Miren quien habla

Bernardo Gutiérrez Parra

Desde El Café

2018-08-16

El 1 de diciembre del 2004, mientras en Veracruz Miguel Alemán entregaba la estafeta de la gubernatura a Fidel Herrera sin que se registrara ningún incidente, en Oaxaca Ulises Ruiz tomó posesión en medio de una gritería infernal provocada por miles de manifestantes que lo acusaban de haber hecho fraude en las elecciones.

Ulises llegó al Congreso custodiado por elementos de seguridad y entre las cosas que dijo destaca esta perla: “Reitero que en mi gobierno la ley sin compromisos será desde hoy la razón cardinal que guiará mis actos, la que no permitirá la arbitrariedad individual ni los costos de grupo. Ningún espacio a la impunidad, ningún privilegio para nadie”.

Nunca lo cumplió.
Su gobierno se caracterizó por ser represor, autoritario y corrupto.
Fresca en la memoria de los oaxaqueños está la manifestación que el 22 de mayo del 2006 organizaron miles de maestros de la Sección 22 de SNTE, en demanda de aumento salarial. Tras la manifestación hicieron un plantón indefinido en el centro de Oaxaca que estranguló toda actividad.

Si bien es cierto que los maestros iban en plan de guerra, a Ulises Ruiz le faltó tacto y capacidad política para resolver el problema. Esto ocasionó que los manifestantes respondieran bloqueando carreteras y el aeropuerto, además de hacer desmanes en edificios públicos.

La madrugada del 14 de junio el gobernador ordenó a la fuerza pública que retomara el centro de Oaxaca. Y estalló la violencia.

La refriega que duró varias horas, dejó como saldo más de 90 heridos entre maestros, menores de edad y elementos de seguridad. Aún así el gobernador aseguró que no hubo enfrentamiento y que su gobierno siempre mantuvo disposición al diálogo.

Su pésima actuación como mandatario estatal fue causa de que el PRI perdiera por vez primera una elección en Oaxaca. En 2010 y muy a su pesar, Ulises Ruiz entregó el gobierno al priista transmutado en panista, perredista y convergente Gabino Cue, a quien había “ganado” la elección seis años atrás.

Ulises Ruiz ha pasado a la historia como el peor gobernador de Oaxaca (y miren que ha tenido varios ese sufrido estado). Aparte de los señalamientos de represor, autoritario y corrupto, se le acusó de desviar recursos, abuso de autoridad, nepotismo y se pidió juicio político en su contra. Pero hasta la fecha nada con el juicio político.
A no dudarlo, es uno de los peores activos que tiene el PRI

Este sujeto, estuvo el miércoles en Xalapa como parte de su gira proselitista para ocupar la presidencia nacional de ese partido y aprovechó el viaje para dar clases de ética y moral políticas.

Quien presumía su cercanía con sujetos impresentables como Javier Duarte y Roberto Borge, ahora los acusa de haber sido causantes de la derrota del tricolor en las pasadas elecciones.

Quien se ufanaba de su amistad con Enrique Peña Nieto, ahora lo acusa de pertenecer “a la generación de la vergüenza”. Y quien hizo y deshizo en el PRI oaxaqueño, ahora dice que el partido se debe reestructurar y dejar de lado las imposiciones de amigos, amigas y amantes.

De ese vuelo estuvieron las declaraciones de Ulises que las profirió sin el menor rubor.

Este sujeto arbitrario y tramposo que tiene todos los negativos de un pésimo y repudiado político, se siente con atributos necesarios para dirigir al tricolor. Y en una de esas lo puede lograr.

Si el en PRI piensan seguirse sosteniendo con tipos trácalas, fulleros, corruptos, ladrones y nefastos, Ulises Ruiz está que ni mandado a hacer.

Así que si un día nos amanecemos con la noticia de que este oaxaqueño es el nuevo líder nacional del tricolor, que nadie se llame sorprendido.
Suerte don Ulises.