Arrieros somos: EL PRIMER PASO

+ Columna del C.P. Renato P. Vázquez Chagoya

Zona Sur

Renato P. Vázquez Chagoya - 2014-01-28

Los ediles minatitlecos ya dieron el primer paso:

Hicieron la solicitud a la Secretaría de Protección Civil estatal a cargo de Nohemí Guzmán Lagunes, para que los basureros de Las Matas se clausuren. ¿Por qué los ediles de Minatitlán? Porque Las Matas está en los terrenos del ejido Tacoteno del municipio de Minatitlán.

Tal proeza, de lograrse, será digna de aplaudirse y agradecerse, porque eliminaría una fuente constante de afectación a la ciudad de Minatitlán, producto del confinamiento a cielo abierto de los desechos humanos, comerciales e industriales de los municipios de Coatzacoalcos, Cosoleacaque y del mismo Minatitlán.

Quienes vivimos en la ciudad “respiramos” olores nauseabundos a todas horas. Y si los administradores que rentan los “baños ecológicos” se les ocurren descargar en esos lugares el producto de su actividad comercial, entonces los minatitlecos nos atragantamos con “el embriagador olor” de las emanaciones.

Y súmele que la basura produce su propio olor y sus propios gases, y eso es lo que respiramos los minatitlecos. ¿Y los lixiviados (líquidos) que la basura produce ya afectaron los mantos freáticos?

Ignoramos las consecuencia que pueda ocasionar en la salud de los seres vivos, lo que respiramos todos los días, producto de los tiraderos ubicados en Las Matas. No se conocen estudios sobre el particular o no se han dado a conocer.

Ya hubo declaraciones de los funcionarios estatales de los gobiernos de Fidel Herrera y del actual, Javier Duarte de Ochoa, que es necesario clausurar los tiraderos de Las Matas, y hasta ponen fechas, pero ni a Coatzacoalcos ni a Cosoleacaque les interesa que se resuelva el problema, porque al fin y al cabo, los tiraderos no están en sus territorios y tampoco les afecta directamente.

Y las autoridades de Minatitlán, las que pasaron, desde Raúl Morales, Lupe Porras y Polo Torres, dijeron que sí, pero no nos dijeron cuando. Es más, ni siquiera movieron un dedo para redactar un oficio para solicitar su clausura y ¡líbranos Dios!, su reubicación.

El ayuntamiento actual, por lo menos ya lo solicitó a la Secretaría de Protección Civil.

Falta solicitárselo también a Sedesma, al gobernador del Estado y, para “que no haya peros,” a la Secretaría de Salud.

No es mucho pedir, pero hay que empezar, por lo menos, con los oficios y con la invitación a los grupos sociales de Minatitlán, para que también participen y exijan la clausura de los tiraderos en mención.

A todos nos perjudican y a todos nos conviene que sean clausurados, cubiertos adecuadamente y se eliminen como fuente de contaminación, incluyendo la visual.

Y si a nivel estatal no hay respuestas, entonces debemos encomendarnos a “San Enrique Peña Nieto”. No nos quedará de otra.

Ya es hora de ponernos en acción… ¡Todos!



La repetición



La ciudadanía comenta que ya se volvió un vicio el que funcionarios de primer orden de ayuntamientos anteriores sigan en la nómina de la actual, porque no se conocen resultados satisfactorios en su paso en la función pública.

Y no sólo eso, también en los ediles hay unos que otros que vuelven a ocupar puestos de elección popular, cuando se duda que sus actuaciones pasadas hayan servido para algo a la solución de las necesidades de la población minatitleca.

Y van más allá, porque se preguntan si no existen en el pueblo otras personas con la capacidad suficiente para ocupar esos puestos, que siguen ocupando los que ahora repiten.

Visto de otra manera, se diría que Miguel Alemán Velasco le atinó en este fenómeno porque se está “profesionalizando” la función pública. Aunque yo le diría que Miguel Alemán Velasco tenía otra idea, que era que las actividades de esos funcionarios públicos “profesionales” fuera eficiente, oportuna y honesta.

No tendría nada de malo que los que repiten, sean de elección popular o funcionarios designados, sean reutilizados, reciclados o reconfigurados, como se dice ahora, si sus actividades y rendimientos hubieran sido satisfactorios para la población.

