+El recibimiento, respeto y cariño caracteriza a la diócesis de Papantla
Zona Norte
Juan Carlos Jiménez Benavidez - 2014-06-17
En su primer mensaje por parte del VIII obispo de la diócesis de Papantla agradeció a sacerdotes, religiosas, todo el pueblo de Dios y personas de buena voluntad, esto por el emotivo recibimiento que tuvo en su llega a la gran diócesis de Papantla.
“Quiero agradecer en primer lugar a Dios por la vida, por el don de la fe, por la vocación al sacerdocio, por el llamado a ser sucesor de los apóstoles y, por último, por el envío a la diócesis de Papantla”.
Agrego, “Después de Dios, quiero agradecer a todos ustedes, los que forman parte de la diócesis de Papantla por recibirme con tanta alegría, entusiasmo, muestras de respeto y cariño, he sido objeto de una festiva bienvenida el día 11 de junio, bienvenida que nunca olvidaré y que sé que debo corresponder con mi entrega a la misión que se me ha encomendado”.
Destaco que primero fue recibido, a la entrada del pueblo por sacerdotes, religiosas, jóvenes y alumnos de los colegios católicos, así como las autoridades municipales y de vialidad, medios de comunicación eclesiales y locales, agradándole el entusiasmo de la gente del lugar y de las diversas parroquias de la diócesis de Papantla, así como personas venidas de otras latitudes, especialmente de la diócesis de san Andrés Tuxtla, que también se dieron cita en ese primer momento.
Destaco que luego se dio la recepción en la Iglesia Central, su nueva Catedral, donde fue recibido por los sacerdotes del Colegio de Consultores, así como por religiosas y pueblo de Dios y en donde, habiendo rezado un momento ante el Santísimo sacramento, paso luego a hacer su profesión de fe, fe que debe vivir y que les debe enseñar.
Monseñor José Trinidad Zapata Ortiz aseguro que fue la gran fiesta de fe en la Plaza de Toros el Pinal donde se celebró la Santa Misa y al mostrar las letras apostólicas al Colegio de Consultores tomo posesión de esta diócesis de Papantla que Dios le encomienda para pastorear en el nombre del Señor.