DESEMPLEADOS Y DESPEDIDOS, EN AUMENTO

Juan Salomón

Breves de aguarena

2019-02-15

Desde el sur de Veracruz, este reportero recibe una llamada telefónica:

–Hermano, me he quedado sin empleo a partir del primero de febrero. Hace como tres años que trabajaba como agente del Instituto Nacional de Inmigración. Somos varios los despedidos que estábamos por contrato que renovábamos cada 3 meses. Nos avisaron que hasta aquí terminamos.

Otro amigo comenta con tristeza en vespertina tertulia:

–Estoy tan desesperado que tuve que aguantarme la vergüenza y le pedí lana prestada a un amigo. No pudo ayudarme. Hasta los ricos se quejan de que no hay dinero.

–¿Alguien recuerda si habíamos pasado por una crisis como ésta en el tiempo que llevamos de vida? –inquiere curioso uno de los presentes más jóvenes.

–No. Y lo más grave es que no le veo solución ni a corto ni a mediano plazo. Estamos peor que en tiempos de Echeverría y López Portillo –expresa el de más edad de los participantes en la conversación.

–¿Recuerdan que éramos millonarios en la época de Miguel de la Madrid? Ganábamos millones de pesos mensuales que no servían para maldita la cosa, pues ahora estamos peor que entonces –se lamenta con nostalgia otro contertulio.

El que esto escribe permanece callado durante la mayor parte de la plática. ¡Cuánta razón tienen estas personas! Y lo que viene parece más sombrío. Hasta los no creyentes se encomiendan al Todopoderoso y exclaman: ¡Socórrenos, Dios mío!

En plena vía pública, principalmente en las esquinas más concurridas de la ciudad y en autobuses urbanos de pasajeros, mujeres y hombres, a veces acompañados de niños, solicitan ayuda económica para llevar alimentos a sus familiares.