* CIENFUEGOS Y LOS YUNES
Raymundo Jiménez
AL PIE DE LA LETRA
2020-10-19
De diciembre de 2012 hasta el 31 de agosto de 2015, el actual presidente municipal del puerto de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, del PAN, tuvo un trato muy cercano con el general Salvador Cienfuegos Zepeda, entonces titular de la Sedena, pues como senador el ahora alcalde porteño presidió durante ese periodo la Comisión de la Defensa Nacional en la Cámara alta del Congreso de la Unión.
En la sesión plenaria del martes 21 de febrero 2017, al despedirse de sus compañeros del Senado para contender por la presidencia municipal de Veracruz, Yunes Márquez expresó que “estoy muy contento del trabajo que hice, primero al frente de la Comisión de la Defensa Nacional, donde tuve el altísimo honor de poder trabajar de cerca con nuestro Ejército y también con nuestra Marina Armada de México”.
Pero no sólo Fernando Yunes cultivó su relación con el ex secretario de la Defensa Nacional recién detenido por la DEA en Los Ángeles, California, acusado de lavado de dinero y tráfico de drogas, sino que también su padre Miguel Ángel Yunes Linares, como diputado federal y gobernador de Veracruz, procuró congraciarse con el general Cienfuegos al promover la polémica Ley de Seguridad Interior y otorgándole a través de la LIV Legislatura local, bajo control de los diputados de la alianza PAN-PRD, la prestigiada medalla “Adolfo Ruiz Cortines”.
El 3 de diciembre de 2017, en la sede del Poder Legislativo, el mandatario panista aprovechó la ocasión para anunciar que con la anuencia del entonces presidente Enrique Peña Nieto, las Fuerzas Armadas se mantendrían en Veracruz para dar continuidad a las tareas de vigilancia y seguridad para la población.
El gobernador enfatizó que la Ley de Seguridad Interior –que en ese momento la oposición de izquierda encabezada por Morena se negaba a aprobar en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión– daría el marco para que las Fuerzas Armadas sigan participando en tareas de seguridad pública, con lo que –aclaró– el argumento de que el país se militarizará era frívolo y banal. “Si militarizar significa quebrantar al país y al régimen de libertades, estoy seguro que los marinos y soldados serían los primeros en oponerse, pues han sido ellos los firmes defensores de la democracia, de la vigencia del régimen de libertad y del orden constitucional”, afirmó Yunes Linares.
A su vez, al hacer uso de la voz, el general Cienfuegos dijo que este reconocimiento era el reflejo del respaldo y la confianza que los mexicanos depositan en sus fuerzas armadas. Y al confirmar la continuidad de las fuerzas armadas en el estado, sostuvo que la instrucción del presidente Enrique Peña Nieto era sumar esfuerzos con las autoridades estatales y municipales en aras de la seguridad y el progreso de México, sobre todo en aquellos lugares donde estaba en riesgo la seguridad de la sociedad. “Seguiremos aquí en Veracruz trabajando hombro con hombro con los veracruzanos”, afirmó el entonces jefe militar.
Sin embargo, aunque con Yunes Linares los militares se hicieron cargo de la seguridad en varios municipios de Veracruz, la tasa de homicidios dolosos pasó de 6.3 por cada 100 mil habitantes en el año 2015 a 17.7 en 2018, al final de su administración, según cifras oficiales.