Secuestradores fueron detenidos y los liberaron; uno es hijo de dirigente de taxistas

+ Un negro negro historial tienen los secuestradores Jaime López Alcudia y Martín Alejandro Ramírez Peña, quienes se cambiaron el nombre a Ángel Daniel López Alcudia y Miguel Ángel Peña Ordaz.

Zona Sur

David González Cruz - 2014-09-24

Los dos individuos detenidos y presentados por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), identificados -según ellos- como Ángel Daniel López Alcudia y Miguel Ángel Peña Ordaz, dichos nombres no corresponden a los detenidos, pues los sujetos que integraban una banda de 14 delincuentes usaban nombres distintos para cometer sus acciones criminales; una serie de asesinatos y secuestros.

En realidad, de acuerdo con datos obtenidos por este medio de comunicación, Ángel Daniel, su nombre verdadero es Jaime López Alcudia alias “El James”; Ángel Daniel de los mismos apellidos es su hermano, quien perdió el brazo derecho durante la volcadura de un camión que iba con rumbo a la ciudad de México y que transportaba a un grupo de fayuqueros, el año pasado. Actualmente vende zapatos en un local del centro de Minatitlán.

“El James”, combinaba sus actividades delictivas con la venta de artículos para teléfonos celulares en un local ubicado en la calle Lerdo, a un costado del ADO, en el primer cuadro de esta localidad.

En tanto, al que la PGJE identifica con el nombre de Miguel Ángel Peña Ordaz, su nombre es Martín Alejandro Ramírez Peña alias “La Guajolota”, hijo del dirigente de taxistas en esta ciudad, Martín Ramírez Barradas.

Carrera delictiva de “El James”

Jaime López Alcudia alias “El James”, vendedor de fayuca desde hace muchos años, se unió a la banda de encabezada por Mauro Jiménez alias “El Huarache”, otro peligroso secuestrador y que también fue detenido pero que extrañamente no fue presentado por las autoridades.

“El James” y “El Huarache” secuestraron en enero del año 2004 al hijo del ex líder Petrolero Pablo Pavón Vinales, Jorge Pavón. En aquella ocasión fueron detenidos junto con Ricardo Martínez alias “El Mocho”, quien era elemento de la entonces Policía Judicial (PJ). La mayoría de la banda fue detenida por éste caso pero curiosamente todos, incluido “El Mocho”, recuperaron su libertad. Otro elemento de dicha corporación que en activo fue señalado como cómplice es Pedro Gómez, quien tenía el grado de primer comandante de la PJ; éste nunca fue detenido porque desertó de la corporación para escapar.

Años después, “El James”, fue detenido por Policías Ministeriales del estado de Oaxaca, por el secuestro de la hija de un líder petrolero de aquella entidad, pero -extrañamente- al poco tiempo pudo “escapar” del penal donde se encontraba recluido.

A su regreso a Minatitlán, “El James” continúo ejerciendo su carrera delictiva en diversos secuestros donde se le involucran, pero también se le señala como el autor intelectual y material del asesinato de un individuo que fue pareja sentimental de su ex mujer y a quién habría matado a finales del año 2008 porque éste abusó sexualmente de su hijastra, es decir, de la hija de “El James”. El cadáver fue encontrado a orillas del río El Jagüey, con un palo en el ano. En ese entonces, el asesino conducía una camioneta Nissan, tipo Quest, color gris. Éste homicidio nunca fue esclarecido.

Con toda impunidad y hasta protegido por las mismas autoridades, incluidos policías ministeriales, estatales y de seguridad pública, “El James”, quién se decía integrante de los cárteles que se disputan la plaza en la ciudad, continuaba en la calle y su última actividad delictiva cometida fue el pasado 01 de septiembre cuando en compañía de al menos cinco integrantes más de la banda, secuestraron a Cipriano Puertas Decuir, y en el intento asesinaron a su padre de éste, Cipriano Puertas Rubio.

La tarde del pasado jueves, “El James”, fue intervenido por elementos de la primera comandancia de la Policía Ministerial (PM) con base en Coatzacoalcos, encabezados por el comandante Frank Munguía, quien por sus años en la corporación conoce perfectamente la trayectoria de los delincuentes.

Ese día, la captura fue confundida con un secuestro por la forma en que se llevó a cabo y hasta circuló en redes sociales un video donde se escucha que el individuo a gritos pedía auxilio al ser interceptado cuando se encontraba en un automóvil de su propiedad marca Nissan, tipo Tsuru, con rines cromados, al momento en que iba por su hija al colegio “Teresita”, ubicado en calle Francisco de Lara y Vargas, en el centro de la ciudad. Por su condición física, los agentes tuvieron que luchar por espacio de casi cinco minutos desde que comenzaron a bajarlo de su unidad hasta que lo subieron a la camioneta Ford, Lobo, color blanco, propiedad de la PGJE.

“La Guajolota”

Martín Alejandro Ramírez Peña alias “La Guajolota” y al que la PGJE identificó con el nombre de Miguel Ángel Peña Ordaz, es hijo de Martín Ramírez Barradas, quien se dice dirigente de taxistas en esta localidad de Minatitlán.

De acuerdo con las investigaciones propias de éste medio de comunicación, “La Guajolota”, es el mismo que el 15 de diciembre del año 2010, a sangre fría dio muerte a la señora Melina Villalobos Gutiérrez.

Villalobos Gutiérrez, quien al morir contaba con 38 años, mantenía una relación amorosa con Martín Ramírez Barradas, padre de “La Guajolota”. La tarde del 15 de ese diciembre, debido al trío pasional, la mujer discutía acaloradamente en su domicilio de la calle Bernardo H. Simonín número 48 en la colonia Buena Vista Norte, con la esposa de Martín Ramírez Barradas.

Hasta el sitio, sintiéndose “poderoso” porque se hacía pasar como miembro de la delincuencia organizada, “La Guajolota” llegó a la dirección mencionada y sin mediar palabra alguna disparó hasta en dos ocasiones en la cabeza de Melisa Villalobos, con una pistola calibre .380, por lo que la dama perdió la vida en el mismo instante.

El asesino huyó a bordo de una camioneta marca Chevrolet, tipo Suburban. Por éste crimen el sujeto, al parecer, no cuenta con orden de aprehensión porque las autoridades ministeriales de la agencia primera del Ministerio Público Investigador (MPI) a cargo -en ese entonces- del fiscal Vicente Vásquez, nunca consignaron el caso a la autoridad judicial correspondiente.

Para esa fecha, “La Guajolota” ya era miembro de la banda que comandaba “El Huarache”, de quienes se sabe que por la protección que reciben de altas autoridades, así como entran al penal salen inmediatamente para seguir delinquiendo.

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