El 23 de diciembre pasado le fue encontrado en su poder armas y droga.
Policiaca
David González Cruz - 2015-01-09
El crimen del chatarrero, Aldo Marín Martínez, que fue encontrado decapitado junto con otro individuo que está como desconocido, en una fosa clandestina en el predio Encino Gordo, podría tratarse de una venganza entre bandas delincuenciales, pues apenas el 23 de diciembre pasado ésta misma persona fue detenida por la policía debido a que se le encontró en su poder armas y droga.
Fue la noche del martes pasado cuando las autoridades ministeriales tomaron conocimiento de los hechos y trasladaron los dos cuerpos con las cabezas cortadas tras ser localizados en una fosa.
Horas después ante el Ministerio Público Investigador (MPI) compareció la señora Alba Carolina Bautista Gutiérrez, para identificar y reclamar el cuerpo de quien dijo era su esposo, mismo que contaba con 26 años y tuvo su domicilio en la calle Independencia sin número de la colonia Ruiz Cortines de Minatitlán, mientras que el otro cadáver aún permanecía la tarde de ayer jueves en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo).
Aldo Marín Martínez, es el mismo que el 23 de diciembre pasado fue aprehendido por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) cuando a bordo de un taxi transportaba una escopeta calibre 12 milímetros, una pistola tipo Escuadra calibre .9 milímetros, varios cartuchos útiles para los calibres en mención así como una bolsa de nylon donde transportaba hierba verde con características similares a la marihuana.
En esa fecha quedó a disposición de la autoridad correspondiente pero más tardaron en atraparlo que él en volver a recuperar su libertad, aunque esta vez solo fuera por unos días de vida.