JORNADA HUASTECA: La Huasteca, el estado 32, sueño de muchos

Muchos huastecos son maestros porque para los pobres es la única opción de estudiar, así lo explica para su caso, Erasmo Meza Rivera, el héroe de Tantoyuca.

A unos meses de celebrar su cumpleaños número noventa, compartimos más de sus recuerdos. Los que cuenta destacando que no hay quien lo señale porque fue honrado, recordando valores y principios con los que lo vistió su familia. Así también explicando cómo se gestionaron las escuelas que hay en la zona norte, desde el primer kínder hasta el más reciente tecnológico, pasando por primarias y secundarias.

-¿Por qué crees que pudiste hacer eso? –Se le preguntó. – ¿Porqué tú ibas a hacerlo y no otro? –A lo que respondió que al volver de la Luzón después de luchar en Filipinas contra Japón, enviado por Estados Unidos, para enfrentar la amenaza mundial del nazismo, lo hicieron dos veces presidente municipal y diputado, y que además algunos cargos de síndico o regidor; especialmente en 1950 hizo muchas cosas por Tantoyuca y la región huasteca, implementó educación básica y superior, construyendo carreteras, que no habían, edificios y sistemas de abasto de agua y drenaje que no había.

El maestro cree que ser ex integrante del Ejército Mexicano, fue algo fundamental para que le dieran a hacer, e hiciera las gestiones con éxito, y en la lucha para hacer todo esto, fue fundamental su carácter y su honestidad. Pero que además, considera que son cosas que hubiera hecho de cualquier manera porque le interesa la educación para las gentes y porque en la huasteca no había y todavía no hay muchas cosas.

Contó que en la huasteca había gente con el sueño de hacer un Estado Huasteco, que quienes lo promovieron ya han ido muriendo y ese espíritu no se ha renovado. Se le preguntó ¿Y por qué crees que ellos tuvieron ese sueño? – y la respuesta versa sobre lo mismo. Ha dicho que Inocente Meraz, un profesor ganadero, anduvo invitando a los huastecos a separarse de Veracruz, y José Aníbal Andrade quería hacer un estado de la huasteca. “ellos querían eso ya que el estado de Veracruz no le ponía atención a la huasteca; era una zona abandonada, no había comunicaciones. –En el siglo 20- Los huastecos sobrevivieron por sus propios recursos.”

Sigue contando el maestro “la huasteca es rica, tiene minería, agricultura y ganadería. Tiene litorales y puertos al mar; salida al golfo y embarcadero de sus productos en Acapulco.”

UN HOMBRE COMO NINGUNO
En sus apuntes biográficos, Meza Rivera escribió que cuando era muy pequeño, estando en brazos de su nana por la noche, vio las estrellas y le preguntó apuntando hacia ellas ¿qué es eso? Y la abuela le dijo que eran estrellas y que en una de esas estaba su abuelito; entonces –dice a lápiz sobre pequeñas tarjetas amarillas- “yo le pregunté ¿el cielo está lleno de abuelitos?”.

Bautizado “un hombre como ninguno” desde muy jovencito por su maestro, el normalista destacó en las aulas por su inteligencia y su agudeza.

El padre de Erasmo Meza se suicidó. Estaba enfermo y no podía orinar, entonces tomó un cuchillo y se abrió el vientre, desesperado, muriendo al punto. De él recuerda que aconsejado por “los árabes”, montó una panadería, con un horno moderno y en el que se hacía el pan que a ellos les gustaba; para esto lo orientaron las familias que son provenientes de Soyatla, Hidalgo, y son muy trabajadores y saben hacer mucho dinero, gente que aún es dueña de casi toda la empresa en la ciudad.

En las recetas y los pormenores de la fabricación del producto del pan, que luego ayudó a la familia a sobrevivir y a mejorar económicamente, fueron muy importantes estos clientes del padre del ex militar.

Así fue como se hizo la casa en el terreno, adonde había un poco de ganado, y se construyó la panadería en la que ahora se encuentra la asociación ganadera “Rafael Hernández Ochoa”.

SE VA DE TANTOYUCA Y DEL PAÍS
Cuando llegó el momento en el que el niño creció, su mamá lo mandó a estudiar en la Escuela Normal de Ozuluama. Erasmo dice que esa era la escuela que se encontraba más cerca de Tantoyuca y que fue edificada por el general Lázaro Cárdenas para los hijos de los campesinos. Fue un estudio que tuvo que dejar dos veces, para acudir a su casa porque su madre se enfermó, así fue cómo la segunda vez ya no pudo volver y se dirigió a otra escuela normal distinta a terminar sus estudios, pero fue en otro estado del país, en donde se iba a encontrar con su destino.

En esa escuela conoció a un cadete quien llegó a invitarlos a incorporarse a la lucha contra el fascismo, así se unió al escuadrón aéreo al que se incorporó, ubicado en una base de infantería, el 12 de mayo de 1945. Estaba terminando la carrera de maestro cuando llegó este mayor de la Embajada Norteamericana.

Les pagaban mucho dinero, según recuerda, con lo que reunió en esa experiencia, compró ganado y lo ubicó en su rancho 201, que está en el camino a Chicontepec el que es “mi pasión”, dice mientras sueña, y confía que esta semana su familia lo llevará a verlo. Si hay una cosa que el teniente extraña es estar allí entre árboles y dando órdenes en un huerto de maíz que se cultiva con sistema de riego por goteo, en donde produce alimento para las vacas y los becerros que toman sombra bajo un bosque de cedro.

Es que como agricultor, Meza Rivera celebró la introducción de tecnología agrícola para el aprovechamiento del agua introduciendo el riego por goteo en la siembra de hortalizas. Fue el último proyecto, antes de enfermarse y quizá su karma, pues acudiendo a la inauguración de uno de estos sistemas, implementado para mujeres indígenas, caminó kilómetros con la gente lesionándose la columna.