#ArrierosSomos: MINATITLÁN, HACE 190 AÑOS (CONTINUA)

Consignó Tadeo Ortiz de Ayala, el 7 de octubre de 1824 en su primer informe, que: -“El terreno del paso de la Fábrica es una propiedad particular perteneciente al dueño del sitio de Tacoteno, mas este individuo es un hombre de buenos sentimientos y mediana fortuna, no rehúsa su enajenación al Estado…”.
Ya ubicaba Ortiz de Ayala la localización de La Fábrica en el sitio de Tacoteno. ¿De dónde salió ese predio?
Ya hemos señalado que desde 1580, el alcalde mayor de la Villa del Espíritu Santo, Suero de Cangas y Quiñones, en la relación Geográfica enviada al Rey de España, entre 66 pueblos consignaba a un pueblo llamado “Tlacotenco” (A la orilla de las varas) en la margen izquierda del río Coatzacoalcos.
Por coincidencia, también en 1824, el 24 de abril, se haría la repartición de bienes del matrimonio formado por Don Manuel de Lara y Doña Isabel Frumosa Cubillos, propietarios de la Hacienda “La Purificación” alias “Mapachapa”, según copia que me obsequió don Álvaro Velázquez Valdivieso, donde consignan los predios o haos que tal propiedad tenía:
1.- Buenavista,
2.- San Pedro,
3.- La Barrilla,
4.- Los Limones,
5.- Tacoteno,
6.- Tacojalpa,
7.- Mariana, y
8.- Yegüero.
Los tres últimos de uso común a los co-herederos.
Los herederos eran Francisca de Lara y su esposo José María Pereira y Castro, Francisco de Lara y una hermana, de quien no se menciona el nombre y, José Vidal y sus hermanos, que tampoco se mencionan.
Don Abel R. Pérez, en su libro “Minatitlán y otros tópicos de interés general”, nos relata: -"...hijo de mi tía Francisca de la Torre, y de don Francisco de Lara, dueño de Tacoteno, hato de la antigua hacienda de Mapachapa, que también fue suya, y de donde regalaron el terreno para el pueblo y fundo legal de Minatitlán”.
De seguro, Don Abel R. Pérez se refería a don Francisco de Lara y Cervantes, hijo de don Francisco de Lara y Vargas, quien firmaría en nombre de su padre la escritura de donación del fundo legal de Minatiltán.

El puerto de Minatitlán

Como ya se consignó, el 8 de octubre de 1825, el Presidente de la República el General Guadalupe Victoria, decreta el establecimiento de un puerto en el “lugar más propicio cercano a la Barra…, y como no hay sitio adecuado para tal fin, se establece el puerto y la aduana en La Fábrica, hoy Minatitlán, funcionando con la categoría de Puerto de Altura y cabecera de la colonia del Coatzacoalcos, que conserva hasta el 17 de febrero de 1837, en el que se le reduce a Puerto de Cabotaje. Nuevamente en 1846, se le eleva a la categoría de Puerto de Altura hasta que termina la guerra con los Estados Unidos.
Ya para 1828, existían numerosas familias en Minatitlán, continuándose con el corte de maderas y estableciéndose numerosas casas comerciales, lo que ocasiona que se incremente el número de habitantes a la orilla del río Coatzacoalcos. Se siembran extensos cafetales y se incrementa la ganadería.

