QUE DE LA UV NO EGRESEN MÁS ASESINOS

El doctor Ignacio García Peimbert, coordinador de Campos Clínicos, Internados de Pregrados y Servicio Social de la facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana de Xalapa, manda desde el 10 de junio el listado de las verdaderas calificaciones de los 134 alumnos del décimo semestre.

En esa lista de 134, se encuentran dos problemas graves por tratarse de alumnos que van a integrarse a los hospitales y los de “mejor calificación” tendrían la posibilidad de escoger los hospitales donde presentarían su servicio de Pregrado.

El primer problema es que de los 134 alumnos, 95 no pasaron la materia de Campo Clínico que corresponde a 2 puntos. Es decir, que mínimo para pasar la materia es de 1.2, que es la calificación de 6 en cualquier materia. Algunos pasaron de “panzazo”, pero la aprobaron.

El segundo problema es que de esos 95 reprobados se tiene detectado a 10 más alumnos que falsificaron sus calificaciones para estar en los mejores hospitales. Hubo en estos falsificadores --quienes muestran un total atentado a la vida humana-- que ni utilizando el internet presentaron trabajos y hay quienes tienen 0 de calificación.

Así que 95, entre ellos los falsificadores, no merecen estar en un hospital. Vamos empezar hacia atrás de los que deben tener sólidas teorías y los trabajos de campos para que auxilien en los hospitales.

Hacia atrás porque en los hospitales sucede que los doctores con experiencia salen de vacaciones, no se les ocurre asistir, andan crudos, se enferman, tienen un problema familiar, etc., y dejan la responsabilidad a estos estudiantes del décimo semestre.

Pase lo que pase, los alumnos se quedan las horas que quiera la Dirección y sólo les dan una pequeña beca que no les alcanza ni para comer en los tacos de canastas. Un año donde deben pagar rentas, camiones, lavado de ropa, tener sus batas blancas, etc.

Así que usted, enfermo, llega el hospital y son atendidos por estos estudiantes que no hicieron trabajo de campo aunque sean buenos en la teoría. ¿Qué hacen con usted? Si va a consulta teniendo la presión alta, le pueden recetar medicamentos para que usted eructe, porque su mal proviene de gases en su caja torácica.

En IMSS de Xalapa, un estudiante le puede recetar análisis clínicos para saber su mal. Usted se desvela, va a la clínica temprano (generalmente a las 6 de la mañana) y llegando a la recepción le dicen que tiene que hacer cita con un mes de anticipación.

Para presentar el tercer caso de los muchos que hay, es cuando a un enfermo que no pueden defecar por los días de estar grave, los Pregrado --porque no hay cirujanos-- no se atreven a tomar la decisión de operar el intestino y cuando lo hacen, operan el intestino cerca del estómago, dejando la tripa de fuera. Lo que caiga en el estómago sí va a salir por la operación, pero qué pasa con la suciedad que se encuentra desde el esfínter y su largo recorrido entre el intestino delgado y grueso hasta la operación.

La solución de estos dizques doctores es que lo que quedó debajo de la operación lo van aspirar. En todos los hospitales hay un médicos internos supervisando las operaciones, pero no sabemos dónde estaba y cuando llega pone el grito en el cielo, porque la operación debió hacerse más abajo. Hay dos culpas: los estudiantes por no haber estudiado en el campo clínico que les piden en la facultad; y el médico interno que atiende casos particulares a las horas de su servicio. Ahora están viendo que de nuevo al paciente le hagan otra cirugía.

Aquí se demuestra que en tanto a los egresados de la facultad de Medicina de la UV del campus Xalapa y los hospitales en la capital de Veracruz, hay un verdadero relajo. Aparte de los alumnos reprobados, unos médicos irresponsables, no hay medicina y todavía los sindicatos piden plazas para sus familiares porque “tienen el derecho de heredar” ¿Y los derechos de los enfermos ciudadanos comunes? ¿Estos tienen derecho a morir en un hospital? ¿Qué consuelo?

Hay que recalcar que no todos los estudiantes merecen ser calificados de “muerteros” porque sí hicieron sus prácticas y no todos los médicos con experiencia son dejados y hay hasta los que exponen su vida familiar por su entrega.

Después de 10 de junio en que entregó la lista de las reales calificaciones del doctor García Peimbert, la secretaria académica Lorena de los Ángeles Mendoza, cita a una reunión extraordinaria académica, pero no cita a los involucrados por escrito ni pone un anuncio en la dirección a pesar de la gravedad del caso. La gran mayoría supo por voces de empleados o compañeros. No querían acuerdos y no hubo el 28 de junio quorum.

Ahora dicen que esta semana habrá junta académica extraordinaria y debe haber uno más del 50% de los académicos y los consejeros alumnos. Quieren sacar sólo el tema de los alumnos falsificadores, pero no de los 95 reprobados.

Los estatutos de los alumnos, aprobados por el Consejo Universitario el 10 de marzo del 2008, ha sido modificado el 14 de diciembre del 2009; 16 de diciembre del 2010; 4 de marzo del 2013 y la última el 3 de junio del 2013. En estas modificaciones, nunca cambian las faltas y sanciones a los alumnos falsificadores.

En el capítulo de faltas en su artículo 170, dice que “se consideran faltas graves de los alumnos además de las señaladas en la ley orgánica las siguientes: Se aplica la fracción IV: Realizar trámites escolares, utilizando documentos ilegítimos, apócrifos o falsos. En la fracción VII: Alterar o falsificar documentos escolares”.

En el capítulo de sanciones dice en su fracción IV del artículo 171: “Los alumnos de la UV que comentan faltas se hacen acreedores a las siguientes sanciones: amonestación; suspensión hasta por 6 meses de sus derechos escolares; expulsión de la entidad económica en que estén inscritos y expulsión definitiva de la UV que solo podrán ser impuestas por el consejo universitario”.

Hay más para que se sepan que no se juega con la salud humana: el artículo 173 dice: “La imposición de una sanción de partes de las autoridades universitarias, no excluye la obligación que estas tienen de denunciar los hechos ante las autoridades competentes, si estos, además de faltas universitarias, constituyen un delito”.

Ya se ha dicho: pueden salir malos abogados, agrónomos, ingenieros, etc., pero un médico debe egresar sólidamente en teorías y en los trabajos de campos. Están en sus manos la salud de seres humanos y con eso no se juega.

A ver si no sale la Universidad Veracruzana con perdones, porque nuestra población que paga sus salarios para preparar a nuestros hijos, sabremos que nuestro dinero se va a la basura, utilizada por una clase universitaria que solo viven del presupuesto.

En dos columnas, hemos tratado este tema grave y no nos queremos meter en la obtención de calificaciones con servicios sexuales o regalos de botellas de licor, porque es otro tema grave de tratar y si van a revisar a la facultad de medicina de Xalapa, deben ver las otras facultades diseminadas en 5 campus de la U.V en la entidad.

Si la UV no pone remedio, tenemos en nuestros hospitales a futuros posibles traficantes de órganos; muertes, ejecutores de robo de infantes, etc.

Basta de tener en los hospitales alumnos reprobados y más a los falsificadores.