La desbandada perredista
PRD, reducido a su mínima expresión
Confrontación en Ayahualulco; panistas toman carretera
Luis Alberto Romero
Hora Cero
2015-11-05
De los 30 presidentes municipales que tiene en Veracruz el Partido de la Revolución Democrática, seis de ellos, el 20 por ciento, abandonaron al Sol Azteca para sumarse al PRI.
Poco a poco, los alcaldes de Las Choapas, Marco Estrada Montiel; Tuxtilla, Aquilino Zamorano Pérez; Pueblo Viejo, Manuel Cuan Delgado; Calcahualco, Nicolás Rivera Romero; Alpatláhuac, Leonel Sánchez Reyes; y Alvarado, Octavio Ruiz Barroso, han anunciado su separación del partido que encabeza en la entidad Rogelio Franco Castán.
Todos ellos fueron convencidos, reclutados en términos militares, por el dirigente priista en Veracruz, Alberto Silva Ramos, quien, de paso, se llevó al panista Pedro Colohua Tlaxcala, presidente municipal de Atlahuilco, un pequeño pueblo de unos diez mil habitantes.
El pasado 25 de octubre, un día después de rendir protesta como presidente del CDE del tricolor, Alberto Silva adelantó que líderes sociales y políticos de diferentes regiones de la entidad, así como algunos alcaldes que pertenecían a otros partidos, desertarían para sumarse al PRI. Ese día se anunció que Tavo Ruiz, quien llegó a la presidencia municipal de Alvarado bajo el cobijo del Sol Azteca, regresaba al partido en el que militó por años, el PRI.
Ese anuncio no fue inesperado, dado que en Alvarado cualquiera sabe que el alcalde es tan priísta como Manlio Fabio Beltrones y que sólo utilizó el logo del PRD para llegar al cargo.
Después de la llegada de los ediles de Alvarado y Las Choapas, que junto con Pueblo Viejo son los más importantes hasta hoy, el PRI logró persuadir a los alcaldes de otros cinco municipios; por otro lado, gente cercana al actual Comité Estatal del tricolor apunta que vendrán más reincorporaciones.
Sólo entre Alvarado, Las Choapas y Pueblo Viejo hablamos de más de 180 mil habitantes. Fuera de ellos, los demás municipios cuyos alcaldes se sumaron al Revolucionario Institucional no representan prácticamente nada: Tuxtilla tiene poco más de 2 mil pobladores; Calcahualco, 13 mil; Alpatláhuac, 10 mil; y Atlahuilco, otros 10 mil habitantes; a pesar de ello, como en política es más importante lo que parece que lo que es, el impacto de que 6 de los 30 alcaldes perredistas se adhieran al PRI es demoledor para lo que queda del PRD, cuya dirigencia estatal da palos de ciego.
Por cierto, algo muy similar ocurrió en enero del presente año, cuando los alcaldes de Acula, Chocamán, Coetzala, Hueyapan, Huiloapan, Ilamatlán, Isla, Manlio Fabio Altamirano, Saltabarranca, Tantima, Uxpanapa y Villa Aldama, renunciaron al Movimiento Ciudadano para agregarse al Revolucionario Institucional.
PRD, reducido a su mínima expresión
En esta ocasión, la afiliación de seis alcaldes al partido que encabeza Silva Ramos representó un fuerte daño colateral para el PRD, partido que se queda sumamente disminuido, al menos ante la opinión pública.
No es el primer duro golpe que recibe el partido del Sol Azteca; la llegada del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, al escenario político, significó una resta para los perredistas, que en el pasado proceso federal apenas llegaron al 11 por ciento de los votos, poco más de 270 mil sufragios, siendo desplazados de la tercera fuerza electoral en Veracruz
Rogelio Franco Castán, dirigente estatal del PRD, acusa al PRI de comprar y chantajear, dice, a los alcaldes de su partido. Hace una semana, el 27 de octubre, declaró que desde el tricolor ofrecían dinero, o presionaban con la aprobación de la cuenta pública, a los presidentes municipales perredistas para incorporarse a ese partido.
Sin embargo, la declaración de Franco sonó más a un recurso desesperado para justificar el desastre en que se ha convertido su comité estatal, que ha sido incapaz no sólo de conservar sus posiciones, sino de asumir un liderazgo entre los presidentes municipales, síndicos y regidores, que han llegado a esos cargos bajo las siglas del PRD.
Confrontación en Ayahualulco; panistas toman carretera
El caso de Ayahualulco, donde el alcalde Abundio Morales Rosas es señalado por el presunto abuso de autoridad en que habría incurrido, amenaza peligrosamente con subir de tono y desbordarse.
Luego de que este domingo se registrara un evento en apoyo al presidente municipal, por parte de la agrupación Antorcha Campesina, este miércoles unos 40 simpatizantes del Partido Acción Nacional, que habrían sido patrocinados por el ex alcalde Joel Villa Hernández, bloquearon el principal acceso al municipio.
De acuerdo con las versiones que corren en dicho lugar, al frente del movimiento contra el alcalde se encontrarían cuatro militantes del PAN: Arturo Pedraza, José Rey Mundo, Pedro Ruiz Colorado y José César Caballero.
Nos comentan que el fondo del asunto nada tiene que ver con un acto de justicia, sino con la lucha por el poder local; ocurre que los manifestantes, que exigen el desafuero de Abundio Morales por parte de la Legislatura, también piden que se nombre un consejo municipal; es decir, buscan que ni el suplente del alcalde, también priista, asuma el cargo.
Los antorchistas, por su parte, se congregaron en el centro de la cabecera, para iniciar un movimiento de resistencia que exija un freno a la cacería contra el presidente municipal y el síndico. @luisromero85