Buganza, de persecutor a señalado
Las observaciones del Orfis
Luis Alberto Romero
Hora Cero
2016-02-15
Dice la consigna popular que los tablajeros de hoy serán las reses mañana. La frase, muy usada en ámbitos rurales para referirse a las vueltas de la vida, y a las circunstancias adversas que podrían enfrentar en el futuro quienes hoy tienen la suerte de su lado, bien se puede aplicar al ex secretario de Infraestructura y Obras Públicas del Gobierno del Estado, Gerardo Buganza Salmerón.
El también ex senador de la República pasó de la Secretaría de Gobierno a la SIOP, relevando a Raúl Zarrabal Ferat, en 2013.
A su llegada a dicha dependencia, el ex aspirante al gobierno veracruzano por la vía independiente buscó asumirse como el promotor del cumplimiento de los contratos y como el persecutor de los constructores que defraudaron al gobierno estatal.
Preocupado por generar la percepción congruencia, de combate a la corrupción, del hombre recto, de mano dura y firme, en octubre de 2013 –dos meses después de asumir la secretaría–, Gerardo Buganza anunció la presentación de 58 denuncias penales contra constructoras fraudulentas. El monto superaba los 28 millones de pesos.
Hasta ese momento, el político cordobés era reconocido al interior del gabinete duartista por su capacidad de diálogo y, sobre todo, por su excesiva inclinación a la Iglesia, que le llevaba frecuentemente a la liturgia de Catedral.
Quienes le conocen de cerca afirman que el tema de una inmaculada imagen ante la opinión pública es motivo de preocupación para Buganza Salmerón.
Sin embargo, poco a poco, esa imagen ha sido desgastada. Al interior de la SIOP, por ejemplo, circulan comentarios sobre un supuesto desaseo en el manejo de la dependencia, durante la etapa en que ésta era encabezada por Buganza.
“Dejaron un cochinero”, nos revelaron. No necesariamente podría interpretarse como presuntos actos de corrupción del ex titular; sin embargo, estando al frente, el cordobés era el responsable de todo lo que se manejaba en la dependencia.
Finalmente, Buganza Salmerón fue reubicado en la Secretaría de Gobierno; y su lugar en la SIOP es ocupado por Tomás Ruiz González, especialista en el tema financiero y profesional de la administración pública.
En el proceso electoral federal de 2015, el ex panista habría operado, desde su posición en la administración estatal, en tres distritos veracruzanos para beneficiar a los candidatos del PRI: Córdoba, Pánuco y Tantoyuca.
Luego de ello, acelerado y sin un cálculo político de los tiempos –el timing le llaman quienes conocen esos temas–, presentó un improvisado video en que hablaba de su intención de buscar suceder a Javier Duarte, encabezando un proyecto “independiente” y contrario a “las mafias del poder”, que no fue capaz de concretar, dejando colgados a tres decenas de aspirantes a diputados.
Las observaciones del Orfis
Hoy, Gerardo Buganza vuelve a ser noticia, aunque atrás han quedado los días de su persecución contra los constructores corruptos e incumplidos y de su aspiración apartidista.
El Órgano de Fiscalización Superior del Estado, Orfis, exhibió irregularidades en la SIOP, durante el paso de Buganza por dicho cargo. La Gaceta Oficial del Estado publica el informe de resultados de la revisión a la Cuenta Pública 2014.
En total, el presunto daño patrimonial ascendería a poco más de 163 millones 990 mil pesos; la mayor parte de esos recursos corresponden a observaciones a 46 ayuntamientos de la entidad, que acumulan irregularidades por casi 117 millones de pesos; sin embargo, en esa lista también se ubica a la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas con un monto de 14 millones 531 mil 229 pesos.
El proceso, de acuerdo con el auditor Lorenzo Antonio Portilla, continuará con el recurso de revisión, reconsideración, que tendrá una duración de 45 días hábiles; ese es el tiempo de que dispondrán los actores involucrados para solventar las observaciones.
Asimismo, quienes están en esa lista, que incluye a la SIOP de Buganza, podrán recurrir al Tribunal de lo Contencioso Administrativo, a fin de iniciar un juicio de nulidad, pero una vez que se apeguen a esa figura, el Orfis podría interponer las denuncias penales correspondientes.
En materia de revisión al manejo de los recursos, no es todo: la Auditoría Superior de la Federación dio a conocer recientemente que dentro del Programa Anual de Auditorías para la Fiscalización, Veracruz tiene 20 investigaciones pendientes, por el ejercicio del presupuesto que debió ser aplicado en salud, seguridad, educación, infraestructura y Juegos Centroamericanos.
Por otro lado, el monto de las observaciones del Orfis a la SIOP, los más de 14.5 millones de pesos durante el tiempo que Buganza ocupó esa oficina, no espanta a nadie, es poca cosa; lo peor que le puede pasar al cordobés no es que prospere una muy poco probable responsabilidad, sino que la imagen de político congruente, casi incorruptible que ha pretendido sembrar, termine siendo vista como una farsa. @luisromero85