COSCOMATEPEC: "Estaba tomando y estoy arrepentido; Tenía ocho días de conocerla"

Alejandro Romero Moguel, autor material del crimen de Pilar Arguello, dijo sentirse arrepentido por los hechos que privaron de la vida a su novia, luego de que en estado de ebriedad la citara a orillas del parque para pretender sostener relaciones sexuales con ella en un chayotal y ante su negativa, decidiera matarla estrangulándola y golpeándola en la cabeza.

Entrevistado luego de la reconstrucción del crimen, dijo ser cortador de chayote y recordó que el pasado domingo alrededor de las 20:30 horas, decidió enviarle un mensaje vía celular a su novia para verla en el parque, aunque asegura haberle advertido que había estado tomando desde horas antes.

“Ella me dijo que sí, que allá en el parque, y allá fue donde la encontré, después nos venimos caminando y en el puente nos paramos un rato a platicar, después nos venimos para acá – plantío de chayote – trayéndola de la mano”.

En medio de un fuerte dispositivo de seguridad donde participaron elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI), peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), la Agente del Ministerio Público de Coscomatepec, Policías Municipales e incluso el Subprocurador de Justicia de la Zona Centro, el infante narró paso a paso como sucedieron los hechos.

“Ella vino por su propia voluntad, y se molestó porque le pedí que tuviéramos relaciones y ella me dijo que nos conociéramos mas y luego me dijo, -o me lo estás diciendo porque estas tomado- y le dije, no como crees, y cuando le dije eso fue que me pegó la cachetada”.

Con su mente lúcida, recuerda que: “Entonces fue cuando yo la agarré del cuello y la tiré, y cuando ya la había ahorcado se quedó tirada y yo vine a levantar una piedra al camino y le pegué por lo menos 3 veces y salí huyendo hacia los chayotales”.

“Cuando le pegué con la piedra en la cabeza, le levanté la blusa y le bajé los pantalones a la altura de las rodillas y cuando miré que ella ya no se movía yo me espanté y así la deje, la arrastré de los pies y me fui cruzando los chayotales”.

Al cuestionarles si su intensión era la de matarla, el joven dijo que: “La verdad no, hasta ahorita estoy arrepentido porque fue porque andaba yo borracho, pero yo no tenía ninguna intensión de hacerle daño a ella, tenía ocho días de conocerla”.

“No recordaba bien hasta el lunes que llegué de trabajar y en la casa me dijeron que encontraron un muerto aquí en el chayotal y yo no hice caso y ya me acordé y todavía ayer yo me fui a trabajar, fueron por mi amigo Beto yo ya mejor ni corrí, ya ni me moví de donde estaba trabajando, fue cuando llegaron por mi allá”.