Desfila el pueblo católico por el Domingo de Ramos
+ El pueblo tének de la huasteca veracruzana, celebra el Domingo de Ramos con la elaboración de manojos de palma y hojas del Sombra de la Paloma
Zona Norte
- 2011-04-18
El pueblo tének de la huasteca veracruzana, celebra el Domingo de Ramos con la elaboración de manojos de palma, y hojas del árbol llamado “sombra de la paloma”, que son bendecidos por los sacerdotes y se realiza una procesión con la que se recrea el drama de la Pasión de Cristo.
La procesión de este Domingo de Ramos comenzó en el parque Niños Héroes, ubicado en un cerro alto, a los pies del Cerro de la Cruz, y fue encabezada por el Cristo y los apóstoles, seguidos de dos sacerdotes y el pueblo tének, con ramos en las manos.
Al pasar por el centro de la ciudad, los elevaron y agitaron dirigiéndose a la parroquia Santiago Apóstol, ubicada arriba de otro cerro en donde van a celebrar la misa y comienza la custodia del “Santísimo” al que “van a cuidar durante toda la semana.”
Una mujer de la iglesia que es de Chilapérez, contó que lo cuida, aunque no sabe porqué el domingo es de ramos, y que toda la semana va a estar cuidando al santísimo.
El ramo que llevaban casi todos los tantoyuquenses en las manos, es elaborado desde hace tanto tiempo que ya no recuerdan cuando comenzó a hacerse.
Este ramo de palma tiene tres palomas de colores y una hoja elaborada con palma entretejida, una gran flor que parece un sol, un cien pies, un panal, un burro, un nido, y un animal que no tiene traducción del tének, y en su lengua se llama huahuau, es una paloma sin cola que – a decir de una mujer tének – “si la sigues no la vas a ver” –esto es que se esconde y no la vas a encontrar.
Estas artesanías son de palma seca y colorida pero también las hay de palma fresca y de las que solamente llevan sombra de paloma o manzanilla.
A decir de todos este año “salieron caras” pues estuvieron a 10 pesos cada una.
Para bendecir las palmas, los católicos fueron citados a las 9.00 horas en la iglesia, allí recibieron instrucciones de avanzar sobre la calle Heroico Colegio Militar hasta el monumento Niños Héroes en donde se agruparon y después de las 11.00 horas, y bajaron caminando hasta el centro y luego subieron a la iglesia.
A la entrada los esperaba el párroco Ángel Pérez, quien bendice los ramos y los invita a guardarse. Es que para él la Semana es Santa, o sea que no comulga con las ideas de quienes consideran este periodo como relax y vacaciones y que se aprovecha para el dislate, sino que quiere que sea de reflexión y espiritualidad.
La mayoría de la gente, de los miles que participaron este domingo en estos actos religiosos, son tének, o como les dicen los citadinos, aunque sean indígenas citadinos, “de comunidad”.