+ Columna del C.P. Renato P. Vázquez Chagoya, director del Semanario Sotavento
Zona Sur
Renato P. Vázquez Chagoya - 2015-01-20
En esta época cuando todos hablamos de una economía “deprimida”, esa constante referencia nos lleva a “meternos” en esa dinámica y en consecuencia, nos invade el desaliento.
Aparentemente, nadie tiene la fórmula ideal para alcanzar el éxito y de todas las personas que conocemos que han obtenido fortuna económica, todas han llegado por caminos y sistemas distintos a su actual posición.
Hay sin embargo, consideraciones que nos pueden poner en la senda del éxito y aunque usted no lo crea, son situaciones que todos conocemos, pero que hemos ignorado desde siempre, aunque estén siempre ante nuestros ojos e incluso, son argumentos que empleamos para platicar o aconsejar a otros que nos dan a conocer “sus crisis”.
El éxito no es consecuencia de la suerte, sino de un gran esfuerzo y un alto compromiso con uno mismo para alcanzarlo.
Debemos precisar que entendemos por “éxito”. ¿Dinero? ¿Placer? ¿Diversión? ¿Dispendio? ¿Evasión? ¿Etcétera, etcétera, etcétera…?
¿Cuál es su concepto de éxito? ¿Qué y a quienes comprende?
La verdad es que no debemos ni podemos perder de vista que el dinero forma parte del éxito. Entendemos que el dinero no compra la felicidad, aunque ayuda a tener una mejor vida, cómoda y placentera para quienes la comparten.
Y finalmente, el éxito debe ser siempre, en lo más íntimo de nuestro ser, un sentimiento, una actitud y un compromiso que solo depende de nuestras acciones y que a la larga, son consecuencia de los propios hábitos.
Empecemos pues, a pensar y a actuar como millonarios para llegar a ese punto..
1.- Haga lo que le gusta
Usted debe visualizar y definir en qué campo de trabajo debe estar según sus aptitudes y en qué campo de trabajo disfrutará a plenitud lo que hace. Disfrutar lo que uno hace nos lleva a ser más productivos, aumenta nuestra motivación, orienta la concentración y la energía para lograr los objeticos.
En resumen es “estar a gusto” en lo que hacemos y disfrutarlo.
2.- Hay que ponerse metas
Quiñes tienen éxito y son millonarios, invariablemente establecen metas No encuentran otra manera de lograr sus propósitos. No se llega a ningún lugar sin haber definido de manera clara y precisa a qué vamos a llegar. Tampoco se llega a ningún lado si no se sabe lo que se quiere y si no se sabe cómo lograrlo.
Es probable que en su búsqueda usted vislumbre dos o tres caminos para llegar a donde quiere y entre ellos debe elegir. Si fracasa en uno, intente en el otro y si aun así no funciona, elija otro, hasta que alcance sus propósitos. Siempre aprenderá de sus errores y de sus fracasos y eso hará que los nuevos intentos sean más fáciles.
Si a “estas alturas del partido”, es decir, si en estos momentos de su vida no ha alcanzado el éxito, quizá sea porque no ha sabido definir ni precisar sus metas. No ha definido a dónde quiere llegar y para qué. Entonces, lo que necesita es visualizarlo, definirlo y precisarlo y, para que no se pierda en el camino, por favor escríbalo. No lo deje a la memoria ni al aire.
Un motivador ponía de ejemplo la necesidad de construir uno su propia casa. Para empezar, decía, dibuje usted la casa que quiere. Pegue el dibujo en todos los sitios que usted frecuente. Visualícese viviendo en ella y el disfrute que de ella puede obtener. Y desde ese momento enfoque todas sus energías, estrategias, esfuerzos y capacidades para hacerla realidad.
Recuerde que es preferible la pálida huella de la tinta, a una portentosa memoria que puede perderse en el laberinto de los sueños, de las ambiciones y del tiempo.
3.- Ser responsable con los demás
Ser responsable y oportuno en los compromisos con los demás te convertirá en un ser confiable y capaz, que inspire confianza por su eficiencia y habilidad en el trabajo, porque no afectarás en detrimento el trabajo de los demás. Al contrario, tu responsabilidad y oportunidad dará fluidez a los esfuerzos ajenos, dándoles impulso.
