No quieren encender las farolas

Con nuestro meteco, Sófocles tendría material de sobra

Los gobernantes de antaño, los que si conocían el oficio, solían sugerir que si el pueblo dice que es de noche, aunque sea mediodía, hay que encender las farolas.

La máxima es harto didáctica: hay que entender, y atender, las necesidades básicas de la ciudadanía para mantener una razonable gobernanza.

En el pasado inmediato, el gobierno chileno, por citar un ejemplo, no lo supo entender y el país está en efervescencia total, no encuentran el modo pacificar, aún con el recule a lo que pretendían hacer.

En nuestro país hay señales de alarma y los gobernantes parecen no captar el contexto, Xalapa no es la excepción.

Resulta que ante la parálisis de la economía, se difundió que siete hoteles cerraron sus puertas y la respuesta del alcalde (no vale la pena mencionar su nombre), fue achacarlo a la ‘falta de higiene y modernización’.

Para el señoritingo no cuenta la inseguridad, la epidemia de dengue, el deterioro de la imagen urbana, todo se resume a no saber fregar los pisos y puede que tenga razón, porque a él, por falta de mantenimiento, ya no le ‘fosforean’ las meninges.