero siguiendo siempre una línea que se le marcará desde el altiplano. En los hechos ya se irá viendo.
Que fue por la veda electoral
Qué diferente sería –pienso– el gobierno de Javier Duarte de Ochoa y cuánto mejor seguramente le estaría yendo si tuviera más colaboradores como el secretario de Educación Flavino Ríos Alvarado.
Digo esto porque salvo contadísimas excepciones, nadie más se preocupa por cuidar la imagen de su jefe, de tratar de justificar sus decisiones, de argumentar, de explicar las cosas, por qué pasan, en un afán de librarlo de la crítica.
Platicamos ayer temprano y Flavino, como siempre lo hace de la forma más comedida, me dijo que lo que publiqué ayer sobre lo ocurrido el viernes pasado en el World Trade Center de Boca del Río con motivo del Día del Maestro era cierto, todo, pero que la no entrega de medallas a los maestros por parte del Gobernador se había debido a la veda electoral.
“Acuérdate que el año pasado nos acusaron de estar haciendo propaganda. Por eso este año decidimos cuidar hasta el más mínimo detalle para que ello no ocurriera. Evaluamos todo lo que tu señalas, pero mejor preferimos no correr ningún riesgo”.
Me afirmó reiteradamente que sin embargo la relación con todo el magisterio veracruzano es la mejor, que en la ceremonia estuvieron todas las dirigencias de organizaciones magisteriales hasta la que encabeza Enrique “El Papo” Levet Gorozpe, que ya es de académicos universitarios, y que en general en todo el estado el magisterio está en paz, trabajando con toda normalidad, y que él personalmente recorre la entidad para atender tanto a los docentes como las necesidades de los centros escolares.
¿Fuego amigo contra Marcelo?
Hizo bien el delegado federal de la Sedesol Marcelo Montiel en acudir ante una instancia legal, el Ministerio Público Federal, para pedir él mismo que se clarifiquen señalamientos sobre presunto desvío de recursos en la dependencia a su cargo, así como para exigir que se proceda contra quien resulte responsable de la sustracción de documentos oficiales, falsificación y alteración de los mismos, todo con el evidente afán de dañarlo.
Queda claro que el exalcalde de Coatzacoalcos acude a un tribunal federal porque está seguro de que son falsos los señalamientos, pues no se expondría a ser exhibido si las acusaciones fueran ciertas. En México y en Veracruz estamos acostumbrados a que las denuncias son sólo en los medios, pero nunca se acude a la instancia legal, que es a donde se tiene que acudir cuando se quiere que aflore la verdad.
Es evidente que Marcelo está siendo objeto de una campaña desde adentro mismo del sistema priista, acaso para predisponerlo con su jefa Rosario Robles, acaso buscando que se le vaya encima la oposición, en todo caso para debilitarlo y obligarlo a su renuncia. ¿Será acaso por su abierta simpatía con el senador José Francisco Yunes Zorrilla?
Lo que se sabe es que Rosario Robles confía en él y le da todo su apoyo, pues el delegado no da paso sin que le informe detalladamente. O acaso por eso mismo la guerra sucia en su contra.
Américo, trasciende el ámbito estatal
Ajeno a grillas, a reclamos, discusiones y escándalos, así como a señalamientos por desvío de recursos, el joven alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, se dedica a trabajar responsablemente merced a lo cual la Federación Nacional de Municipios de México (Fenamm) lo distinguió ayer nombrándolo como presidente para la Zona Sur del país y ratificándolo como coordinador de la Conferencia Nacional de Municipios de México (CONAMM). El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, atestiguó la distinción. Cómo hacen falta figuras políticas veracruzanas que den de qué hablar pero bien de Veracruz.