Ambientalistas denuncian negligencias en incendio de Tecolutla
+ Tuvieron que pasar más de 24 horas, para que se iniciara la atención adecuada a un incendio en importante zona de humedales de Tecolutla.
Zona Norte
REDACCIÓN - 2013-04-10
Tuvieron que pasar más de 24 horas, para que se iniciara la atención adecuada a un incendio en importante zona de humedales de Tecolutla.
Esta mañana, miembros del Grupo Ambientalista “Salvemos los Humedales de Tecolutla, A.C.”, tuvimos que acudir a la zona del incendio, y después de un recorrido perimetral por la zona de conflagración, contactamos con un reducido grupo de personal que se encontraba intentando labores de combate de incendio; lamentablemente con más voluntad que preparación y tácticas adecuadas para este tipo de entorno de humedal; reconocemos su voluntad de la gente operativa que se encontraba haciendo esfuerzos en la zona, pero también debemos señalar que la forma en que lo hacían era más temeraria y arriesgada, además de nula efectividad, por desconocer la conformación del humedal.
Lamentablemente también debemos señalar la falta total de apoyo del Señor Presidente Municipal, quién tan poca importancia le dio a este ecocidio, que no tuvo tiempo de acercarse a conocer la evaluación de daños, ni de citar a Sesión Extraordinaria al Consejo Municipal de Protección Civil, mucho menos de destinar recursos mínimos para abastecer de agua, alimentos y otros insumos básicos al personal operativo en sitio, a pesar de que por el volumen del siniestro amenaza la zona urbana de Tecolutla.
Con la experiencia de antecedentes de incendios similares en la misma zona, les aportamos información sobre riesgos con respecto a infraestructura de Pemex, que se encuentra dentro de la zona siniestrada. Por esa zona cruza el más grande gasoducto de América Latina: el gasoducto de 48 pulgadas Cactus-San Fernando; adicionalmente, se encuentra aledaño uno de los que fueran de los más importantes campos petroleros de la región, el Campo Petrolero Hidalgo. Cabe mencionar, que Pemex, en esta zona, aún no tiene la precisión de que haya pozos petroleros abandonados por los años 60´s, dentro del impenetrable humedal que actualmente continúa con el fuego activo.
Un verdadero desinterés de la autoridad municipal, una escasa preparación en gestión de este tipo de riesgos del personal de protección civil, un desconocimiento y desdén del altísimo valor ecológico que representa este reservorio ambiental, que se calcula es uno de los 2 más grandes en Tecolutla para la reproducción del cangrejo azul, y con una inestimable cantidad de mamíferos menores, como mapaches, tejones, armadillos, tlacuaches, tortugas, cocodrilos, quebrantahuesos, tecolotes; sin contar con que es una importantísima zona de estacionamiento de aves migratorias, que en su conjunto podría ser de alrededor de 3,000 hectáreas.
Hemos tenido que asesorar a los bomberos forestales de CONAFOR, así como a los representantes municipal y regional de Protección Civil, sobre los riesgos de la zona, y su alto valor ecológico; más aún, hubimos de solicitar la presencia de medios de comunicación regionales y nacionales, así como hacer llamadas a distintas dependencias del Medio Ambiente de nivel estatal y federal, para lograr que se enviaran dos helicópteros dotados de helibaldes, a pesar de que consideraban que esta opinión era exagerada; por tanto, también recurrimos a un científico investigador, con suficientes estudios publicados, para opinar de la ecología local: el Doctor Jeffrey Wilkerson, Director del Instituto para la Cultura Ecológica de los Trópicos, con sede en Tecolutla; para que aportara su visión y opinión sobre la importancia vital que representa para la República, esta zona afectada de forma muy largamente reversible.
En suma, hubo que ejercer presión y difundir el hecho, para que se tomara la táctica necesaria para atacar eficientemente el incendio.
A pesar de que algunos funcionarios locales consideraban nuestras opiniones y solicitud de apoyo aéreo como una exageración, a más de 36 horas de iniciado el siniestro, no ha logrado ser controlado, ya que la interacción del viento marino, está reavivando el fuego que se mantiene activo, en un frente visible de poco más o menos 4 kilómetros; el área devastada, hasta este momento se desconoce con precisión.
Como activistas ambientalistas, señalamos este ecocidio como un acto criminal, por su origen evidentemente provocado, por gente que prefiere aprovechar campos ganaderos, antes que proteger el patrimonio de la humanidad. Debemos insistir para que se investigue y se ponga freno a estas acciones criminales, y que además, se originen políticas y acciones de recuperación y sustentabilidad de esta zona de incalculable valor ambiental.