HOTELES PARA EL GOBER ELECTO
Columna Sin Nombre
@pablojair
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Pablo Jair Ortega
Columna sin nombre
2016-07-05
Ante la situación de crisis en la entidad y la austeridad republicana, no se duda que el próximo gobierno tendrá que apretarse el cinturón y trabajar con medidas totalmente ahorrativas, fuera de gastos astronómicos y superfluos.
En realidad será interesante conocer el estilo del próximo gobernador de Veracruz, quien de entrada dijo que iba a quitar Casa Veracruz por onerosa.
No obstante, sus aduladores, “lamesos” y “huelegases” pusieron el grito en el cielo: “¿¡Cómo es posible que donen Casa Veracruz?! ¡Le están quitando la residencia al gobernador electo!” y otros tiernos azotes más.
Pero al final de cuentas, el ahora conocido como “Gober Ansioso” dijo que le valía un comino si se donaba la residencia oficial del gobernador, porqué él se iba a vivir a un hotel… Y así de un plumazo ni siquiera defendió o escuchó a los vecinos que piden que no se llene de vehículos o vendedores ambulantes esa zona residencial.
(Hay quienes apostamos en que esa residencia se convierta en un museo o en oficinas de la Secretaría de Desarrollo Económico, donde podrían recibir a empresarios de alto nivel y de paso ahorrarse la renta de la Torre Ánimas)
Pero tomándole la palabra al electo, nos dimos a la tarea de conseguirle unas cotizaciones para que no le busque mucho y ponga el ejemplo de cómo se debe administrar y cambiar la manera de gobernar sin excesos, lujos, etc., todo lo que criticó y usó como bandera de campaña. Los cuartos, entendemos, deben ser sencillos: sólo para dormir o ver caricaturas.
Incluso no dudamos que Yunes Linares, pese a la humilde casota de lujo que tiene en El Estero, no pueda disfrutar de una habitación sencilla como en sus tiempos de estudiante en Xalapa, cuando vivía en la casa de Doña Falla, una quinta por el rumbo de Los Berros convertida en casa de huéspedes.
Como opción tiene al menos 6 hoteles en pleno centro de Xalapa, en los alrededores del Palacio de Gobierno, los cuales no son caros y puede trasladarse a pata sin necesidad de usar camionetas o helicópteros.
Están el Hotel Plaza, el Hotel México, El Limón, María Victoria (ahí vivió el jefe de la Oficina de Gobierno en tiempos de Miguel Alemán, Lorenzo Lazo Margaín, hoy esposo de la actriz Edith González), el Salmones y hasta el Principal. Todos a menos media cuadra del Palacio de Gobierno, si es que decide tener su sede en Xalapa y no en Alvarado.
El Holiday Inn no, porque la neta se vería muy mal que la austeridad se la llevara en un gasto en un hotel de lujo y El Mesón del Alférez es muy mainstream ya.
Si quiere uno barato y que sólo necesite cruzar una calle, está el Hotel Plaza justo a un costado del Palacio de Gobierno, con un costo de 220 pesos. Por dos personas, le sale en 240. En el Hotel México, el costo por habitación sencilla es de 390 pesos, y en una de esas puede echarse una michelada con la flota periodística que se reúne en el bar.
Ora que si lo que quiere es caminarle un poquito más por aquello de que es un hombre deportista, puede subirse la avenida Revolución en un sprint y llegar al hotel Limón a sólo 200 varos por peludo, además de que no admiten ruidos extraños como pugidos y alabanzas orgásmicas.
El María Victoria tal vez le traiga malos recuerdos porque le perteneció a José Ocampo Verdugo, aquel empresario estrella que condecoraron cuando Yunes Linares fue secretario de Gobierno, pero luego refundieron en el bote. Incluso Ocampo llegó a decir que sufría acoso de quien llegó a ser subsecretario de Seguridad Pública Federal, pero luego misteriosamente desapareció del panorama. De todas maneras, le pasamos el dato de que vale 500 varos la habitación y con dos personas, 550.
El popular Hotel Salmones también ofrece habitaciones sencillas de 430 y 480, dependiendo de si son una o dos personas. Ese tiene un buen menú, también.
Ora que si de plano nomás quiere dormir y a lo mejor convivir con estudiantes, podría ser el Hotel Principal, al lado del Salmones, con un costo de 360 varos en cama matrimonial.
Otra buena idea sería alojarse en el Hotel Xalapa y ayudar en el gasto a Pensiones del Estado, por aquello de que rechaza la basificación de empleados del gobierno estatal que inmediatamente inyectarían recursos frescos al frágil IPE. Enfrente también tiene el parque “Los Tefajetes” para que haga su maratón mañanero y de ahí salga disparado por todo Ávila Camacho hasta su despacho. La habitación sencilla sale en 600 varos; 700 si son dos personas.
Ojalá estos precios le ayuden al gober electo a ir tomando la mejor decisión para vivir en Xalapa; y si no, que al menos ayuden a los lectores a saber en qué hoteles pueden hospedarse ahorita que vienen las vacaciones de verano. Aunque sea para eso.
EPÍLOGO: Que un Fidelista podría llegar también al gabinete del “gober ansioso”: se trata de Homero Gamboa, actual alcalde de Tlacotalpan, y quien en la administración de Fidel Herrera fungió como director de Tránsito del Estado. ¿Será?…