Loor y gloria a nuestros senadores

+ ARRIEROS SOMOS, por Renato P. Vázquez Chagoya

Zona Sur

Renato P. Vázquez Chagoya - 2015-03-02

Lo bueno es que las reformas constitucionales permiten a todo ciudadano presentar iniciativas ante el Congreso de la Unión y lo bueno es que el Ejecutivo puede secundarlas, para que se hagan leyes o decretos.

Yo, preocupado por el derrotero del país y por el reconocimiento a los pro hombres que dan lustre, impulso y beneficio al país, voy a empezar a gestionar ante mis conciudadanos que presentemos, “todos en montón” y de “uno por uno”, una iniciativa para reconocer la magnanimidad y la generosidad de los senadores mexicanos.

Tenemos que imitar a los legisladores de la Independencia, que otorgaron el título de “Héroes Patrios” a quienes participaron en ese movimiento iniciado en 1810, para honrarlos y darles un espacio en nuestra historia patria.

La generosidad de nuestros actuales senadores no puede ignorarse.

Si se considera que el recorte presupuestal a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad y a las Secretarías de Estado suman más de 124 mil millones de pesos. Que el recorte que sufrirá Pemex es de 62 mil millones de pesos y que el de la Comisión Federal será de 10 mil millones y que, la fuerza laboral de Pemex sufrirá un recorte equiparable al de la CFE y que fue cancelado definitivamente la construcción del tren transpeninsular Quintana Roo-Yucatán y que se pospuso de manera indefinida la construcción del tren México-Querétaro, el esfuerzo inconmensurable de nuestros señores senadores no tienen parangón en la historia de México.

Y eso sin contar, de que ya no ofrecerán vino de honor y bocadillos en las recepciones, llámense foros o exposiciones o cualquier otro evento. De seguro volveremos a época en que se ofrecían tacos y aguas de frutas de temporada para no hacer tanto gasto. Ya no tendrán a su disposición bocadillos o servicio de cafetería. Y habrá otros recortes, considerados como viáticos, etc., etc…

Y esa magnanimidad debe premiarse.

Debe enaltecerse ese gesto de sacrificio cívico y de humanismo, que ante la urgencia de la república, ellos, los primeros, dieron un paso al frente y exponiendo su integridad, ofrecieron su pecho magnánimo y amoroso en aras de salvar a la patria.

Acordaron los senadores, con sacrificio inaudito e indescriptible, reducir sus emolumentos mensuales, en la nada despreciable y destacable cantidad de CIEN PESOS.

Fíjese si no es sacrificio. A partir de ahora ya no van a ganar 117 mil 600 pesos. No, ahora, en bien de la patria y de los mexicanos, los senadores, en una acción sin precedentes, ganarán 117 mil 500 pesos.

¡Cien pesotes menos!
¡Púchila!, como dirían los ancianos.

A traga camotes…

Con las reformas que el gobierno federal impulsó y que “nuestros” representantes populares –llámense diputados y senadores– aprobaron, Femsa (Coca Cola), estudia la posibilidad de comprar la franquicia de las estaciones de gasolina, ahí donde funcionan sus “pobres negocios” Oxxo.

Eso sí, no es cosa de alarmarse, porque la nota publicada por El Economista, dice que “la mexicana Fensa” comprará las gasolineras que funcionan junto a sus tiendas Oxxo “para aprovechar la apertura energética en México”.

También dice la información que Femsa aprovechará “el vuelto” que le sobra a consecuencia de “reportar una fuerte alza en su ganancia neta del cuarto trimestre” del 2014 en la operación de los Oxxo.

Y fíjese lo que son las cosas: Mientras Pemex anda de capa caída, Femsa va a aprovechar para seguir “una estrategia de crecimiento más acelerado en este negocio”.

Y si usted lo ve como algo lejano, entonces debe conocer que al término del 2014, Femsa operaba en 227 estaciones de servicio con franquicia de Pemex igual número de establecimientos Oxxo. Y para tomar la decisión de tener bajo su control las estaciones de servicio, nos informan que saben que las gasolineras generaron 16,178 millones de pesos por la venta de gasolina y productos relacionados.

Pero si eso fuera poco, muestran sus intenciones de adquirir o arrendar, comprar o abrir más gasolineras en el futuro para acelerar su participación en este negocio de alto crecimiento y altos retornos (Rápida recuperación de capital), porque están en una posición singular para poder capturar esta atractiva oportunidad.

O sea, lo que para Pemex no es negocio, para Femsa, sí lo es y de sobra.

Ahí donde los genios del gobierno que administran Pemex sugieren y promueven el desprendimiento de la industria y de sus filiales, porque según ellos, no son rentables, los inversionistas “mexicanos” de Femsa nos dicen que ellos “aprovecharán un negocio de alto crecimiento y altos retornos”.

Como vivimos en una república de “libre comercio”, lo que va hacer Femsa no tiene nada de malo. Ellos pueden hacer con su dinero lo que se les antoje, hasta comprar al país.

Imagínese. Ya nos tienen dependientes en el consumo de sus productos, donde uno de sus refrescos es más preciado y demandado que la leche.

Ahora, van a controlar el expendio de la gasolina, donde tendrán una influencia decisiva en la operación de vehículos y el día que se les antoje, con no suministrar los combustibles, podrán paralizar al país.

Falta que Femsa, con ese afán comercial y en honor al libre comercio que practican, compren de ribete la industria del camote,

Entonces sí, a tragar camotes…

Para divorciarse, sólo la voluntad de uno

En pleno mes del amor y de la amistad, la deshumanizada Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dio un puntapié a la sacrosanta institución del matrimonio.

Dictó la SCJN, un fallo que lo convierte en jurisprudencia de que ya no es necesario el consentimiento y acuerdo de la pareja, para dar por terminado el matrimonio y, además, ya no habrá necesidad de justificar ni argumentar nada para que proceda el divorcio.

Sólo bastará la voluntad expresa de una de las partes, para que la autoridad correspondiente, dicte la resolución, previa garantía de que no se afecta la supervivencia, desarrollo e integridad de los hijos ni los derechos de la pareja.

El punto de vista de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es que el matrimonio no tiene razón de ser, si una de las partes no está a gusto. Con esta resolución, no hay culpables.

Se termina porque una de los dos lo quiere y ya, se terminó.

No se sabe que estarían pensando los de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque en nuestro país, lo trascendente, lo perdurable, precisamente es el matrimonio.
Nada más, por favor, no empiece…

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