* LA DEA, CON LA MARINA

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Raymundo Jiménez

AL PIE DE LA LETRA

2022-07-21

Hasta ahora no cesan las críticas e interrogantes de por qué el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su rango constitucional de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, no asistió a la ceremonia luctuosa en honor de los 14 marinos que habían apoyado el operativo de captura del capo Rafael Caro Quintero y que fallecieron al desplomarse cerca del aeropuerto internacional de Los Mochis, Sinaloa, la aeronave de la Semar que los transportaba de regreso.


 


El homenaje fue encabezado solo por el almirante xalapeño José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina.


 


En el sexenio del panista Felipe Calderón (2006-2012) –el antecesor más odiado por el mandatario de Morena–, la Marina Armada de México fue la institución castrense que dio más golpes espectaculares a los cárteles del narcotráfico debido, en parte, a la información confidencial que presuntamente recibía de las agencias y áreas de inteligencia del gobierno de Estados Unidos que, en ese entonces, desconfiaban de la honestidad y lealtad de los altos mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional, como quedaría evidenciado el 15 de octubre de 2020, cuando agentes estadounidenses de la DEA detuvieron al General Salvador Cienfuegos Zepeda, ex titular de la Sedena, en el aeropuerto de la ciudad de Los Ángeles, California, sujetándolo a proceso, por delitos contra la salud y lavado de dinero.


 


Por presiones de la cúpula castrense, el régimen obradorista logró que la administración del ex presidente Donald Trump, a menos de dos meses de que concluyera su gobierno, entregara en noviembre de ese año a Cienfuegos a la Fiscalía General de la República (FGR), que a mediados de enero de 2021 terminó exonerando al exjefe militar de todos los cargos que le imputaba la Agencia Antidrogas de EU, determinando a través de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada el no ejercicio de la acción penal.


 


La FGR, en un comunicado, argumentó que desde el año 2013, durante el régimen anterior, la DEA había iniciado “sin el conocimiento y sin la colaboración de dicha administración mexicana, una investigación de delitos contra la salud, en donde se involucraba al entonces Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda.”


 


Pero en una carta dirigida al canciller mexicano Marcelo Ebrard, el administrador interino del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Timothy J. Shea, informó que Cienfuegos Zepeda “nunca fue el objetivo central de una investigación de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos”.


 


En dicha misiva, el Departamento de Justicia de EU puntualizaba que la DEA descubrió información que reflejaba su actividad delictiva durante el curso de unas investigaciones independientes contra distribuidores minoristas de heroína ubicados en Las Vegas, Nevada, que presuntamente estaban vinculados con la organización criminal de Juan Francisco Patrón Sánchez, de Nayarit, y que, al final, se obtuvieron las pruebas que condujeron a la acusación que se presentó en contra del General. Aclaró también que la Agencia Antidrogas nunca estuvo vigilando o investigando las actividades de Cienfuegos en territorio mexicano.


 


Hace un año, el lunes 26 de julio de 2021, en el puerto de Veracruz, de manera sorpresiva el secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, afirmó que hoy –no se refirió al pasado, sino que habló del presente– “México carece de servidores públicos honestos; por eso tenemos este problema de una alta corrupción”, y que “aquellos jóvenes graduados en las escuelas armadas, cuando salen y toman otro rumbo (la delincuencia) son castigados”, remarcando que “la gran diferencia entre nosotros y muchas otras instituciones es que nosotros no podemos darnos el lujo de tener malos elementos”.


 


¿Será por esta preferencia y confianza de la DEA en la Semar que el presidente López Obrador decidió seguir su gira por los complejos petroquímicos de Coatzacoalcos en vez de rendir homenaje a los 14 marinos caídos?


 


 


FAMILIA YUNES LANDA DE LUTO


 


Este martes 19 de julio falleció en el puerto de Veracruz don César Yunes Faisal, padre de Héctor Yunes Landa, ex diputado local y federal, ex senador, ex candidato del PRI a gobernador, ex dirigente estatal priista y ex subsecretario de Gobierno, entre otros cargos.


 


El cuerpo del señor Yunes Faisal fue cremado la mañana de este miércoles.


 


A toda su familia le expresamos nuestras condolencias por tan lamentable pérdida.


 


Descanse en paz don César.