Aunque algunos no lo admiten abiertamente, como el dirigente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, la oposición no tiene otro remedio que construir una alianza electoral para buscar competir, con ciertas posibilidades de ganar, en el 2024.
El debate, que resulta lógico, es sí sólo se limitan al tema comicial (muégano partidista) o diseñan un plan que contemple un gobierno de coalición, lo cual, desde luego, es más complicado de realizar, pero, en su caso, más efectivo.
Sin embargo, en este contexto, así como se busca convocar al mayor número de actores políticos, activistas y movimientos sociales, todo tipo de liderazgos ciudadanos pues, es necesario depurar los elementos que estorban, es decir, tirar el lastre para poder alzar vuelo.
En este sentido, el presidente del CEN priista, Alejandro ‘Alito’ Moreno Cárdenas, se ha convertido en un fardo para que los acuerdos interpartidistas puedan avanzar, debido al desprestigio que acumula. En virtud de todas las tropelías cometidas en los cargos públicos que ha ocupado, la 4T y Mexicanos Contra la Corrupción, lo están exhibiendo de lo lindo.
No obstante, el impresentable sujeto tiene claro que la posición que detenta es la única tabla de salvación a la que se puede asir, si la pierde, quedaría a total merced del largo brazo de la ley, además, ya no podría acusar persecución política.
Esta circunstancia, confirma lo que siempre se ha sospechado, el campechano lo único que busca proteger son sus intereses, el rollo de defender a los electores, al que tanto recurre, es una argucia para mantenerse vigente.
Así las cosas, el señor Cárdenas debe ser expulsado del cualquier proyecto a futuro, que contrate sus abogados para que enfrente como hombrecito (dice que le sobran ‘huevos’), las seguras imputaciones que pronto le endilgará el gobierno estatal de Campeche.