Testimonios sobre nombre de Minatitlán

Pierre Charpenne

Uno de los colonizadores franceses, Pierre Charpenne, fue un cronista explícito de lo acontecido en esa aventura ocurrida en los años 1830 y 1831:
-“Quién diría que ahí es Espíritu Santo, una de las primeras ciudades que los españoles establecieron en México. Fue fundada por Sandoval, oficial de Hernán Cortés, en 1524, pocos años después de la toma de México. Nada indica que esta aldea india haya sido en otro tiempo una ciudad española; nada, ni aun sus ruinas atestigua el pasado de lo que ya no es. Sólo queda el nombre. ¿Qué digo?, el mismo nombre ha sido cambiado. Parece que en México, como en Francia, se tiene la manía de cambiar los nombres de las ciudades, sin respeto por las tradiciones y los recuerdos históricos. La ciudad de Sandoval (Villa del Espíritu Santo) se llama, creo yo, Barragantitlán, nombre compuesto con el apellido de no sé qué general mexicano y por la terminación titlán que, en la lengua de los mexicanos azteca significa ciudad.
-“LA FÁBRICA O MINATITLÁN, DEL NOMBRE DE MINA, GENERAL ESPAÑOL QUE PELEÓ EN MÉXICO POR LA INDEPENDENCIA y sin duda uno de los padres del famoso constitucionalista Mina; La Fábrica, decía, es una aldea compuesta por medio centenar de casas hechas con tablas de cedro o de caoba, o bien con bambú clavado en la tierra y unido por lianas. Todas ellas tienen techos de hojas de palmera y las más viejas tienen, cuando más, veinte años de existencia. Están rodeadas por un corredor exterior formado con las estacas que sostienen el tejado, para proteger el interior contra la lluvia y el sol. Muchas están construidas con elegancia y, como son muy grandes, aunque sólo cuentan con una planta, familias enteras pueden vivir en ellas con toda comodidad. Pequeñas cabañas construidas detrás de las grandes, a pocos pasos de distancia, sirven de cocina.
-“Las casas de Minatitlán están sembradas aquí y allá, al pie, en la pendiente y en la cima de dos colinas, de las cuales las más habitada es la que está situada más cerca del río; la otra, en el noroeste, no puede percibirse desde la corriente. Está dominada por la iglesia, que no es más que una gran cabaña con una gran puerta, sobre la cual está suspendida una campana pequeñita.
-“Un alcalde, un corregidor y un comisario encargado por el jefe político de Veracruz de distribuir las tierras a los colonos y proteger y vigilar sus intereses, tales son las autoridades del lugar. Hay que agregar al aduanero, quien es una especie de administrador general del tesoro público. Minatitlán cuenta pocos años desde su fundación; muchos de sus primeros habitantes viven aún.
-“Así, este es el único puerto del Guazacoalco. Es en Minatitlán donde desembarcan los productos industriales de Tehuantepec, que consisten principalmente en hamacas de cuerdas de maguey, esteras, sillas de cuero, botines, sombreros de fieltro. Desembarcan también los productos agrícolas de Tabasco, a saber: café y cacao. De estas mercaderías, las primeras descienden el Guazacoalco en piraguas indias. Las otras desembocan en este río por el Uspanapa. Se les transporta a lomo de mula desde Minatitlán a las diversas aldeas situadas entre el Guazacoalco y el río San Juan, desde donde otras piraguas los llevan a Tlacotalpan y Alvarado, dos pequeñas ciudades, con un comercio importante, situadas a una cuarentena de leguas de Minatitlán.
-“No pocos colonos han habitado Minatitlán, este bazar de la colonia del Guazacoalco. En el término de dos años ha sido sepultado en su cementerio un número de personas tal vez mayor al de su población, compuesta por mexicanos, indios, algunos franceses escapados de las enfermedades, ingleses, estadounidenses, que puede elevarse, cuanto más, a una centena de habitantes.
-“Todos los franceses que vivían en Minatitlán estaban más o menos enfermos. Unos tenían llagas en las piernas, otros temblaban por las fiebres intermitentes. Familias enteras habían sido tocadas”.

Abate Baradere:

El abate Baradere, aliado, amigo y promotor de la colonización francesa en la región del Coatzacoalcos, en sus folletos argumentaba a favor de tal empresa:
-"Después de haber recorrido la comarca de Puebla y el estado de Veracruz, LLEGUÉ POR TIERRA A MINATITLÁN, POBLACIÓN CONSTRUIDA SOBRE EL RÍO Y QUE DEBE SU NOMBRE AL FAMOSO MINA. Esta población puede ser considerada como el almacén del Goazacoalco; ya numerosos comerciantes se han establecido ahí. El señor Baldewin posee un aserradero, donde emplea una docena de obreros de su nación, y envía sus planchas de caoba y otras maderas preciosas a Nueva Orleans, donde encuentra muy buen mercado y que una bricbarca recoge en el depósito. Por añadidura se ocupa del cultivo de las tierras que compró a sus vecinos.
-La población de Minatitlán es de aproximadamente trescientas personas; el gobierno mexicano hizo construir una capilla y tres casas que sirven de alojamiento a los colonos llegados recientemente.
-Minatitlán está situada a seis leguas por el mar, en línea recta, y a diez descendiendo el río. Después de algunos días de reposo, partí con los señores Giordan y Douglas, éste último cónsul americano en Goazacoalco, con objeto de examinar las ruinas de la ciudad del Espíritu Santo que se encuentra en la desembocadura del Uspanapa y que fundada por Hernán Cortés, fue destruida más tarde por los ingleses.
-Al dejar la barra, sobre la orilla izquierda del Goazacoalco, se encuentra un fuerte bien construido y armado de doce piezas de veinte y cuatro, y su guarnición está compuesta de seis hombres y un comandante. Estos desafortunados, después de nueve años, no han recibido salario y tienen por todo vestido algunos jirones de camisa. La pesca y la limosna de los indios son su único recurso.

