¡Qué no se pierdan las tradiciones!

2015-12-18


“A las buenas noches ya estamos aquí, aquí esta la rama que les prometí, que les prometí venir a cantar, pero mi aguinaldo me tienen que dar”… es así como se escuchaba en muchas calles donde se cantaba la tradicional rama veracruzana.
Cada fin de año los chiquillos vigilados por algún adulto cantaban casa por casa acompañados con sonajas hechas con corcholatas, un pandero, una lata con frijoles o pierdas o, al menos, una botella de Fanta para hacer bulla.
Lamentablemente es una tradición que poco a poco va desapareciendo, hoy vemos a los niños con una rama en cruceros sin cantar nada y solo pidiendo dinero.
Y qué decir de los versos, pareciera que no saben ni lo que están cantando, antes nos daban un hoja con los versos que eran cantados con calma, y ahora parece que los están correteando.
Muchos recordamos con añoranza cuando llegaban las ramas una tras otra a los hogares o negocios para pedir una moneda, los niños cantaban del 16 al 24 de diciembre para que en la Nochebuena se repartieran lo recaudado o hacían una posada en la cuadra, desafortunadamente la rama dejó de ser interesante para las nuevas generaciones.
Hace ya algunos años esperábamos en nuestras casas una rama integrada por jóvenes y niños, familias completas con guitarras y violines y, por supuesto, con una rama muy bien adornada; en estos días ya ni gracia tienen las ramas que solo le cuelgan algunos globos y papel brilloso y nada más.
Hoy por hoy, una buena rama tradicional solo la podemos ver en concursos que se realizan a nivel escolar o en los ayuntamientos o casas de cultura, mucho tienen que hacer las autoridades para no permitir que esta tradición se pierda.
Y más allá de las monedas que pudieran obtener los niños, jóvenes o adultos es una tradición que contribuye a la unión familiar y a la convivencia social que hoy en día se pierde porque todos estamos metidos en las redes sociales o la Internet.

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