DON RAMÓN MERECE UN HOMENAJE, NO LA CÁRCEL

En la sierra de Zongolica sucedió este dramático caso, en la comunidad de Tacamalucan, municipio de Acultzingo, Veracruz. El militar retirado Ramón Merino, de 62 años, recibió una llamada telefónica de auxilio de su hijo, que era perseguido por individuos

armados que viajaban en una camioneta y pretendían secuestrarlo. El hombre tomó su vieja escopeta y salió de su vivienda para defender al muchacho. Los delincuentes le dispararon, él repelió la agresión, mató a uno e hirió a otro.

Descubrió que el maleante abatido era el mismo que tiempo atrás y junto con otros había plagiado y mancillado a una de sus hijas. Rato después llegaron policías y detuvieron a don Ramón, acusándolo de homicidio. Los pobladores de Tacamalucan se indignaron porque consideraron que el hombre había actuado en legítima defensa y para evitar el secuestro de su hijo.

Bloquearon la carretera para exigir la liberación del valiente padre de familia.

El cronista emérito de Xalapa, periodista y doctor en Derecho, José Zayden Domínguez, opina que esto es una tremenda injusticia y un pésimo mensaje para los veracruzanos, “de que si te asaltan los delincuentes y te defiendes vas a la cárcel como don Ramón”.

Y este reportero también le entra al tema y agrega que don Ramón no sólo debe ser declarado inocente cuanto antes, sino que se le debe erigir un monumento por su valor para enfrentar a estos torvos criminales. Los que deben estar en prisión son los delincuentes y no los hombres dignos y bien nacidos como Ramón Merino.

Un juez le decretó prisión domiciliaria por tres meses, por el delito de homicidio en riña, en lo que se decide su situación jurídica. Por lo menos no permanecerá encerrado por ahora en una sórdida cárcel.