Hippolite Mansion

Al fracasar la colonización francesa en la región del Coatzacoalcos, el que deja un testimonio condenatorio y de lamentos es Hippólite Mansion:
-"Un joven de alrededor de veinticuatro años desembarcó en la playa en elegante traje de cazador burgués, sus patillas bien peinadas, sus botas bien lustradas, su cartera y un magnífico fusil fabricado por Renette. ¿Qué viene usted a hacer en esta región con ese equipaje?, le preguntó con bondad un colono del segundo convoy. -¡Oh! señor, vengo a pasar mis vacaciones en el castillo del señor Ortiz en Minatitlán; los perros, los lacayos, los caballos, las costureras, estarán a mi disposición; su amigo, el señor Giordan, ordenó recibirme con distinción...
-“Usted me pregunta que llegó a ser de la colonia; ¡Ay! apenas se encuentran algunos pedazos: de su expedición solamente están aquí Duparc, Burgos, Salomón, yo; y dos o tres miembros de la segunda; en cuanto a la tercera, se dispersan todos los días y en poco tiempo no se hablará, como de las otras, más que como un recuerdo.
-“Fue como una desbandada: unos, (de la familia Bossan) partieron a Nueva York, otros a Santo Domingo en La Diana; estos se han repartido en las poblaciones y ciudades hasta Veracruz, esos en fin esperan la salida de una pequeña goleta en Campeche, y que va a partir en estos días; algunos han subido a las concesiones: las enfermedades, el abandono y la falta de ayuda, y el clima devorador y pestilente, han cobrado una treintena de víctimas. En cuanto a mi familia, ha sufrido de todas formas, yo mismo me encuentro en el décimo ciclo de una fiebre, estoy en tal estado de debilidad y agotamiento y flacura, que víctima de mi interés por esta colonia naciente a la cual uní mis más bellas esperanzas, y al mismo tiempo, víctima de mi amabilidad hacia el señor Giordan quien me gratificó con su cruz de miseria. En otras circunstancia no estaría aquí, y gozaría de mi salud: será un hermoso día aquel en que pueda decir adiós a Minatitlán. (Carta de Oulibert al Mont-Robert, el 9 de noviembre de 1830).
-...A ESTA TRISTE ALDEA, CUYO EMPLAZAMIENTO, EN EFECTO, FUE ELEGIDO Y BAUTIZADO EN HONOR DEL GENERAL MINA...
-“Venga a Goazacoalcos, señor Leisné y posiblemente escuchará el tañer lúgubre de la campana de Minatitlán, que llamando a duelo le gritará las penas, desolaciones y disgustos, y le dirá: ¡ES AQUI DONDE ESTAN LOS MUERTOS!.
-“En fin, librado a las ambiciosas ensoñaciones de su imaginación, usted desea comenzar a construir en la desembocadura del río, la ciudad de HYDRÓPOLIS, la ciudad del agua y más arriba Panápolis (frente a Sarabia)... que indudablemente quiere decir ciudad de todos los pueblos".

Recapitulando

En estos relatos de los colonizadores franceses encontramos un retrato completo de Minatitlán, sus viviendas, costumbres y espacio.
Encontramos también que hace aproximadamente 190 años, Minatitlán sólo ocupaba el espacio de dos colinas, la que ascendía del río y la que ocupaba la iglesia del pueblo. Eso también nos da la certeza de que la iglesia tiene una antigüedad igual a la del pueblo bautizado con el nombre de Minatitlán, que antes se llamó La Fábrica y que fue conocido por los conquistadores y colonizadores españoles con el de Tacoteno.
Retratan los colonizadores franceses el tipo de autoridad y el tipo de actividades que se desarrollaban en el pueblo de Minatitlán y, lastimosamente, retratan el abuso de los promotores y de las autoridades para que fracasará un intento de desarrollo y prosperidad para la región del Coatzacoalcos.
Hay que destacar que Tadeo Ortiz de Ayala, en sus informes al gobierno federal y al estatal, señala que fundó varios pueblos entre 1824 y 1826, cuyos nombres corresponden al de héroes patrios, como es el caso de Hidalgo-titlán, Barragan-titlán, Mina-titlán, Morelos-titlán, Allende-titlán y Abasolo-titlán. De los pueblos que dijo haber fundado sólo subsisten Hidalgotitlán, Barragantitlán y Minatitlán.

