Se fuga multihomicida violador de Edomex tras su detención
“El Coqueto” tenía como característica de violar a pasajeras del transporte público y en algunos casos, como se tiene documentado, asesinarlas.
Policiaca
- 2012-02-28
Fuentes cercanas a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJE) confirman la evasión de Armando Legorreta, alias “El Coqueto” o “El coquetín”.
El conductor de un microbus de transporte público, relacionado con ocho violaciones y siete feminicídios fue detenido el 23 de febrero.
El sujeto tenía como características:
- Violar a pasajeras del transporte público y en algunos casos, como se tiene documentado, asesinarlas;
- Las pertenencias de sus víctimas las empeñaba para deshacerse de ellas.
De varias casas de empeño y del domicilio del librado Legorrerta se recuperaron pertenencias de sus víctimas. El día de hoy tendría una audiencia con el juez para determinar su situación jurídica, sólo que el detenido logró evadirse.
“El Coqueto” sería vigilado por elementos de la Policía Ministerial del Estado de México, de nombre Luis Alberto Canedo Chaparro, Saúl Antonio Sánchez y Rodrigo Israel Rodríguez, quienes descuidaron la vigilancia y el asegurado logró escapar.
Desde ayer que se dio a conocer esa evasión se ha implementado un operativo para su búsqueda y localización.
En el día, microbusero; de noche, asesino serial
Le llaman El Coqueto y está relacionado con la muerte de ocho mujeres a las que primero violaba, después asfixiaba para que no lo denunciaran y finalmente las arrojaba desde un microbús.
César Armando Librado Legorreta fue detenido en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México, a cuatro meses de asesinar a Camila, una adolescente de 17 años, que abordó la unidad del transporte público al salir de un concierto en el Auditorio Nacional.
Aquél 26 de octubre del 2011, la menor de edad aguardaba un vehículo que la acercara al Metro Chapultepec para después trasladarse a la avenida Ignacio Zaragoza, en la delegación Iztapalapa.
Vestida con una blusa de lentejuelas, pantalón entallado, tacones altos y perfectamente maquillada, Camila le preguntó al chofer del microbús si la podía ayudar. Con voz amable, Librado Legorreta la invitó a subir.
Ella se sentó en los primeros asientos del lado derecho, confiada permaneció en el vehículo a pesar de que en el acceso principal de la estación del Metro todos los pasajeros descendieron.
Las puertas fueron cerradas y mientras el conductor continuó su camino por diversas calles de la colonia Juárez, Camila comenzó a platicar. Le dijo que trabajaba como maquillista en una televisora, incluso, le presumió que era novia de un músico grupero.
—¿Por qué te detienes?, le cuestionó la adolescente al momento en que El Coqueto se estacionaba en una calle solitaria y con poca iluminación cercana al edificio sede de la Secretaría de Gobernación.
—Ya valió madres, me gustas y tengo ganas de estar contigo, le contestó el delincuente mientras se acercaba para tocarla y obligarla a desnudarse.
La víctima trató de defenderse, pero Librado Legorreta la tomó por la fuerza, abrazó el cuello y oprimió hasta que dejó de respirar. El cuerpo de Camila quedó tendido en el piso del microbús mientras su agresor emprendía su camino.
La mujer fue tirada al pavimento. El cadáver permaneció hasta el día siguiente cuando dos policías lo encontraron en la calle General Prim.
El chofer del transporte que cubre la ruta Chapultepec-Valle Dorado está relacionado con otros siete feminicidios, todos ellos cometidos en el Estado de México.
Una de las principales pruebas en su contra son las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas afuera del Auditorio Nacional, donde se comprueba que Camila subió al microbús.
Hasta el momento al PGJDF tiene registrados 38 feminicidios, 17 de ellos fueron esclarecidos y los presuntos responsables están presos y bajo proceso penal. También obtuvo dos sentencias condenatorias y una más por tentativa de feminicidio.
“En 50 por ciento de los eventos de feminicidios tiene que ver con personas conocidas, hay una relación previa del agresor con las víctimas. En un 15 por ciento es por venganza”, afirmó el Procurador capitalino, Jesús Rodríguez Almeida.