¿Administración pública con elementos de la economía privada? San Juan Evangelista, un caso
+ CLAROSCUROS, por José Luis Ortega Vidal
Zona Sur
José Luis Ortega Vidal - 2014-12-16
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En San Juan Evangelista -municipio ubicado en la frontera entre Veracruz y Oaxaca- se impulsan dos visiones poco comunes en las administraciones públicas locales mexicanas y veracruzanas en particular:
a) Atender la salud pública como una prioridad desde el Ayuntamiento y
b) Manejar los recursos financieros como instrumentos que incidan en la productividad privada y colectiva.
El primero de estos puntos se opera a través de la adquisición de una Unidad Médica que ofrece estudios gratuitos de colposcopía, ultrasonido y mastografía a toda la población sanjuaneña y a la de municipios aledaños a los que –vía la Secretaría de Salud estatal- se gestiona el servicio.
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Para regiones urbanizadas y particularmente en ciudades con más de 100 mil habitantes, el tema puede resultar poco atractivo; entre otras razones porque esta clase de servicios médicos suelen ofertarse a nivel privado o los hospitales públicos de nivel regional a menudo cuentan con ellos.
Empero, las zonas rurales o semi rurales como San Juan Evangelista viven escenarios muy distintos, de ahí que el tema llame la atención.
Enclavado en el Sur jarocho, contactado históricamente con Tlacotalpan dado que el río San Juan que lo atraviesa es afluente del caudaloso Papaloapan, este municipio cuenta con uno de los territorios más extensos en Veracruz: 968.94 Km2, de los cuales 6565.68 hectáreas son dedicadas a la agricultura y 83,488.32 hectáreas se emplean en la ganadería.
Cuenta con 33 mil 435 habitantes según el CENSO del INEGI correspondiente al 2010. Unos diez mil se ubican en la cabecera municipal y el resto en decenas de comunidades comunicadas por caminos rurales y vías ferroviarias, así como la ruta pluvial.
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En el año 2011 el INEGI reportó que en México 30 de cada 100 mujeres que salían de un hospital por tumores malignos padecían cáncer de mama.
Un estudio de los doctores Pedro Coronel-Brizio, Fernando Palafox Sánchez, Jorge Olivares Nowak, Elba Zadoc Díaz Domínguez y Nubia Ortega Luna, publicado bajo el título de:
Cáncer del cuello uterino según zona urbana, suburbana y rural en Veracruz. SESVER. 2006-2008
establece que:
La incidencia del cáncer del cuello uterino puede variar dependiendo del área geográfica en que se encuentren las pacientes (urbana, suburbana y rural), ya que es más probable un aumento en la incidencia en áreas rurales en relación con las áreas urbanas, donde los servicios de salud están más cerca de la población, aunado esto a una mejor información de los factores de riesgo de esta patología. Se ha demostrado que las residentes de zonas rurales se realizan en menor proporción la citología cervical que las que habitan en ciudades, lo que condiciona que el cáncer cervicouterino (CACU) se diagnostique a mayor edad y en grados más avanzados. Sin embargo, hay estudios que no demuestran suficiente evidencia de una mayor mortalidad relacionada con la distribución geográfica.
Bajo estos datos históricos de organismos públicos resulta muy destacado que un Ayuntamiento con un presupuesto anual que apenas rebasa los 70 millones de pesos, haya invertido 5.5 millones en la adquisición de equipo especializado en salvar vidas.
La lejanía de centros de salud y los costos de los estudios preventivos desaniman a la población a revisar su organismo a tiempo.
La unidad sanjuaneña es móvil. Por tanto, recorre tanto cabeceras municipales como congregaciones, villas, rancherías y atiende mayoritariamente a mujeres.
Abel Vázquez González, el alcalde que puso en marcha este proyecto, narra que una vez hechos los estudios la información se envía a su evaluación médica respectiva. Una vez que se tiene el resultado se entrega a los pacientes y de ser negativo permanecen en casa, mientras que los positivos son canalizados de inmediato con oncólogos del Sector Salud.
Ver el rostro de mujeres que se sienten aliviadas cuando han corroborado que están sanas es muy satisfactorio.
Los casos contrarios conmueven pero apostamos a que el cáncer se hayan detectado a tiempo y pueda ser eliminado, explica el munícipe.
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La otra visión que sobresale en San Juan Evangelista es la relativa a la adquisición de 6 tractores en el 2014 y el plan de comprar 6 tractores más el próximo año.
La tesorería municipal ha dispuesto de dinero público para equipos motorizados destinados a operar en el campo sanjuaneño en forma gratuita.
Los campesinos y ganaderos sólo deben organizarse, solicitar el equipo y calendarizar su empleo para la preparación de la tierra donde se sembrará maíz, frijol, pasto, caña o lo que cada cual decida.
La población sólo paga operador del tractor y combustible.
El resultado permite ahorrar tiempo y volver más eficaz el proceso de la agricultura o la obtención de alimento para el ganado.
Cada año -durante los cuatro de este gobierno- se adquirirán 6 tractores para sumar 24 al finalizar el período. La meta es que todos operen y la zona rural eleve su nivel productivo, sus ingresos y su plusvalía, explica Abel Vázquez González.
Hay más: recientemente se adquirió una maquinaria destinada a la reparación de caminos. El alquiler de una implicaba el pago de 150 mil pesos mensuales. Con una moto conformadora propia habrá un ahorro y el mantenimiento de los caminos estará garantizado todo el año, se detalla.
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Administración, planeación, eliminación de “moches” o “diezmos” en la obra pública, definición de prioridades –primero el impulso a la economía y al final las obras de relumbrón- es la estrategia que se emplea.
El alcalde de San Juan es empresario agropecuario: exportador de cítricos, criador de búfalos, de ganado vacuno e impulsor de la mejoría genética equina.
Esta condición, en buena medida, explica la actitud y los resultados en el municipio que gobierna de una manera poco común.