PARTE 2 DE LA CRÓNICA DE UNA LICENCIA INESPERADA

Amigos y ex colaboradores de Héctor Yunes Landa estaban locos de contentos presumiendo que el excandidato a gobernador había solicitado licencia para separarse de la diputación federal porque venía derechito a ocupar un cargo dentro del gabinete de Cuitláhuac García Jiménez, tal vez la secretaría general de gobierno en lugar de Eric Patrocinio Cisneros Burgos o aunque sea una subsecretaría con todas las atribuciones políticas como en su tiempo las tuvo Manuel Carbonell de la Hoz o Ignacio Morales Lechuga por citar a dos de los otrora más poderosos funcionarios estatales.

Hasta ponían fecha para la toma de posesión. Es el jueves –aseguraban unos.

–Es el viernes o el sábado –apuntaban otros–, es un acuerdo tomado en México, pero acá no lo quieren. Le están poniendo piedras en el camino.

–Cómo creen. Están locos. Es un priista y los de MORENA jamás lo dejarán llegar –se mofaban sus malquerientes y le seguían atizando el fuego en las redes sociales.

En desayunos y mentideros era el tema de ayer, era la comidilla del día: Que está enfermo, que es mentira y lo toman de pretexto. Que viene a poner orden en el gobierno de Cuitláhuac, etcétera. Cada quien le daba vuelo a las conjeturas de acuerdo a sus deseos y conveniencias personales.

Llegó la comida y continuaban las especulaciones:

–Ya lo dijeron en la tele que viene al gabinete de Cuitláhuac –casi gritaban algunos.

–Te digo que es falso –respondían otros.

–Se va a operar una mano que tiene lastimada desde hace días o semanas. ¡Te lo juro!

Y el ex senador no daba señales de vida. Y los rumores corrían y crecían.

Hasta que todo se derrumbó: Por un lado el gobernador Cuitláhuac García Jiménez declaró contundente que Héctor Yunes no formará parte de su gabinete. Casi al mismo tiempo, mediante un comunicado, el propio Héctor Yunes Landa informaba que pidió licencia por motivos de salud y que tan pronto le den de alta se reincorporará al Congreso de la Unión.