DE LAS BENDITAS A LAS MALDITAS REDES SOCIALES
Eduardo Coronel Chiu
Asuntos Públicos
2021-02-10
Es inevitable ya el debate sobre la regulación de las redes sociales en México. Con una iniciativa para reformar la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión en la antesala del proceso legislativo, lo mas conveniente para tratar de preservar la libertad de expresión en esa porción de la nueva esfera pública ciudadana, es enterarse de los términos y temas del debate y participar en la discusión que se ha precipitado en el país.
Aunque es cuestionable el origen coyuntural de la premura legislativa, no es una salida ciudadana eludir el análisis de la propuesta oficial, al contrario, es oportunidad de fijar posiciones y criterios que deberían observarse en la probable legislación.
Nadie de los enterados pasa por alto que la iniciativa llega como traje a la medida para complacer al presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin duda que la propuesta del Senador de Morena Ricardo Monreal para regular en México las redes sociales digitales, surge a partir de que AMLO vio las barbas del vecino cortar, el bloqueo que hicieron en USA las empresas Twitter y Facebook de las cuentas personales del presidente Donald Trump;se recuerda en su episodio de incitación el mes pasado en estas plataformas del asalto al capitolio y la difusión sin bases de fraude electoral.
No es casual que AMLO protestó de ese bloqueo, no por la conducta antidemocrática y violenta del presidente Trump, sino contra los propietarios de las plataformas digitales por censurar su libertad de expresión.
Casi enseguida, criticó en México a Twitter de tener entre sus directivos a ex militantes del PAN, y condenó la cancelación que hicieron de una serie de cuentas de simpatizantes de su corriente política.
Desde ese momento, abrió la puerta para su intento de regulación por parte del Estado, e incluso, planteó la posibilidad de crear una plataforma del Gobierno para la circulación de una red social digital.
LA INICIATIVA DE MONREAL O LEY TRUMP
La iniciativa de Monreal ya la hizo pública. En su cuenta de Twitter hay una versión de la misma, que debe revisarse a fondo. Si bien se cuida de poner por delante la premisa de garantizar la libertad de expresión y el cumplimiento de estándares y normas internacionales, la principal regulación que propone es el control del funcionamiento de las plataformas digitales masificadas ( con mas de un millón de usuarios) por medio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Este ‘organo tendria las facultades para otorgar los permisos necesarios para operar, también actuaría como árbitro en los casos de censura a cuentas personales, y como autoridad para aplicar sanciones por ” censuras indebidas ” con multas de hasta 89 millones de pesos.
Es necesario examinar a detalle los alcances de estas atribuciones para que no impidan la existencia de estos espacios de intercomunicación entre particulares, ni se aplique la censura de plataformas ” no afines ” ideológicamente, bajo el pretexto de la defensa de la libertad de expresión.
LA REGULACIÓN COMPARADA
Sabido que no hay libertad sin límites, las redes sociales que ya hace algún tiempo se instalaron en la vida cotidiana de millones, han sido objeto de regulación en diversas partes del mundo, aunque con intervenciones de tono diferente, con espectros de autoritarismo y liberalismo, según las ópticas de sistemas políticos y culturas en las que operan.
Tanto gobiernos de diferentes países, como ONG’S han tratado de construir marcos legales en torno a las actividades digitales y los precedentes de ese debate regulatorio se han centrado al menos en 4 temas principales: la protección de datos personales, la comunicación política y la propaganda, la libertad de expresión y la regulación de contenidos para proteger a grupos vulnerables, como menores de edad y mujeres, así como garantizar el respeto a terceros y a la moral pública.
Estos temas serían de obligada discusión en la pretendida reforma. Entre los usuarios hay desinterés o ignorancia en como las las plataformas utilizan sus datos personales y preferencias y como se comercializan, por lo que habría interés publico en transparentar los términos. Igualmente, cabe regular la comunicación política, especialmente en procesos electorales, cuando se utiliza la robotización o creación de cuentas con usuarios fantasmas para la distribución masiva de contenidos, frecuentemente falsos y provocar efectos de cascada o burbujas de información propagandística. También deben regularse contenido para proteger a grupos vulnerables, como los menores de edad, a mujeres de acoso cibernético, entre otros, eliminar campañas y expresiones de odio o denigración de personas o grupos.
El tema de la libertad de expresión es mas controvertido por las interpretaciones de sus alcances y límites, y sus zonas de ambigüedad y conflicto subjetivo.
Es un tema complejo y de matices en el que entran en conflicto las interpretaciones de hasta donde llega la libertad de expresión y el interés público para regular las redes, la conducta de sus propietarios y los contenidos permisibles para circular en un espacio público digital.
Obligados a entrar al tema- lo contrario es dejar que legislen a su antojo, sin siquiera opinar- es necesario puntualizar en que deben clarificarse los alcances de la regulación y privilegiar la óptica de la libertad de expresión, sobre la censura o el control gubernamental.
Revisar la experiencia y los diseños existentes de marcos normativos, abrir la participación a organizaciones y ciudadanos a la consulta y el debate.
Las redes sociales, no obstante tener una administración privada, utilizan una tecnología creada colectiva y globalmente, y proveen un espacio de intercomunicación subjetiva que trasciende los ámbitos particulares, constituyendo un espacio público. Son las redes sociales, como el internet, vertientes en la que se desarrolla la vida contemporánea, la sociedad red.
Han servido al activismo social, como al chismorreo, la propaganda, el comercio etc., su importancia está fuera de duda. Si llegó la hora de la regulación en México por consigna política hay que defender que prevalezca la libertad de expresión
MALDITAS REDES
Cuando era candidato opositor AMLO, adoraba a las redes sociales; las consideraba medios alternativos, frente a la supuesta cerrazón de los medios de comunicación tradicionales, los impresos, radiofónicos y televisivos, eran entonces la benditas redes sociales. Eran pueblo. Al ver la suspensión de las cuentas de Trump, se vio en ese espejo, puso sus barbas a remojar, y ahora son satanizadas, malditas redes censoras de la libertad… de desinformar, manipular y robotizar la propaganda, incluso negra.