Censo de Minatitlán en 1831

El 1º de abril de 1831, Minatitlán era la cabecera de la Colonia del Coatzacoalcos y su población, según informe de Ramón Hoyos, Comisario de la misma colonia; se componía de 82 hombres, 71 mujeres, 185 niños, lo que hace un total de 338 habitantes. Tenía 75 casas -hechas con planchas de cedro o caoba, o bien de bambús fijos en tierra, ensamblados mediante lianas o bejucos-; una fábrica de aguardiente, una máquina de aserrar, cinco tiendas mestizas, una zapatería, tres panaderías, 456 cabezas de ganado vacuno, 109 de caballar, 20 de mular, 27 de cerda, 756 gallinas, 65 guajolotes, una goleta, dos bongos, 17 canoas, dos carretas, 10 milpas, un cafetal, dos cañales, 400 pies de plátanos, 50 árboles frutales grandes, y muchísimos recién plantados. Es el primer pueblo de la Colonia del Coatzacoalcos.

Minatitlán… para adelante

Sufriría Minatitlán invasiones militares en 1842 y 1847 de parte de los norteamericanos, a consecuencia de la negativa de los gobiernos mexicanos de aceptar la cesión que hizo José de Garay de los derechos de tránsito por el Istmo de Tehuantepec.
Minatitlán, vivió el inicio del servicio de diligencias hacia Veracruz y viceversa. El funcionamiento del correo y del registro público de la propiedad.
Vivió Minatitlán la invasión francesa a partir de 1863 y su desocupación el 22 de marzo de 1864, siendo el primer territorio mexicano libre de la Intervención Francesa.
También se vivió el inicio de los viajes marítimos internacionales entre Nueva Orleans y Minatitlán; la instalación del telégrafo
Elena Susana Schiavon de la Maza, en su tesis profesional “La influencia del establecimiento de la Refinería de la ciudad de Minatitlán, Ver., en la urbanización espacial del uso del suelo”, nos dice:
-"Para 1860 aproximadamente, las casas que se encontraban sobre la calle principal por lo general eran de dos pisos, la parte superior se utilizaba como habitación y la parte inferior como tienda donde se vendía mercancía diversa de la época. Los materiales utilizados para su construcción eran la madera, el tabique, el adobe y los utilizados para los techos, comúnmente puntiagudos, eran la teja, la palma o la madera.
-“Las posibilidades económicas de las personas determinaban el material que se utilizaba para la construcción de sus viviendas, habiéndolas con pisos de "marsellesa" y "teja francesa". Los barcos utilizaban estos productos como lastre, los descargaban en el puerto y en su lugar cargaban maderas preciosas. Existía ya para entonces diferenciación social, señalada por el tipo de vivienda construida.
-“Minatitlán no era importante como poblado a pesar de la explotación de maderas preciosas que realizaban los extranjeros, pero sí tenía importancia como centro estratégico, pues por su ubicación les permitía a éstos ejercer desde ahí, cierto control político sobre México y Centroamérica; tan es así, que en el período presidencial del Licenciado Benito Juárez (1861-1872), en Minatitlán vivía el señor McLane, ministro plenipotenciario y enviado extraordinario de Washington ante el gobierno mexicano y el señor Allen, que era cónsul de los Estados Unidos en esa ciudad.
-“Su ubicación fue importante también desde el punto de vista administrativo, pues se convirtió en lugar de distribución de gente y de productos que venían del extranjero o de puertos nacionales como Veracruz y Tampico; posteriormente cobraría relevancia económica al descubrirse ricos yacimientos de petróleo en la zona.
-“Existen varios factores que transformaron a Minatitlán: el primero fue la explotación y tráfico de maderas preciosas, aunada al establecimiento de las haciendas de capital extranjero. En segundo lugar está la localización geográfica de la ciudad que contaba con dos importantes vías de acceso para la comercialización de los productos y traslado de personas: el río y la calle principal. El tercero es el factor social: para finales de siglo, la población de Minatitlán estaba formada por grupos indígenas (mixes, popolucas y zapotecas), mestizos y extranjeros de diversas nacionalidades, con actividades perfectamente diferenciadas".