Y eso pasa también en casi todos los ayuntamientos del país.

Aunque también se dice que tal pareciera que la repetición de esos “servidores” públicos es con el afán de demostrar que tienen experiencia y que ya saben como… hacer mal su trabajo.





¿A quién le toca?



Tiene más de una semana que en la avenida Heroico Colegio Militar, casi frente a Tránsito del Estado y muy cerca de la dirección de Obras Públicas, en el carril de entrada, se hundió una losa del pavimento.

Y aunque usted no lo crea, no hubo poder humano que moviera la voluntad de los funcionarios municipales o estatales para colocar un aviso de alerta o de precaución para señalar a los conductores del peligro que tal desperfecto vial representa.

Todos los días los funcionarios que dicen mandar en esas dependencias, pasan por ahí, debieron haber visto el desperfecto y debieron haber puesto remedio.

Ninguna de las dos dependencias consideró oportuno poner un señalamiento para que los conductores tomaran sus precauciones.

Y hay otra situación peor. Ese desperfecto es el mismo que se reparó en el gobierno anterior de Polo Torres y el director de Obras Públicas sigue siendo el mismo. ¿Así estarán los otros hoyancos que están reapareciendo en la ciudad?

El viernes pasado, por lo menos cuatro vehículos, quizá por la falta de precaución o por la lluvia que afectó a la región sur, cayeron en el hoyanco ocasionando daños a las unidades. Desconozco si hubo lesionados.

El cuestionamiento principal es éste: ¿A quién le correspondía poner el señalamiento de alerta? ¿A Tránsito por ser una vialidad? ¿A Obras Públicas por ser un calle de la ciudad?

Con esto se comprueba que los funcionarios que repiten “saben como hacer mal su trabajo”.



Sal o salario



El ayuntamiento de Minatitlán y el municipio, parecen estar salados.

Hasta donde yo se, los puestos de elección popular y los salarios de los mismos no son heredables. Acaba un periodo y los que están van para afuera y los que vienen debieron haber sido electos en un proceso ciudadano mediante votación, de tal manera que los electos se integrarán al ayuntamiento para un nuevo periodo.

Lo ediles que apenas el primero de enero de este año tomaron posesión en el actual ayuntamiento, son por ley, nuevos en esas funciones, aunque en periodos anteriores hayan sido también funcionarios electos y en donde, terminaron en el periodo para el que fueron electos..

Los actuales ediles no heredaron el puesto de los que se fueron y por consiguiente están sujetos a nuevas condiciones de trabajo.

Y debemos recordar que en toda entidad económica, llámese empresa, gobierno, paraestatal u organización no gubernamental, cuando se contrata a alguien para un puesto, se le somete a examen de capacidades y de acuerdo a ello se le fija su salario. Es más, existen políticas de salarios en donde se establecen tres niveles: El más bajo para el que no conoce las funciones; un salario medio para el que tiene conocimientos generales y se adaptará al puesto y un salario alto para los que tienen experiencia probada en esas funciones.

En los ayuntamientos, por lo menos en los de Veracruz, no existe un criterio para fijar los emolumentos de los ediles, y se hacen a libre criterio de los mismos ediles, quienes sin pizca de vergüenza se autorizan sueldos que ningún funcionario de empresas, con mayores responsabilidades, detenta.

En el caso de algunos ediles, se debió haber fijado el salario mínimo durante el periodo de aprendizaje. En otros casos se les hubiera dado el salario del empleado sindicalizado de mayor remuneración, porque éstos saben más que el funcionario. Y en muy pocos casos se les debió haber asignado un salario de acuerdo a sus capacidades y habilidades.

¿Pero usted se imagina que un funcionario, por el simple hecho de serlo, empiece ganando dos mil pesos diarios? ¿En qué empresa le pagan eso?

Se señala que el director del IMSS en la clínica local no gana arriba de 35 mil pesos mensuales, cuya responsabilidad social, profesional y humana es superior en todo a la de los ediles.

Entonces, ¿por qué servirse con la cuchara grande?

¿Y por qué alegar que se le redujo el sueldo si antes no lo tenían en el ayuntamiento?

¿No les gusta? Entonces, renuncien y váyanse a trabajar a otro lado y no joroben al pueblo, que es de donde salen sus salarios.

¿Qué se puede esperar de estos funcionarios.

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