CÓRDOBA: Un choque entre una camioneta y taxi deja un herido

Un operador de taxi lesionado y daños materiales por $10 mil pesos fue el resultado que dejó un accidente suscitado en calle del fraccionamiento Alameda a donde asistieron grupos de auxilio para ayudar al herido y policías municipales para acordonar la zona.

Los hechos ocurrieron durante la mañana de ayer cerca de las 07:20 horas, en el crucero de la avenida 19 y calle 4, sitio en donde en menos de una semana se han suscitado cuatro accidentes, debido a la falta de precaución de los conductores que transitan por la calle ya que los señalamientos están bien marcados.
Resulta que el chofer de una camioneta Chevrolet pick up color roja, con matricula MHT6095 del estado de Mèxico, circulaba por la calle 4 con dirección a la colonia El Carmen, sin embargo al llegar a la avenida 19, debido a que no visualizó los señalamientos de alto, se impactó en la parte latero –frontal de un taxi marcado con en número económico 996 y placas de circulación 8575XCZ.

El conductor del taxi que dijo llamarse Humberto Ballinas Balderas y con domicilio en la colonia López Arias, debido a que desobedeció a las indicaciones de la Dirección de Tránsito y vialidad Municipal para el uso del cinturón de seguridad, se proyectó al volante y contra el parabrisas, resultando con varias lesiones en sus extremidades y probable esguince en la columna cervical.

Por lo que se refiere al culpable de nombre Nicolás Carreño, de 55 años de edad, al reconocer que era el único responsable de inmediato descendió de su unidad y le dio el apoyo al taxista pues solicitó la presencia de paramédicos de la Cruz Roja para que le dieran las primeras atenciones.

Al llegar voluntarios de la benemérita institución a la avenida 19 del fraccionamiento La Alameda, procedieron a inmovilizar las extremidades del herido y posteriormente lo canalizaron a un hospital particular en donde quedó bajo vigilancia médica.

El perito en turno de la Dirección de Tránsito y Vialidad Municipal procedió a tomar conocimiento del percance para ordenar que las unidades averiadas fueran enviadas a un corralón particular mientras obliga al culpable a pagar los daños y gastos médicos que generen las curaciones al lesionado, cuyo estado de salud fue reportado como fuera de peligro.