Minatitlán, en agosto de 1886

En agosto de 1886, el ingeniero Raymundo Jausoro hace el plano del deslinde de la ciudad, donde aparecen los linderos originales que eran los siguientes: Por el Oriente, desde el Puente de Piedra que había en la Boca del Arroyo, que limitaba con los terrenos de Riberas Coloradas (donde hoy está la refinería) siguiendo el arroyo en línea recta hasta el cruce con el camino del Yegüero (parte del antiguo Camino Real de Tabasco), de ahí en línea recta hacia el Occidente hasta llegar al arroyo de Tacoteno (conocido más tarde como Arroyo del Camposanto), y de ahí por el Occidente hacia el Sur una línea recta hasta la orilla del río (donde hoy existe una mojonera que marcó el límite con el ejido del Jagüey).
Dentro de aquel fundo legal había siete calles y varios callejones:
1.- A la orilla del río se localizaba la calle del Muelle, hoy avenida Francisco I. Madero, también conocida como el Malecón.
2.- La calle Iturbide, que antes llevó el nombre de Porfirio Díaz y mucho antes, la calle de la Derecha. En un tiempo, esta calle fue la principal del comercio.
3.- La calle Hidalgo, que primero se llamó “Camino Real”. En un tiempo se llamó Antonio López de Santa Ana hasta la caída del dictador y antes, calle del Centro. En oposición, también se le conoció como la calle de La Saluda, pues entroncaba con el camino Real de Tabasco.
4.- Calle Ignacio de la Llave.
5.- Calle del Correo Viejo, hoy de Juárez, pues según noticias la oficina de correos estuvo por varios años en la esquina de Zamora y Juárez, y mucho antes se le conoció como la calle de Abajo.
6.- Calle de Coos, en honor del general Martín Perfecto de Coss, héroe de la Independencia y quien murió en Minatitlán siendo gobernador del Territorio de Tehuantepec, cuando la villa era la capital del Territorio de 1853 a 1857, año en que desaparece esa división territorial con la Constitución de 1857.
7.- Calle de la Tejería, hoy de Lerdo de Tejada, conocida también ahora como colonia El Guayabal, por haber en ese lugar una tejería y una ladrillera.
También existían los callejones:
8.- De los Espíritus, hoy Agustín Lara.
9.- Callejón de Soto, hoy Simón Bolívar. Se le llamaba callejón de Soto por vivir en él don Francisco Soto, alto empleado de la Aduana Marítima y quien lo arregló, pues era un poco alto el cerro detrás de la iglesia, a la que también benefició para su construcción en 1859.
10.- Callejón de Zamora, entre Hidalgo y Juárez en un tiempo se le conoció como el callejón de la Hermosa India o India bonita. El tramo entre Hidalgo e Iturbide se la conoció antes con el nombre del Callejón de El Águila.
11.- De las Lavanderas, entre Hidalgo y Lerdo de Tejada, hoy se conoce con el nombre de 5 de Febrero.
12.- Callejón de Luna, entre Hidalgo y Juárez. Se le puso ese nombre porque don Norberto T. Luna, regaló el terreno para abrir la calle. Hoy lleva el nombre de Emilio Carranza.
13.- Callejón de El Burro, entre Hidalgo y Lerdo de Tejada, junto al actual edificio del diario La Opinión. Ahí vivía, sobre la cresta de un cerrito, un abogado veracruzano a quien apodaban El Burro Sabio, que había sido empleado de la casa maderera de don Ricardo Leetch. Después de llamó calle Constitución y finalmente lleva el nombre de Manuel Rodríguez Olán, fundador de La Opinión.
14.- Callejón del Marqués, entre Hidalgo y Lerdo de Tejada, conocida hoy como calle José Arenas.
15.- Y, al final de la calle Hidalgo, la calle del Campo Santo, hoy Ejército Mexicano y primero llamada “Camino Nacional”.
Resumiendo: Mucho hay todavía que decir… de Minatitlán aún no se dirá la última palabra.