El éxito de esta actitud es la confianza que los demás tendrán en ti.
4.- Acepte y adáptese a los cambios
Los millonarios no están esperando que las cosas lleguen, ellos emprenden la acción y sí en el camino aparecen imponderables, adaptan su marcha, cambian su dirección, emplean fuerzas adicionales, para retomar el camino para lograr sus objetivos.
Quizá con los cambios podrían surgir escenarios complicados, pero no deben perderse los objetivos que usted ya se trazó, a menos que los resultados igualen o superen sus expectativas. Pondere siempre los beneficios de “escalonar” sus netas.
No rechace los imponderables sin que se aparte de su camino ni de sus metas.
5.- Siga aprendiendo
Ya está usted “plantado” en su campo de trabajo, de negocios, empresarial, profesional, religioso, deportivo, social, cultural, etc.
Lo que logró hasta ahora tiene una base, que es el cúmulo de conocimientos que ha logrado a través de su vida, sea a través de la escuela, del trabajo, de sus relaciones, de la observación, etc. y que se puede resumir como educación.
Pues bien, ahora aparecen otras metas y otros objetivos. Para ello necesita “nuevas herramientas” para enfrentarlos. Necesita capacitarse y aprender para obtener habilidad, capacidad y facultades en sus nuevos retos.
Los millonarios invierten sumas importantes en actualizarse, en capacitarse y en educarse.
Si cualquier individuo deja de educarse, deja de tener capacidades frente a los demás y pierde por “abandono”.
Tome diplomados, cursos, sesiones de asesoramiento y sobre todo, manténgase al día.
Cuestión de intentarlo
Ninguna edad es impedimento para intentarlo.
Desde luego, cada individuo tiene su concepto de éxito y de millonario.
Cada quien debe establecer su propio valor y sus propias metas.
Lo difícil es dejar el concepto de “yo no puedo”.
Hay que dejar de lado y en el pasado, bien enterrado, el concepto de negatividad y emplear todos esos conceptos que hemos acumulado en nuestras vidas para emplearlos a nuestro favor, para lograr una vida plena.
Nadie hará por nosotros, lo que no estemos dispuestos a hacer por nosotros mismos.
No olvide que el éxito y el ganar el dinero no son instantáneos.
No es cuestión de desearlo y ya estará ahí.
Requerirá esfuerzo, entusiasmo, preparación, dedicación, constancia y tiempo.
Pero… además aderécelo con respeto, consideración, solidaridad y valores, para convivir con los demás.
Si uno cree que se puede alcanzar el éxito y el dinero aplicando sólo uno de los pasos, entonces sus propósitos se estrellarán irremediablemente con el fracaso y ahí terminarán sus intentos.
Tampoco olvide, que los cinco pasos que han sido señalados están en su persona, quizá adormilados o quizá arrinconados, porque llegamos a una zona de confort insatisfecha del todo, que necesitamos remover y sacar a flote para lograr nuevos propósitos.
Tenemos que recordar que la riqueza que anhelamos no la creo el gobierno ni fueron consecuencia de la casualidad. La riqueza fue creada a nivel individual y de ahí fue compartida con la comunidad.
Todo está en uno y depende solamente de uno. De nadie más.
¡Ah!... es hora de empezar.
¿Mañana?.. quizá ya no haya mañana.
La oportunidad es hoy.
Hay que agradecer
Desde luego que estas ideas no son de mi autoría. Fueron tomadas de Murray Newlands, colaborador de Inc. Magazine y publicadas en Excélsior, el pasado viernes 16 de enero de este año.
Y créanme es un regalo inapreciable.
Es cuestión de que nos pongamos en marcha.
Declaración de propósitos
Yo, a partir de este momento, fijaré nuevas metas, empleando todos mis esfuerzos, mis capacidades, facultades y habilidades, con el propósito de tener otros motivos de orgullo, que me den plena felicidad, satisfacción y ánimos de disfrutar plenamente de la vida.