SE FUE EL SOBERANO

Fue uno de esos personajes que sobresalen en la comunidad. Nació en un pueblito cercano a Xalapa. A duras penas aprendió a medio leer y escribir. Hombre rudo y trabajador, se volvió empresario,

dueño de camiones de transporte público, de la Arena Xalapa y de una universidad privada, también fue luchador profesional enmascarado. Apoyó a políticos y personas humildes. Algunos se aprovechaban de su bonhomía.

Hace años se celebró una función de lucha libre en la Arena Xalapa como parte de la campaña de un candidato a la presidencia municipal. La plaza estaba a reventar y este reportero recuerda que vinieron luchadores de México, entre ellos “La Parca”. Los ánimos se caldearon entre los asistentes, que abucheaban y ofendían a los competidores del pancracio, lo cual sucede a menudo en este tipo de espectáculos.

Los luchadores respondieron con insultos contra el público. De repende irrumpieron simpatizantes de otro candidato a la alcaldía, se armó una trifulca entre los asistentes, que se arrojaban objetos contundentes y hasta lanzaron sillas por el aire sin importarles la presencia de mujeres y niños que huían despavoridos para evitar golpes o heridas graves.

En primera fila se encontraban el candidato y el dueño de la Arena Xalapa, Agustín Martínez Rivera, el popular “Soberano”.

Uno de los luchadores de México, acaso porque al calor de los hechos no identificó o simplemente fingió no reconocer al dueño de la Arena, injurió y retó al “Soberano”. Este reaccionó ante la insolencia, subió indignado al ring, se despojó de la camisa dejando ver su formidable musculatura a pesar de la edad y de estar retirado de la lucha libre, se lanzó contra el que se había atrevido a vejarlo, lo levantó en vilo con un solo brazo y lo estrelló en la lona del cuadrilátero.

La refriega se generalizó en las gradas y en medio de la confusión y la estampida concluyó la función. Por fortuna no hubo heridos de consideración, sólo algunos golpeados.

Años después este reportero se encontró varias veces con don Agustín, así le decíamos, desayunando en restaurantes y acompañado de amigos suyos, en especial en el Hotel Fiesta Inn por el rumbo de la torre Ánimas, y rememorábamos lo ocurrido aquella noche del año 2000 en la Arena Xalapa de Clavijero y Sayago.

Quienes lo conocieron personalmente llegaron a estimarlo, y muchos lo acompañaron ayer para despedirlo de este mundo.

Falleció don Agustín Martínez Rivera, el legendario “Soberano”, este martes a los 91 años de edad. Descanse en paz.